Junts per Catalunya huye de la corrupci¨®n convergente
Los de Puigdemont enfr¨ªan la posibilidad de un acuerdo con el PDeCAT tras las acusaciones de blanqueo del ex tesorero de CDC contra Artur Mas
Junts per Catalunya, partido nacido de la matriz pujolista de CDC, se ha pasado buena parte de su corta existencia borrando las huellas que puedan identificar a la formaci¨®n de Carles Puigdemont con la corrupci¨®n convergente. Un reciente gag del programa de humor de TV3 Pol¨°nia sintetizaba perfectamente la situaci¨®n: en una ficticia comparecencia de Artur Mas, Carles Puigdemont y sus colaboradores se acercaban y se alejaban del atril que ocupaba el que fuera sucesor de Pujol seg¨²n hablara de la independencia o tratara de zafarse de los casos de corrupci¨®n que est¨¢n salpicando a los herederos de la vieja Converg¨¨ncia Democr¨¤tica de Catalunya.
La decisi¨®n de Daniel Os¨¤car ¨Cex administrador de CDC que cumple condena de tres a?os y medio de c¨¢rcel por blanqueo en el caso Palau ¨C de colaborar con la Fiscal¨ªa en el llamado caso del 3% de comisiones ilegales por obra p¨²blica ha tensado el independentismo hegem¨®nico catal¨¢n. Y lo ha hecho hasta tal punto que ha alejado la posibilidad de que JuntsxCat concurra a las elecciones auton¨®micas de febrero pr¨®ximo con el Partit Dem¨°crata de Catalunya (PDECAT), heredero directo de CDC, aunque se rinda sin condiciones, como es habitual.
Los esfuerzos por presentar a Junts per Catalunya como un partido nuevo, sin pasado turbio, alejado de las irregularidades y que ha roto todos los v¨ªnculos con la corrupci¨®n pujolista y pospujolista llega a extremos grotescos. Albert Batet, alcalde de CDC de la localidad tarraconsese de Valls entre 2008 y 2015 y ahora uno de los m¨¢s estrechos colaboradores de Puigdemont en Junts per Catalunya, rehus¨® opinar sobre las declaraciones del pasado martes del tesorero Os¨¤car involucrando a Mas en el blanqueo de capitales derivado del caso 3% . Batet afirm¨® contundente que ¨¦l no se inmiscu¨ªa en ¡°asuntos internos de otros partidos¡±. Lo curioso del caso es que el ex alcalde de Valls aparece en la investigaci¨®n del caso pues ¨¦l mismo fue invitado por un grupo empresarial a asistir a la final de la Copa del Rey de 2012 disputada en el Bernab¨¦u entre el Real Madrid y el Barcelona.
El pasado persigue al nuevo partido de Puigdemont entre otras cosas porque algunos de sus integrantes formaron parte de los cortejos de honor que acompa?aron a Daniel Os¨¤car ante el juez. Jordi Turull ¨Cl¨ªder independentista preso, ex convergente y ex PDeCAT pasado a las filas de Puigdemont¨C era habitual escolta del ex tesorero de CDC en sus comparecencias ante la justicia por el caso Palau . Tambi¨¦n le acompa?aba Oriol Pujol, luego condenado por el caso de corrupci¨®n ITV. En aquellos tiempos el calificativo habitual a Os¨¤car era el de ¡°patriota¡± y ¡°hombre honrado¡±. Ahora nadie en el viejo o en el nuevo partido quiere saber nada de ¨¦l. La corrupci¨®n es una cuesti¨®n personal.
A pesar de las diferencias y rupturas con el pasado que ahora muchos se esfuerzan en representar, el viejo ¨¢rbol del nacionalismo catal¨¢n tiene un tronco com¨²n. Hace unos meses se hizo p¨²blico que JuntsxCat transfiri¨® a Converg¨¨ncia 2,3 millones de euros de la subvenci¨®n de 4,5 millones que en 2018 recibi¨® del Parlament. Al PDeCAT le ingres¨® menos de un mill¨®n . Y es que JuntsxCat naci¨® como una coalici¨®n con CDC y el PDeCAT en 2017. En julio de 2016 CDC, acosada por los casos de corrupci¨®n, dio a luz al nuevo PDeCAT que pas¨® a conformar la coalici¨®n Junts per Catalunya en 2017.
El objetivo era ganar las elecciones a Esquerra, el gran rival. Y los posconvergentes lo lograron por el carisma de Puigdemont entre los independentistas. Hace unas semanas ¨Ccon tribunales de por medio, pues el PDeCAT asegura ser el propietario de las siglas¨C Junts per Catalunya cobr¨® vida como partido de la mano de Puigdemont, excluyendo al partido heredero directo de CDC. Hay que pasar p¨¢gina del pasado al precio que sea, pues resulta dif¨ªcil prometer que la independencia traer¨¢ un mundo con m¨¢s fraternidad que la Revoluci¨®n francesa mientras se arrastran acusaciones de corrupci¨®n a trav¨¦s de comisiones ilegales y blanqueo de capitales.
Y ahora Daniel Os¨¤car se ha convertido en un nuevo dedo acusador. Si en julio del a?o pasado el veterano convergente se negaba a declarar sobre el caso 3%, ahora a los 85 a?os y despu¨¦s de haber ingresado en prisi¨®n por el caso Palau el pasado 25 de junio, ha cambiado de opini¨®n. Os¨¤car lo ha hecho al constatar su soledad: nadie iba a hacerse cargo de sus multas¨C3,7 millones de euros¨C y corr¨ªa el riesgo de ser nuevamente corneado por el caso 3%, pues forma parte del grupo de 32 procesados por organizaci¨®n criminal, blanqueo, tr¨¢fico de influencias o cohecho.
Tras 75 d¨ªas entre rejas, la Generalitat le concedi¨® el tercer grado. La Fiscal¨ªa, por su parte, no ha recurrido la decisi¨®n, en un gesto de atenci¨®n hacia el preso, que, dispuesto a colaborar con la justicia, ha explicado c¨®mo se blanqueaba dinero procedente de presuntas comisiones disfraz¨¢ndolo de donaciones en cheque que luego se les retornaba en efectivo. De esta manera, el ex tesorero, antes paradigma del ¡°patriota honesto¡± por el que Artur Mas puso varias veces la mano en el fuego, ha pasado a ser ¡°una persona mayor vulnerable¡±.
El mismo d¨ªa en que las balas acusatorias de Os¨¤car volaban sobre la cabeza de Mas, ¨¦ste compareci¨® ante los medios de comunicaci¨®n para negar haber dado ¨®rdenes para el supuesto blanqueo. Y es que el ex tesorero era uno de los ¨²ltimos fusibles que le quedan a CDC antes de que las llamas se propaguen a partidos vecinos.
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