Trapero, segunda temporada
El ¡®major¡¯ de los Mossos d¡¯Esquadra quiere pasar desapercibido en su nueva etapa como jefe y tejer complicidades con el resto de cuerpos policiales
Con ojeras, fumador como nunca, el major Josep Llu¨ªs Trapero se volvi¨® a enfundar el jueves su uniforme como jefe de los Mossos d¡¯Esquadra, tres a?os despu¨¦s de un calvario judicial que ha acabado con su absoluci¨®n. Uno de los polic¨ªas m¨¢s conocidos de Espa?a, un sex symbol nacional del que se hicieron camisetas, chocolatinas y tazas, hilvanaba nervioso ante los medios de comunicaci¨®n un discurso estudiado. Transmiti¨® una idea central: he aprendido de mis errores, que no repetir¨¦, vuelvo sin rencor y dispuesto a tejer complicidades. Se refer¨ªa a la Polic¨ªa y la Guardia Civil, que le acusaron sin piedad y le llevaron al banquillo por su papel en el refer¨¦ndum ilegal del 1-O. En sus silencios, subyac¨ªa otra idea: a sus 55 a?os, y a pesar de todo lo sufrido, los Mossos d¡¯Esquadra siguen siendo casi todo para ¨¦l.
El regreso de Trapero devuelve a la polic¨ªa auton¨®mica catalana a la primera l¨ªnea, despu¨¦s de haberse jugado la existencia del cuerpo en los meses de septiembre y octubre de 2017. Pero no es su intenci¨®n, aseguran fuentes de su entorno. En esta nueva etapa, quiere pasar desapercibido, alejarse de los medios, que nunca han sido objeto de su devoci¨®n. El major defiende que ha crecido personalmente, limado sus asperezas y la desconfianza que le acompa?aba, y que est¨¢ dispuesto a delegar. Algo que algunos miembros de los Mossos, donde sigue teniendo detractores, miran con escepticismo. ¡°Las personas no cambian¡±, repiten incluso quienes le admiran.
Con una personalidad carism¨¢tica, el Trapero que dirigi¨® los Mossos entre 2013 y 2017 era duro, poco dado a aceptar las cr¨ªticas. ¡°He visto a gente temblando en las presentaciones¡±, recuerda un agente auton¨®mico sobre la opini¨®n cr¨ªtica del major. ¡°Si le gustaba, te dec¨ªa que era excelente; pero si no, pod¨ªas pasarlo mal en una reuni¨®n¡±, a?ade. A pesar de eso, su regreso se recibe ¡°con esperanza¡±. ¡°Es un revulsivo, lo mueve todo¡±, cuenta un mando del cuerpo sobre la mirada ambiciosa que imprime a una polic¨ªa auton¨®mica que siempre ha perseguido las plenas competencias. ¡°Ahora ¨ªbamos a salto de mata¡±, se quejan, a pesar de que la anterior direcci¨®n tiene un proyecto de restructuraci¨®n que se ha quedado en un caj¨®n.
Ese Trapero que pod¨ªa llegar a infundir temor ha desaparecido, indican quienes le conocen. ¡°Es m¨¢s humano en el trato¡±. Y aseguran que al frente de los Mossos hay una versi¨®n mejorada de un mando intuitivo, con una gran capacidad de trabajo. ¡°No se le escapaba una coma, no intentases col¨¢rsela¡±, recuerdan sobre el viejo Trapero. En solo 24 horas, ya ha dado instrucciones a los comisarios, que le rinden cuentas desde su nombramiento. ¡°No ha habido un imp¨¢s¡±, explican. Sobre todo, les ha pedido que se adelanten a lo que pueda pasar con la crisis que ha generado el coronavirus y los tiempos convulsos que se empiezan a notar en las calles. ¡°Hay que saber lo que tenemos delante y saber interpretarlo¡±, les dijo a los comisarios del cuerpo sobre las posibles reacciones de una poblaci¨®n que est¨¢ sufriendo las consecuencias del par¨®n econ¨®mico.
Tampoco queda rastro, dicen, del Trapero que en una ¨¦poca coquete¨® con la far¨¢ndula catalana, y lleg¨® a tocar la guitarra para el expresidente Puigdemont y la periodista Pilar Rahola, entre otros. ¡°Cort¨® por lo sano¡±, aseguran. En su comparecencia ante los medios de comunicaci¨®n, explic¨® que, antes de aceptar volver, aclar¨® su postura con el consejero del Interior, Miquel S¨¤mper: los pol¨ªticos dirigen a la polic¨ªa para mejorar la vida del ciudadano, para hacer buena pol¨ªtica criminal, pero nada m¨¢s. ¡°Ahora est¨¢ a¨²n m¨¢s claro¡±, a?adi¨®, sobre su papel de garante de la ley. Con la tranquilidad a?adida, afirman, de que su modelo de actuaci¨®n en el refer¨¦ndum del 1-O fue el adecuado, avalado por la sentencia de la Audiencia Nacional.
