Figuras para tocar y listas para una ¡®selfi¡¯
El Museo de Cera de Barcelona reabre con una nueva propuesta y una renovaci¨®n del 70% de sus fondos
Forrest Gump espera sentado en un banco aguardando a que alguien se siente a su lado. Kong, un tremendo orangut¨¢n, te abrazar¨¢ con cuidado -cuando lo permita la pandemia-, se puede sentir ser el todo poderoso ocupante del trono de hierro de Juego de Tronos o subir a una atalaya -tecnol¨®gica- de 120 metros de altura sin moverse ni un ¨¢pice y ver Barcelona a vista de ¨¢guila y casi casi tocar a Col¨®n. El nuevo Museo de la Cera de Barcelona ha dejado atr¨¢s su primera etapa, desde que abri¨® en 1973, y a partir de este viernes inicia otra en la que combina experiencias interactivas con una renovaci¨®n de un 70% por ciento de sus figuras y la inclusi¨®n de numerosos referentes de parte del siglo XX y muchos del siglo XXI. Las obras para poner a punto el museo se iniciaron hace meses.
Figuras que se podr¨¢n tocar y, sobre todo, que parecen esperar para hacerse una selfi con los visitantes. ¡°Lo llamamos un museo instagramfriendly¡±, resum¨ªa ?ngel D¨ªaz, uno de los promotores de la renovaci¨®n pr¨¢cticamente total del Museo de Cera que ser¨¢ explotado por la sociedad Advanced Leisure Services (ALS), gestora de diferentes espacios en la ciudad, como el castillo de Montju?c o el Palau Moja. El trinquero Toni Cruz, expresidente de la empresa Endemol, es el director creativo del proyecto.
Cuesta reconocer los espacios del viejo museo, un palacete neocl¨¢sico de 1867, porque la renovaci¨®n tambi¨¦n ha alcanzado la configuraci¨®n de las salas y distribuidores. Tiene 28 espacios diferentes y aglutina, por ahora, 120 figuras. El vest¨ªbulo de entrada da la bienvenida con grandes pantallas que reflejan iconos de la ciudad, tanto lugares y monumentos como personajes ante las figuras de Gaud¨ª y el conde G¨¹ell que parecen estudiar los planos del parque G¨¹ell. Despu¨¦s se accede a una plataforma que ¡°transporta¡± al visitante al cielo de Barcelona con una visi¨®n de 360 grados. El museo ha conservado algunas de las peculiares salas que forman parte de la historia del edificio, que fue la sede del Banco de Barcelona, como las cajas de seguridad en las que los personajes de la Casa de Papel han sustituido a Bonnie and Clyde, de la etapa anterior.
El acceso a una jungla, en la que se ha preservado la figura de Indiana Jones, lo marca un enorme orangut¨¢n con un mecanismo que rodear¨¢ con su brazo a quien lo accione, como en la pel¨ªcula King Kong, pero listo para una foto. La mezcla de los referentes culturales, de la m¨²sica, las artes, el cine y la ciencia ha posibilitado que convivan nuevos personajes y antiguos. Fleming o Ram¨®n y Cajal comparten espacio con Stephen Hawking; Marylin Monroe est¨¢ a un paso de Leonardo Dicaprio; Frida Khalo da la bienvenida al espacio de los pintores con un hiperrealista Picasso que parece escudri?ar con la mirada a Goya o a El Greco; Moli¨¨re comparta sala con Neruda. Los referentes musicales del nuevo museo son uno de sus platos fuertes y conviven desde Freddie Mercury, Adele, Billie Eilish o Rosal¨ªa. Presidiendo esa sala, a modo de escenario, los Beatles y Elton John. Han sobrevivido a los cambios los referentes en la cl¨¢sica y Beethoven, Chopin o Pau Casals han sido sometidos a una puesta a punto para su nueva vida, como el resto de las figuras antiguas que se han mantenido. Otras han sido reutilizadas en otros espacios, como un castell en forma de pilar que trepa por una escalera, ante la mirada de Llu¨ªs Companys y Francesc Maci¨¤.
No hay muchos pol¨ªticos, salvo Merkel y Obama y un ¡°Pasaje del Bien y del Mal¡±, con Teresa de Calcuta, Nelson Mandela e Indira Gandhi frente a Hitler, Franco y Mussolini. El deporte tambi¨¦n tiene su espacio -con Gassol, Messi y Marc M¨¢rquez, entre otros- y hay una gran cocina con algunas de las estrellas del firmamento gastron¨®mico. El viejo submarino tambi¨¦n se ha actualizado para dejar ver el basurero en el que se ha convertido el mar- ah¨ª est¨¢ Greta Thunberg para recordarlo- y hay un t¨²nel del terror con referentes actualizados: ha desaparecido Frankestein en su precario laboratorio frente a un inquietante Joker, por ejemplo. Uno de los espacios m¨¢s espectaculares es el que recrea personajes de Juegos de Tronos junto con otra de los grandes, La Guerra de las Galaxias.
¡°La intenci¨®n es que este museo de cera refleje el siglo XXI y se busca m¨¢s una experiencia que un museo contemplativo¡±, apuntaban en la presentaci¨®n. La colecci¨®n crecer¨¢ y para el a?o pr¨®ximo se incorporar¨¢n entre 12 y 15 personajes nuevos. ¡°A los visitantes se les preguntar¨¢ qu¨¦ figuras creen que se deber¨ªan incorporar, para conocer las preferencias aunque hay que tener en cuenta que algunos referentes pueden ser solo moment¨¢neos¡±, a?ad¨ªa D¨ªaz. Algunos referentes de varias generaciones de barceloneses que frecuentaban el zoo, como Copito de Nieve, tambi¨¦n han encontrado su sitio en el renovado museo.
Inversi¨®n y entradas
Para reformular el Museo de Cera se han invertido seis millones de euros -cada figura cuesta unos 20.000 euros- y la previsi¨®n es que en los primeros a?os se puedan alcanzar los 80.000 visitantes que ten¨ªa en los ¨²ltimos a?os de vida para progresivamente alcanzar los 150.000 o 200.000 de sus mejores ¨¦pocas. Hasta su cierre, el equipamiento del final de la Rambla era visitado, esencialmente, por turistas. ¡°Queremos que el barcelon¨¦s vuelva a visitar el Museo, que baje a la Rambla para revitalizarla. Y no descartamos llegar a acuerdos con otros operadores, como las Golondrinas o restaurantes cuando se supere la crisis sanitaria¡±, explicaba su promotor.
Las entradas del museo, por internet, costar¨¢n 20 euros para adultos y 16 para menores de entre 6 y 12 a?os, mientras que el pack familiar saldr¨¢ por 57 euros: ¡°No es solo un museo de contemplaci¨®n, es una experiencia envolvente de m¨¢s de una hora y creemos que no es un precio desorbitado¡±, comentaba D¨ªaz. Junto al Museo tambi¨¦n ha reabierto el Bosc de les Fades, donde se ha conservado el espacio de bar y se han establecido las taquillas -lo seguir¨¢ siendo la caseta de La Rambla- y la tienda de regalos.
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