El ¡®generoplanismo¡¯ entra en el feminismo
La campa?a ¡®Contra el borrado de mujeres¡¯ cumple perfectamente el ¨²ltimo requisito de este tipo de teor¨ªas: la conspiranoia.
Es fascinante la capacidad que tenemos las personas de creer teor¨ªas sin hechos experimentales si encajan con prejuicios c¨®modamente instalados. Es un caso magn¨ªfico el terraplanismo, para el que las fotograf¨ªas espaciales o el cielo diferente en los dos hemisferios no impiden la visi¨®n de un mundo plano de l¨ªmites insondables. Otro caso espl¨¦ndido es el generoplanismo: la creencia en un mundo de g¨¦nero plano limitado por una supuesta biolog¨ªa sin matices. Evidentemente las generoplanistas rechazan este g¨¦nero plano por opresor y limitado, pero parad¨®jicamente atacan la lucha por salirse de sus l¨ªmites.
Las generoplanistas critican la propuesta de reforma de la ley catalana de violencia machista y las iniciativas estatales para las leyes de igualdad social LGTBI y trans, y se nos recrimina a las mujeres con vivencia trans de alinearnos con el patriarcado y reforzar roles. Un reproche incomprensible porque defendemos lo contrario: el derecho a la autodeterminaci¨®n al propio g¨¦nero que supere condicionantes sociales y un binarismo asfixiantes. Dicen que el gran peligro es la libre rectificaci¨®n del error cometido sobre una persona en ser registrada como hombre en lugar de mujer. La rectificaci¨®n inversa, sorprendentemente, no preocupa. Critican en el fondo un estereotipo de mujer trans reforzado por decisiones ¡°expertas¡± de psiquiatras basadas en roles de g¨¦nero. ?Pero si es justamente la eliminaci¨®n de esta decisi¨®n sexista y tutelar la base de la lucha trans, en total consonancia con el feminismo radical! ?D¨®nde est¨¢ nuestra connivencia con el patriarcado?
El generoplanismo cree en peligro las pol¨ªticas de igualdad y las estad¨ªsticas ¡°reales¡± de violencia machista. As¨ª no s¨®lo banalizan las violencias contra las mujeres trans y van contra nuestra dignidad y la libre determinaci¨®n personales, derechos fundamentales reconocidos por los m¨¢s altos tribunales, sino que van tambi¨¦n contra los hechos: las mujeres trans ya formamos parte de ellas y, de hecho, reforzamos su necesidad.
La ¨²ltima ofensiva generoplanista, la campa?a ¡°Contra el borrado de mujeres¡±, cumple perfectamente el ¨²ltimo requisito de este tipo de teor¨ªas: la conspiranoia. Sin complejos, denuncian una maquinaci¨®n para eliminar la categor¨ªa mujer con las nuevas leyes que proteger¨¢n a m¨¢s mujeres y mejor. Pero los hechos, testarudos, muestran que en ninguno de los catorce pa¨ªses que ha reconocido el derecho a la autodeterminaci¨®n de g¨¦nero las mujeres han desaparecido o han visto reducidos los derechos. Se?oras, ?qui¨¦n pretende borrar a qui¨¦n?
A las feministas no nos gusta la estructura de g¨¦neros de esta sociedad. A las personas trans menos todav¨ªa y dedicamos toda la vida a luchar contra ella. De hecho, viajamos tan lejos en el g¨¦nero que vemos su curvatura y hacemos descubrir a toda la sociedad que el g¨¦nero puede dejar de ser una tierra acotada para ser un espacio de libertad. Con la lucha feminista, el g¨¦nero puede ser una esfera sin l¨ªmites donde todos los puntos son equidistantes del centro de la sociedad.
Judith Juanhuix es cient¨ªfica y activista trans.
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