Robinson Crusoe, un confinado feliz
Una nueva traducci¨®n al catal¨¢n m¨¢s ajustada al estilo de Defoe recupera una novela que el coronavirus dota de renovada vigencia

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¡°Estic abandonat en una illa deserta de mala mort, sense cap esperan?a de salvaci¨® / Per¨° soc viu, i no pas ofegat en el mar com tots els meus companys de viatge (¡) No tinc ning¨² per parlar-hi, ning¨² que em pugui oferir consol / Per¨° prodigiosament D¨¦u va col¡¤locar el vaixell prou a la vora perqu¨¨ en pogu¨¦s treure tot un b¨¦ de d¨¦u de coses b¨¤siques¡¡±. Son dos puntos de la lista de pros y contras que sobre su terrible situaci¨®n hace Robinson Crusoe, en uno de los m¨¢s famosos pasajes de la obra hom¨®nima que en 1719 publicara Daniel Defoe, la primera novela inglesa moderna por su pionero realismo y ese punto falsamente autobiogr¨¢fico. Robinson era fiel reflejo de la inteligencia pragm¨¢tica de su creador, que, entonces con 59 a?os, hizo un bosquejo al editor, William Taylor, antes de escribir nada, por si no le interesaba. Su olfato mercantil (de joven se hab¨ªa dedicado al comercio) le llev¨® a basarse en el coet¨¢neo episodio real de Alexander Selkirk, cuatro a?os y medio abandonado en la isla Juan Fern¨¢ndez, frente a la costa chilena. Un suceso de impacto en la ¨¦poca.
La funcionalidad de Defoe (autor de entre 500 y 700 obras, periodista tambi¨¦n, media Inglaterra persigui¨¦ndole porque les deb¨ªa dinero) se tradujo en detalles como poner a Crusoe el apellido de un excompa?ero de colegio o buscar un estilo simple que impactara en una clase media tanto por el fondo de lo que dec¨ªa (fe en las propias fuerzas, sentido com¨²n, un Dios que socorre, laboriosidad¡) como por la forma. ¡°Es muy sencillo, no hay artificio literario alguno, no hay voluntad est¨¦tica, todo es muy neutral, coloquial¡±, lo define Esther Tallada, que, 28 a?os despu¨¦s de la ¨²ltima traducci¨®n al catal¨¢n, ha vertido de nuevo al cl¨¢sico para la Bernat Metge Universal (Alpha).
La traducci¨®n recupera el lenguaje sin artificios y neutral de la novela
La versi¨®n de la reconocida traductora (su Llum d¡¯agost de Faulkner fue premio Serra d¡¯Or en 2018) es tan feliz como la oportunidad de recuperar la historia de un hombre solo en una isla en estos tiempos de confinamiento y separaci¨®n por el coronavirus. Pero mucho m¨¢s valiente, si cabe, que algunas de las decisiones del protagonista. Porque hab¨ªa en catal¨¢n dos inmensas versiones que parec¨ªan convertir la obra en intocable para una nueva traslaci¨®n a la lengua de Pompeu Fabra. La primera, del pr¨ªncipe de los poetas Josep Carner (Llibreria Catal¨°nia, 1925); luego, otra del no menos reputado Joan Fontcuberta (Barcanova, 1992). ¡°Son dos grandes precedentes y les admiro como traductores, pero hay frases de Carner que ya no entiendo¡±, asegura Tallada. ¡°En su versi¨®n desapareci¨® del todo lo coloquial, es un estilo mucho m¨¢s elevado que el de la obra en s¨ª y eso porque el prop¨®sito de su traducci¨®n es establecer un modelo literario, su prioridad era difundir un modelo de lengua en el marco de la pol¨ªtica noucentista, por eso exagera la experimentaci¨®n est¨¦tica y le da un tono arcaizante que en la obra no est¨¢¡±.

