Franceses, los ¨²ltimos resistentes del turismo en Barcelona

Lo de que una imagen vale m¨¢s que mil palabras sirve para contar los datos de visitantes extranjeros en Barcelona en los ¨²ltimos meses. Los n¨²meros que recopila la Oficina de Datos del Ayuntamiento sobre los turistas que visitan la ciudad, obtenidos a partir del pa¨ªs de procedencia de sus tel¨¦fonos m¨®viles, muestran el desplome del turismo la semana del 16 de marzo, cuando se decret¨® el estado de alarma por la crisis del coronavirus. Franceses, belgas, italianos, brit¨¢nicos y norteamericanos se esfumaron y los ¨²nicos que regresaron a la ciudad de forma clara fueron los primeros, los visitantes del pa¨ªs vecino, a partir del 21 de junio.

Los franceses son, tambi¨¦n, los visitantes que viven m¨¢s cerca y que pueden llegar a la ciudad por carretera y en coche privado, evitando compartir transporte en trenes o aviones. Habitualmente, entre los clientes europeos de los hoteles de Barcelona, los franceses ocupan el segundo puesto, detr¨¢s de los que proceden del Reino Unido. El impacto de la crisis sanitaria entre estos establecimientos ha sido enorme: el 75% de los hoteles de la ciudad est¨¢n cerrados desde marzo y el 90% de sus trabajadores siguen en expedientes de regulaci¨®n temporal de empleo.

Su curva muestra como durante la primera semana del estado de alarma quedaron algo menos de 3.000 franceses en la ciudad, a partir de la segunda apenas restaron unos centenares, sin llegar al millar. A partir del 12 de mayo, comenzaron lentamente a regresar, hasta volverse a disparar a finales de junio. La cifra m¨¢s alta de franceses en la ciudad se alcanz¨® el 12 de julio, con 34.900 personas. La semana siguiente fue la del inicio del rebrote del virus en la ciudad y la cifra cay¨® de nuevo hasta un m¨ªnimo de 3.100 el 5 de agosto. Y de nuevo remont¨® hasta los 26.000 del d¨ªa 23 de agosto, el ¨²ltimo del que se han publicado datos.

Las cifras de visitantes de Francia est¨¢n muy lejos de la del resto de las nacionalidades que muestran los datos. Los del Reino Unido (21.000 personas antes del estado de alarma) rozaron los 5.000 tambi¨¦n antes del rebrote de julio y se esfumaron cuando el Gobierno de Boris Johnson implant¨® la cuarentena obligatoria de dos semanas al regresar a su pa¨ªs.

Los italianos (11.000 antes del confinamiento) llegaron a ser 4.000 en verano; los de los Pa¨ªses Bajos no alcanzaron los 3.000 en todas las vacaciones; y los estadounidenses, que antes del confinamiento eran 16.000, cayeron y su presencia no se ha recuperado. El 23 de agosto eran 479.