Obsesionado con Picasso
Marijn van Kreij reinterpreta la obra del malague?o en una muestra abierta en el museo del pintor de Barcelona
El artista Marijn van Kreij (Middelrode, 1978) estaba obsesionado con Pablo Picasso. No entend¨ªa por qu¨¦ todo lo que hab¨ªa hecho en vida el malague?o se consideraba genial. Por eso, decidi¨® acercarse y meterse de lleno en alguna de sus pinturas. Desde hace 10 a?os comenz¨® su reconciliaci¨®n tras descubrir la obra m¨¢s tard¨ªa del genio en la que reflexionaba sobre su condici¨®n de artista y el proceso de creaci¨®n. Desde entonces, el holand¨¦s realiza dibujos repetitivos que inserta en una especie de enormes cuadr¨ªculas, realizadas a partir de obras en las que aparecen el estudio de Picasso, despu¨¦s de comprobar c¨®mo este copi¨® y se obsesion¨® con otros pintores, como su admirado Vel¨¢zquez. Lo evidencia su serie Las Meninas, de 1957, en la que lleg¨® a pintar hasta 58 obras diferentes.
Este conjunto de obras ¨²nico, en el que de entrada, todas parecen iguales, pero observadas con detalle, todas son diferentes, se puede ver en el primer piso del Museo Picasso de Barcelona, tras la donaci¨®n que Picasso hizo en 1968 a Barcelona, al morir su amigo Jaume Sabart¨¦s al que le hab¨ªa confesado en 1952: ¡°Si alguien se pusiera a copiar Las Meninas, supongamos que al llegar a cierto punto, y si quien copiara fuera yo, me dir¨ªa: ?Y si pusiera a este un poco m¨¢s a la derecha o a la izquierda? E intentar¨ªa hacerlo a mi manera, olvidando a Vel¨¢zquez. As¨ª, poco a poco, ir¨ªa pintando unas Meninas que le parecer¨ªan detestables al copista de oficio; no ser¨ªan las que ¨¦l creer¨ªa haber visto en la tela de Vel¨¢zquez, pero ser¨ªan mis Meninas¡±.
Van Kreij ha consumado su obsesi¨®n por el pintor exponiendo en el Museo Picasso de Barcelona, de la mano de su director Emmanuele Guigon y del comisario Erich Weiss, Contemporany Presences: Marijn van Kreij en la que muestra su acercamiento a Picasso a partir de la ventana que aparece en El taller de Picasso, de 1956; uno de los elementos presentes en las producciones que Picasso llam¨® ¡°paisajes interiores¡± y que realiz¨® en su estudio de La Californie, cerca de Cannes, en la que plasm¨® al ¨®leo sus propios materiales de trabajo, instrumentos y muchos de los objetos de su vida cotidiana.
Van Kreij pinta de forma r¨¢pida y directa en papeles usados, p¨¢ginas de revistas y folletos publicitarios repitiendo una y otra vez ese elemento. De lejos, todas parecen iguales, pero de cerca y observ¨¢ndolas con detalle, como ocurre con Las Meninas de Picasso, todas son diferentes. ¡°En la repetici¨®n encuentro la libertad como artista¡±, ha explicado este jueves Van Kreij subrayndo que gracias a esta obsesi¨®n con Picasso comenz¨® a interesarse por la pintura, ya que en sus inicios estaba centrado ¨²nicamente en el dibujo.
¡°La exposici¨®n pretende conectar el legado de Picasso con expresiones m¨¢s recientes de artistas contempor¨¢neos¡±, ha explicado Weiss, que considera que m¨¢s que una obsesi¨®n, el trabajo de Van Kreij es ¡°una declaraci¨®n de amor¡±. Tambi¨¦n que ¡°traer estas obras al museo es una buena excusa para revisitar la colecci¨®n del Museo Picasso¡±, tan necesaria ahora en tiempos de falta de visitantes extranjeros.
La exposici¨®n podr¨¢ verse, gratis, en la sala Mauri hasta el 1 de noviembre. Este espacio hace tambi¨¦n un gui?o a la obra de Picasso y la interpretaci¨®n que ha hecho Kreij al contar con una enorme ventana abierta a la calle Montcada por la que muchos de los que pasan estos d¨ªas se asoman al interior del museo. A partir de este s¨¢bado, los que lo hagan, podr¨¢n ver, desde la ventana, las ventanas del holand¨¦s, a partir de la que hizo Picasso de Las Meninas de Vel¨¢zquez. ¡°La ventana es la frontera que tienes que cruzar¡±, ha remachado Van Kreij.
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