Ha acumulado un buen n¨²mero de ejemplos la traductora, como cuando el padre de Crusoe se refiere a ¡°la parte mec¨¢nica de la humanidad¡±. Lo aclara: ¡°Es una referencia a la clase baja, a la clase social que trabaja en lo manual, la clase trabajadora, vamos¡±. Tallada comprob¨® que Fontcuberta tambi¨¦n recuperaba esa expresi¨®n, as¨ª como muchos ¡°¨¤dhucs¡±, que no responden al registro de Defoe. ¡°Es evidente que trabaj¨® con la versi¨®n de Carner, por lo que mantuvo buena parte de los vicios noucentistes¡±, concluye. Otra intervenci¨®n notable de la nueva versi¨®n es la cuidadosa soluci¨®n hallada a medidas, distancias y t¨¦rminos marinos, que llev¨® a Tallada a la biblioteca del Museo Mar¨ªtimo de Barcelona, donde se reuni¨® con un capit¨¢n de barco jubilado y con un aficionado a la mar que lleva siete a?os confeccionando un diccionario n¨¢utico. Entre todo, un trabajo de un a?o de traducci¨®n de la novela y cuatro pruebas de correcci¨®n.
El logro m¨¢s significativo y realista quiz¨¢ sea, sin embargo, el que se refiere al habla de Viernes, el siervo negro de Crusoe, al que Tallada le da voz con un uso vacilante de los pronombres d¨¦biles y reflexivos, errores de concordancia entre g¨¦nero y n¨²mero y, sobre todo, le hace utilizar los verbos en tercera persona del singular. ¡°Es como una persona aprende a hablar una lengua: no aprende a conjugar; tengo un sobrino que es ahora, con tres a?os, cuando incorpora el yo y el t¨²; en el mismo original de Defoe, Viernes hace mal el plural de hombre, diciendo ¡°mans¡±, y Crusoe se r¨ªe de eso; yo he hecho lo mismo¡±.
Viernes habla como aprenden las personas una lengua
M¨¢s arriesgada es la opci¨®n ling¨¹¨ªstica por la que el n¨¢ufrago se dirige a Viernes como ¡°macip¡±, elecci¨®n de Tallada que podr¨ªa leerse como pol¨ªticamente correcta hoy en tiempos de Black lives matter, y m¨¢s cuando ¡°amo¡± es la primera palaba que le ense?a Crusoe. ¡°El libro es un documento de una ¨¦poca de hace 300 a?os, tocar nada en esa l¨ªnea ser¨ªa injustificable, pervertir su esp¨ªritu¡±, asegura. En esa l¨ªnea, defiende su elecci¨®n: ¡°Crusoe trata desde el primer momento con respeto a Viernes, que resulta un aprendiz magn¨ªfico; es cierto que le ense?a lo de amo, pero le dice siempre ¡®my man¡¯, con el posesivo, pero nunca sirviente ni criado; yo le pod¨ªa haber puesto criado, pero me pareci¨® que macip ten¨ªa aun regusto ex¨®tico y sus definiciones como joven al servicio de otro y aprendiz me interesaban; no he querido maquillar nada¡±, insiste.
Fuera de duda est¨¢ la vigencia de la lectura de Robinson Crusoe, quiz¨¢ hoy de una triste y rabiosa actualidad. ¡°Robinson es feliz con lo que tiene, sabe conformarse con ello y eso choca con nuestra sociedad, que nunca tiene suficiente, somos demasiado ¨¢vidos y eso nos hace unos insatisfechos eternos¡±, extrae Tallada. ¡°Robinson lo ha perdido todo y, a partir de lo que puede salvar, intenta construirse una vida plena en una isla desierta. Nosotros, estos ¨²ltimos meses, hemos dejado a un lado cosas b¨¢sicas, como libertad de movimientos, contactos f¨ªsicos, encuentros con los que queremos, en aras de la supervivencia. En breve nos preguntaremos qu¨¦ es la vida plena para nosotros, a qu¨¦ estamos dispuestos a renunciar y a qu¨¦ no, y en eso Robinson Crusoe siempre nos acompa?ar¨¢¡±, expone Ra¨¹l Garrigasait, director de la colecci¨®n y presidente de La Casa dels Cl¨¤ssics que la acoge. En cualquier caso, ¡°?Qui¨¦n no ha estado alguna vez perdido en una isla desierta? Una isla del alma, una soledad interior¡±, se interroga el escritor Albert S¨¢nchez Pi?ol en el pr¨®logo de esta edici¨®n de una novela que es tanto relato de aventuras como carta de navegaci¨®n espiritual. El pragmatismo de Defoe.
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