¡°Es como si hubiera ca¨ªdo un meteorito¡±
Mientras los hoteles de la localidad de Calella languidecen a un tercio de ocupaci¨®n, su centro hist¨®rico sobrevive con el ox¨ªgeno que le insufla el turista local
¡°Con la mascarilla se trabaja de mala gana, adem¨¢s de molestar bastante no ves la sonrisa del cliente, y as¨ª no se trabaja bien. Adem¨¢s, la gente mantiene la distancia y se respira como cierta desconfianza¡±, lamenta Lambert tras una mascarilla de riguroso negro, acorde con su uniforme de camarero del Caf¨¦ Sala Mozart, un local con 125 a?os de historia y situado en el centro hist¨®rico de Calella (Maresme). Entre viajes a la terraza para atender la media decena de mesas, todas ocupadas, Lambert explica que este verano han notado ¡°una ca¨ªda muy grande¡± del volumen de trabajo, que incluso ha obligado a prescindir de uno de los cuatro trabajadores.
El interior, de decoraci¨®n cl¨¢sica de madera y mesas de m¨¢rmol de caf¨¦ antiguo que invitan a sentarse con un libro, permanece vac¨ªo, animado solo por los viajes de Lambert y las incesables vueltas de varios ventiladores de techo. ¡°Este a?o ni tan solo funciona el teatro y el cine que organizamos aqu¨ª. Ni la m¨²sica en directo, todo se ha aplazado¡±, lamenta el empleado. La gata sobre el tejado de zinc, la pel¨ªcula dirigida por Richard Brooks, programada para el 15 de marzo seg¨²n la p¨¢gina de Facebook del local, no lleg¨® a salir de caja.
La pandemia paraliz¨® el municipio, que apenas empieza a recuperar movilidad. De los 52 hoteles, han abierto 31. Pero los que lo han hecho, lo hacen con muchas habitaciones vac¨ªas. Seg¨²n datos del Ayuntamiento, la media de ocupaci¨®n actual es del 32%, lo que supone una ca¨ªda del 92% respecto al a?o pasado. ¡°Hay hoteles que no han abierto porque no les resultaba rentable, pero valoramos aquellos que se han esforzado por adaptarse y, aunque no tengan beneficios, han decidido que lo importante era no cortar el cord¨®n umbilical con el visitante¡±, valora la alcaldesa, Montserrat Candini. La baja afluencia se nota en la zona sur del municipio, donde se concentran gran parte de los grandes hoteles, en unas calles que otros a?os parec¨ªan un hormiguero de turistas con espaldas enrojecidas por el sol, pero que ahora apenas encuentran quienes las transiten.
El tipo de visitante tambi¨¦n ha cambiado. Las calles del centro hist¨®rico han dejado de ser una torre de Babel. Este verano casi el 60% de turistas son nacionales ¡ªla mayor¨ªa catalanes, pero tambi¨¦n de otras comunidades¡ª, cuando en otras temporadas se quedaban en el 35%. Y de los extranjeros, los que m¨¢s se han atrevido a cruzar la frontera son los franceses y los alemanes. De hecho, el Ayuntamiento ha puesto en marcha una campa?a publicitaria para atraer el turista interno, incidiendo tambi¨¦n en la seguridad en las playas. ¡°Antes, cuando se hablaba de seguridad pensabas en los robos, ahora en la propia salud¡±, tercia Candini.
Este cambio est¨¢ ayudando a mantener el latido a un ritmo ligeramente alegre de los comercios del centro, especialmente bares y restaurantes, tiendas de ropa o de alimentaci¨®n. Otra cosa son los m¨¢s enfocados al turismo. ¡°Es como si hubiera ca¨ªdo un meteorito¡±, resume ?lex, que trabaja en el bazar Sunshine, en la calle Esgl¨¨sia, donde vende desde accesorios de m¨®viles, tazas y camisetas de recuerdo a videojuegos. ¡°La subsistencia del negocio se basa en trabajar a destajo en verano. Pero los clientes han bajado un 80%. Antes muchas tiendas cerr¨¢bamos a las 11, porque al atardecer es cuando sal¨ªan los turistas. Ahora cerramos a las 9¡±, abunda ?lex, quien tambi¨¦n ha visto c¨®mo su jornada completa y seis d¨ªas de trabajo de otras temporadas ha menguado hasta la media jornada. Unos pocos metros m¨¢s all¨¢, Manuel de la helader¨ªa Ferretti, admite que el volumen de trabajo ha bajado a la mitad. ¡°Se nota un aumento de gente de las cercan¨ªas de Barcelona, que hacen una escapada a Calella¡±.
En estos tiempos inciertos, la alcaldesa defiende que ¡°el peor virus es el del miedo¡± y por eso han optado por no anular festivales o fiestas, sino por darles un nuevo formato. ¡°Toca adaptarnos, reinventarnos y resurgir¡±, defiende. Con este esp¨ªritu, Llambert afronta el vendaval que ha supuesto la pandemia. ¡°El negocio lleva aqu¨ª desde 1895. Si hemos sobrevivido a dos guerras, no creemos que la covid nos pueda matar¡±, zanja. Y se aleja con una bandeja con una cerveza, esperando el pr¨®ximo encargo.
Un faro con las mejores vistas
Poblaci¨®n: 19.000 habitantes.
Actividades econ¨®micas: El turismo, que es el 60% del PIB (el 85% con el comercio).
Lugares para visitar: El principal reclamo es el faro, que este a?o celebra su 160 aniversario y ofrece unas vistas privilegiadas del municipio. De edad parecida son Les Torretes de Calella, una torre de telegraf¨ªa ¨®ptima y otra militar. Recorrer el paseo Manuel Puigvert, bajo ¨¢rboles y al son del paso del tren.
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