El rico patrimonio de los cementerios de Barcelona, desde casa
La Universidad de Barcelona crea un portal web para conocer la arquitectura y la escultura que encierran estos recintos
El empresario chocolatero Antoni Amatller mand¨® construir en el paseo de Gr¨¤cia a Josep Puig i Cadafalch una de las casas m¨¢s ic¨®nicas de Barcelona. Su hija Teresa hizo lo mismo, pero en la ciudad de los muertos que era el cementerio de Montju?c. All¨ª encarg¨® a Emili Sala en 1911, siguiendo una idea del historiador del arte catal¨¢n, mos¨¦n Josep Gudiol, un enorme pante¨®n familiar en forma de iglesia rom¨¢nica con tres ¨¢bsides, un cimborrio y una gran cruz modernista. Este edificio neorom¨¢nico es uno de los que sorprende al visitante del mayor cementerio de la ciudad, que en estos d¨ªas de muertos y difuntos se llena, aunque con cita previa por la pandemia, de personas que recuerdan y homenajean a los suyos.
Esta semana la Universidad de Barcelona ha creado el portal web Art Funerari para poder dar a conocer este imponente edificio y otros importantes conjuntos escult¨®ricos y arquitect¨®nicos con la idea de que los camposantos son museos a cielo abierto; unas obras que las familias m¨¢s adineradas de la ciudad crearon para perpetuar su memoria.
En esta p¨¢gina es posible visitar los nueve cementerios de Barcelona: Horta, Les Corts, Montju?c, Poblenou, Sant Andreu, Sant Gervasi, Sants, Sarri¨¤, incluido el de Collserola, de forma virtual y conocer todos sus detalles; qui¨¦n los promovi¨® y los arquitectos y escultores que llevaron a cabo estos trabajos, con la finalidad de difundir estas creaciones que no han recibido todo el reconocimiento dentro del mundo del arte que se merecen. Entre la amplia lista de creadores se pueden citar arquitectos como Josep Fontser¨¨, Josep Oriol Mestres, Elies Rogent; escultores como los Vallmitjana, Rafael Atx¨¦, Rossend Novas, Joan Roig i Soler, Eduard B. Alentorn y Enric Clarass¨®; forjadores como Masriera Campins y los hermanos Codina y vidrieros como Rigalt, Granell o Eudald Ramon Amig¨®.
Desde la web tambi¨¦n es posible apuntarse para poder realizar visitas presenciales, rutas fotogr¨¢ficas e, incluso, estar al d¨ªa de las jornadas cient¨ªficas, como Patrimonio funerario catal¨¢n, prevista celebrar el 10 de diciembre, en el que arquitectos, historiadores del arte que hablaran de arte y antropolog¨ªa de la muerte. El proyecto se ha realizado en colaboraci¨®n con Cementerios de Barcelona y la Direcci¨®n de Arquitectura Urbana y Patrimonio del Ayuntamiento de Barcelona.
Entre los cientos de conjuntos que se destacan en el nuevo portal web, algunos sobrecogen, aunque sean a trav¨¦s de la pantalla. Como el del Sepulcro Llaudet o El beso de la muerte ubicado en la parte hist¨®rica del cementerio de Poblenou. El marmolista Jaume Barba hizo una obra magistral a comienzos del siglo XX en la que represent¨® un blanco esqueleto alado que se encorva para abrazar el cuerpo de un joven muerto para darle un beso; una iconograf¨ªa que remite a las tradiciones medievales de las danzas macabras. Teresa Soler, la desconsolada madre que encarg¨® la obra tras perder a un hijo de forma prematura, tambi¨¦n hizo que se grabaran unos versos de Jacint Verdaguer junto al conjunto: ¡°Mes son cor jovenicol no pot mes / en ses venes la sanch s¡¯atura i gla?a / i l¡¯esma perduda amb la fe s¡¯abra?a / sentint-se caure de la mort al bes¡±. Y es que ahora y antes, Tempus fugit.
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