La ampliaci¨®n de terrazas elimina 1.300 plazas de aparcamiento de coches y motos en Barcelona

La ampliaci¨®n de terrazas de bares y restaurantes en la calzada para compensar las restricciones derivadas de la crisis del coronavirus ha eliminado 1.300 plazas de aparcamiento de coches y motos en Barcelona. El viernes pasado, ¨²ltima fecha de la que hay datos, el gobierno de la alcaldesa Ada Colau hab¨ªa suprimido 792 plazas de aparcamiento para coche y 569 de moto para ampliar terrazas. En una plaza de turismo caben dos mesas, y si son de motocicleta, cada mesa ocupa tres. El Gremio de Restauraci¨®n celebra la medida y el consistorio defiende dar nuevos usos a las calzadas y liberar espacio en las aceras.

La actual eliminaci¨®n de aparcamiento para ubicar mesas y sillas en calzada se suma a la que ya inici¨® el gobierno de los comunes en el pasado mandato y que desde 2015 ha anulado 3.500 plazas para estacionar en la calle. Primero se duplic¨® la red de carriles bici y se crearon las supermanzanas del Poblenou o Sant Antoni. En este mandato, en coalici¨®n con el PSC, ha sido el af¨¢n por ganar espacio p¨²blico en entornos escolares o a ra¨ªz del Covid-19 cuando se ha vuelto a apretar el acelerador en restar espacio a los coches.

La ubicaci¨®n de mesas en calzada, que se prolongar¨¢ este a?o y en 2021, no se restringe al centro de la ciudad. Barrios como el Guinard¨®, el Camp de l¡¯Arpa o el entorno de la Sagrada Fam¨ªlia han perdido durante el ¨²ltimo mes decenas de plazas de aparcamiento en superficie, tanto en zonas de residentes, azules para visitantes o de carga y descarga.

Hay tramos donde las pilonas amarillas o las llamadas vallas Jersey (grandes piezas de cemento) son casi continuas. Es el caso de la calle de Sant Quint¨ª, en la acera de enfrente del hospital de Sant Pau. Hay bares que han ampliado las terrazas que ya ten¨ªan, otros la tienen nueva y alguno medio admite se arrepiente de no haberlo hecho: asegura que no pensaba que el resto lo pedir¨ªa y reconsidera hacerlo.

Lamentan la falta de clientela, aunque admiten que esta semana y la pasada son ¡°siempre las peores del a?o, porque todo el mundo est¨¢ fuera¡±. Los dos frankfurts que hay en la calle han pedido ampliaci¨®n. Los dos hacen esquina y se miran. El Sant Quint¨ª ya ten¨ªa seis mesas de terraza en la acera y ha ampliado tres m¨¢s en la calzada, explica Toni L¨®pez, que celebra: ¡°M¨¢s mesas es una ayuda¡±. El otro bar no ten¨ªa y ahora cuenta con dos mesas en la ¨²nica plaza de aparcamiento que hab¨ªa en la esquina. ¡°Las estrenamos hace dos d¨ªas y hemos tenido gente los dos¡±, celebraba este mi¨¦rcoles S¨ªlvia, que tuvo que desmontar las sombrillas porque el viento las tiraba al suelo.

M¨¢s hacia el Eixample, las solicitudes de los restauradores han eliminado el aparcamiento en algunos chaflanes, como en la esquina entre Lepant e Ind¨²stria, donde coinciden un restaurante japon¨¦s y un bar. Salpicado el barrio de vallas y pilonas amarillas, un poco m¨¢s abajo aguarda el d¨ªa 25 el bar Caracas, delante del mercado de la Sagrada Fam¨ªlia. El local es mini, tiene 20 metros cuadrados, y la terraza le permitir¨¢ mantener la clientela robada por las restricciones, explica Diego Belmonte.

La teniente de alcalde de Urbanismo, Ecolog¨ªa y Movilidad, Janet Sanz, defiende ¡°el uso del espacio p¨²blico para cuestiones en las que gana m¨¢s gente, como una actividad econ¨®mica que lo estaba pasando mal¡±. Advierte de que algunas de estas terrazas en calzada ¡°han venido para quedarse¡± y anuncia que permitir¨¢n mejorar los espacios a los restauradores que quieran invertir construyendo plataformas para ubicar las nuevas mesas.