El sorprendente caso Trapero
No se ha podido probar judicialmente que el mayor de los Mossos y los suyos cometieran delito alguno pero s¨ª me parece probado hasta la saciedad que eran unos mandos incompetentes
El jefe de los Mossos d¡¯Esquadra en los meses de septiembre y octubre de 2017, cuando se produjo en Catalu?a el golpe a la democracia, era el mayor Josep Llu¨ªs Trapero, un polic¨ªa conocido y con fama de competente. Tras el fallido golpe fue destituido de su cargo al aplicarse el art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n y sometido a proceso judicial acusado de varios delitos ante la Audiencia Nacional, muy parecidos por cierto a los de los altos cargos pol¨ªticos aforados que fueron juzgados ante el Tribunal Supremo.
En sentencia reciente, Trapero y otros altos mandos policiales catalanes han sido absueltos. Se trata de una sentencia justa en t¨¦rminos judiciales porque es el resultado de un proceso llevado a cabo con todas las garant¨ªas. Por lo tanto, no cabe dudar de su inocencia desde el momento en que la resoluci¨®n judicial ha sido firme. As¨ª pues, desde el punto de vista de la verdad procesal, Trapero y sus colegas est¨¢n limpios de todo delito.
Al poco de conocerse la sentencia, Josep Llu¨ªs Trapero ha sido nombrado de nuevo mayor de los Mossos, es decir, su jefe m¨¢ximo. Vuelve a su antiguo puesto, lo cual no deja de ser sorprendente. As¨ª como hemos dicho que Trapero, tras su proceso judicial, quedaba limpio de todo delito, tambi¨¦n hay que decir que su actuaci¨®n en aquellos dos meses fue desastrosa. ?Por qu¨¦ a un cargo de gran relevancia que tan mal lo hizo entonces se le repone en el mismo puesto?
Lo hizo mal, primero, el d¨ªa 20 de septiembre al no ser capaz de impedir que unos manifestantes rodearan desde primera hora de la ma?ana y durante toda la jornada la consejer¨ªa de Econom¨ªa para que se llevara a cabo, por orden judicial, el registro del edificio. La impericia ¡ª?o la connivencia?¡ª de los hombres de Trapero dej¨® atrapada a la secretaria judicial que en nombre del juez estaba efectuando el registro.
Pero, en segundo lugar, la torpeza fue a¨²n m¨¢s flagrante en torno al supuesto refer¨¦ndum del 1 de octubre. ?Es posible que los Mossos que dirig¨ªa Trapero no supieran que aquel domingo se producir¨ªa una especie de votaci¨®n de acuerdo con unas leyes aprobadas irregularmente tres semanas antes, suspendidas por los tribunales y palmariamente inconstitucionales?
D¨¦jenme aportar dos an¨¦cdotas personales referentes a mis cuatro nietos, todos ellos entonces en ense?anza primaria. En la escuela de dos de ellos, la directora escribi¨® un correo a los padres diciendo que desde las 16.00 del viernes hasta las 8.00 de lunes dejaba de estar en funciones como directora y no se hac¨ªa responsable de lo que sucediera en el centro durante el fin de semana. Algo no solo anormal y alarmante sino a todas luces ilegal.
En el colegio de mis otras dos nietas la cosa fue diferente. La madre de las ni?as recibi¨® el viernes un correo de la presidenta de la asociaci¨®n de padres invit¨¢ndola a que pasara en la escuela todo el s¨¢bado y la noche del domingo hasta la ma?ana siguiente para as¨ª celebrar padres e hijos la ¡°tradicional fiesta de oto?o¡± ¡ªque nunca, ni antes ni despu¨¦s, se ha celebrado¡ª con el fin de fomentar la convivencia entre las familias y ver disfrutar a los ni?os ¡°jugando a pijamas¡±. Naturalmente, mi hija no se crey¨® tal patra?a y me llam¨® el viernes por la tarde para coment¨¢rmelo: se est¨¢ preparando en las escuelas el refer¨¦ndum ilegal. Con los datos que me daba resultaba evidente.
As¨ª pues, el viernes por la tarde constat¨¦ lo que se estaba preparando, tambi¨¦n pens¨¦ que ello lo impedir¨ªan los Mossos, coordin¨¢ndose con la Polic¨ªa Nacional. No solo se preparaba una acci¨®n ilegal, sino que los Mossos actuaban bajo mandato judicial para que todo ello se impidiera. Lo normal y l¨®gico era que se cerraran las escuelas el mismo viernes por la tarde.
Me pregunto: ?es posible que yo, como tantos otros, tuviera noticia el viernes lo que por lo visto no sab¨ªan el mayor Trapero, m¨¢ximo encargado del orden p¨²blico, del cumplimiento de las leyes y de los mandatos judiciales? No me parece posible. No se ha podido probar judicialmente que Trapero y los suyos cometieran delito alguno pero s¨ª me parece probado hasta la saciedad que eran unos mandos incompetentes. Si es as¨ª, ?por qu¨¦ se le da a Trapero, de nuevo, el mando de los mossos? ?Se premia a los incompetentes? Ho tornaran a fer.
Francesc de Carreras es catedr¨¢tico de Derecho constitucional.
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