Si a alg¨²n pol¨ªtico se le ocurre insinuarle la posibilidad de celebrar un refer¨¦ndum, m¨¢s vale que est¨¦n preparados, dicen entre bromas mandos de los Mossos que admiten que ¡°sin ¨¦l se vive mejor¡±. No se han olvidado a¨²n las reuniones que convocaba los viernes por la tarde en el complejo central de Egara, en Sabadell, cuando ya no quedaba un alma. Eso, esperan quienes le conocen, cambiar¨¢, al menos un poco. El nuevo Trapero quiere compaginar el trabajo con su familia, sobre todo tras ser padre tard¨ªo en los tres a?os que ha estado apartado, centrado en su defensa judicial.
Incompatibilidades
Todav¨ªa est¨¢ pendiente su redise?o de la c¨²pula policial. La pieza m¨¢s delicada de encajar es su antecesor en el cargo, Eduard Sallent, que ha sido cesado tras un a?o y medio para restituir al major. Con trayectorias opuestas ¡ªTrapero se ha forjado en el mundo de la investigaci¨®n, desde abajo hasta la c¨²pula, y Sallent ha trazado una carrera al margen de la parte operativa¡ª, los m¨¢s amables definen la relaci¨®n entre ambos como ¡°incompatible¡±. Otros hablan de una enemistad cocinada a fuego lento, dif¨ªcil de reparar.
No cabe duda de que el comisario Ferran L¨®pez, que form¨® parte de su anterior c¨²pula, se integrar¨¢ tambi¨¦n en la nueva. ¡°Es un mando de mi m¨¢xima confianza¡±, dijo Trapero p¨²blicamente. Y agradeci¨® el papel de mediador con Madrid que ejerci¨® tras las crisis del refer¨¦ndum, al asumir la jefatura durante la intervenci¨®n de la autonom¨ªa, y tambi¨¦n despu¨¦s. Ambos han vivido juntos el duro proceso judicial del que, seg¨²n fuentes del cuerpo, ha salido m¨¢s desgastado L¨®pez que el propio Trapero.
¡°Es una etapa de ilusi¨®n¡±, repiti¨® Trapero en su regreso. Algo que sorprende incluso a su entorno. ¡°Yo no habr¨ªa tardado un segundo en decir 'muchas gracias, se me ha pasado el momento¡±, dicen. Otros allegados dan una explicaci¨®n sencilla: Trapero es polic¨ªa por encima de todo.
El fin de la lucha con la Polic¨ªa y la Guardia Civil
¡°Se acabaron las guerras¡±, repiti¨® Trapero el viernes a sus mandos del cuerpo. Si ¨¦l no guarda rencor, seg¨²n dijo, por el proceso judicial de tres a?os al que ha sido sometido, nadie puede ir a cobrarse en su nombre una venganza que no desea y no busca. Ni siquiera con el teniente coronel de la Guardia Civil, Daniel Baena, que firma una dur¨ªsima investigaci¨®n contra ¨¦l. Trapero insisti¨® en buscar complicidades incluso donde no las hay.
Este es un discurso muy distinto al de la anterior etapa, en la que los enfrentamientos con otros cuerpos policiales eran frecuentes. Trapero investig¨® en 2009 a agentes de la Polic¨ªa Nacional en un caso de corrupci¨®n vinculado a dos burdeles de Castelldefels, el Riviera y el Saratoga. Sell¨® as¨ª una relaci¨®n complicada, que se tens¨® con su constante defensa de las competencias de los Mossos d¡¯Esquadra y la necesidad de estar en m¨¢s foros policiales nacionales e internacionales. Una pol¨ªtica que mantuvo como m¨¢ximo responsable de la Comisar¨ªa General de Investigaci¨®n Criminal, antes de dar el salto a la jefatura del cuerpo en el a?o 2013.
Los atentados del 17 de agosto de 2017, con las relaciones ya muy maltrechas, acabaron de minar los puentes que quedaban. La investigaci¨®n contra el 'major' se ley¨® como una venganza por su protagonismo esos d¨ªas, y por sus palabras en Catalunya R¨¤dio: ¡°Algunos tiran mierda, otros, flores, veremos quien gana¡±.
A pesar de esa voluntad firme de autocr¨ªtica que mostr¨® p¨²blicamente, pasar p¨¢gina y empezar una nueva era de entendimiento y mejores relaciones ser¨¢ su principal reto, seg¨²n mandos de los Mossos. Y no solo con las polic¨ªas. ¡°Tambi¨¦n con la Judicatura, con la Fiscal¨ªa¡±, reflexionan.
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