Los precios del alquiler lastran el atractivo para los trabajadores expatriados
Barcelona ha pasado del noveno puesto al 25 de un ranking de ciudades
Barcelona ha perdido atractivo como potencial residencia de trabajadores internacionales. La ¨²ltima encuesta realizada por la organizaci¨®n Internations ¡ªelaborada en marzo¡ª revela una fuerte ca¨ªda en el ¨²ltimo a?o: pasa de la posici¨®n n¨²mero 7 de 2019 a la n¨²mero 25 en un trabajo que pone de relieve la actual preferencia por ciudades peque?as antes que por las grandes. El mayor ejemplo es que dos ciudades como Valencia y Alicante han pasado a liderar una clasificaci¨®n en la que compiten con las dos grandes ciudades espa?olas (Madrid se sit¨²a en novena posici¨®n)pero tambi¨¦n con urbes de referencia global como Nueva York, Londres o Hong Kong.
Seg¨²n las respuestas de los expatriados consultados la capital catalana ofrece un alto nivel de ocio (tres ciudades espa?olas lideran ese ranking) y se mantiene en posiciones de cabeza en cuestiones como la facilidad para establecerse o la calidad de la vida urbana, pero esos puntos fuertes se ven lastrados por la oferta de trabajo, el nivel de vida y, sobre todo, las dificultades de encontrar vivienda a precios acordes con los salarios. El propio estudio de Internations recoge el entrecomillado de un expatriado alem¨¢n presente en Barcelona ¡ªan¨®nimo¡ª que se?ala: ¡°No me gustan las condiciones de trabajo, la n¨®mina es muy baja y los alquileres muy altos¡±. El alto coste de vida para vivir en Barcelona ha quedado de manifiesto en otros ¨ªndices elaborados por consultoras internacionales, como el que elabora cada a?o la consultora Mercer, o el bar¨®metro sobre ciudades europeas de Eurostat.
¡°Barcelona es una ciudad en la que, en general, es f¨¢cil ser extranjera¡±, explica a este diario la danesa Tina Grejsen, de 32 a?os y siete a?os ya con trabajo y domicilio en la capital catalana. Grejsen, ejecutiva en la multinacional SAP, admite que uno de los puntos negros que sufre Barcelona es, entre otros, el de la presi¨®n existente sobre el mercado inmobiliario, que est¨¢ elevando los precios a niveles insostenibles para los salarios que se pagan en Espa?a. ¡°Afortunadamente no me afecta pero s¨ª que es cierto que es una bestialidad lo que pagamos por el alquiler aqu¨ª. El aumento del coste de vida no ha sido acorde con el de los salarios¡±. Algunos amigos, dice, se preguntan: ¡±?Por qu¨¦ tengo que pagar lo mismo que en Copenhaguen si no recibo el mismo salario?¡±
Alquilar un piso a finales del a?o pasado ¡ªantes del impacto de la pandemia¡ª costaba en la ciudad 995 euros, seg¨²n los datos de la Generalitat. Esa cifra supone un incremento del 41% en cinco a?os, mientras que los salarios de cuadros intermedios en Catalu?a apenas habr¨ªan crecido en ese mismo periodo un 11%, seg¨²n las estad¨ªsticas que elabora cada a?o la escuela de negocios Eada, para situarse el a?o pasado cerca de los 44.000 euros. Eso supone que han de destinar, de media, casi el 28% del salario a vivienda, cerca al umbral recomendable del 33%.
¡°Yo conozco a gente que ha decidido trasladarse de Barcelona a Valencia por el alto precio de la vivienda aqu¨ª¡±, se?ala Adina Levin, una estadounidense de 31 a?os que se instal¨® en la capital catalana hace dos a?os y medio, aunque ya hab¨ªa estado a los 16 a?os (y aprendi¨® catal¨¢n en Nueva York). ¡°Tiene efectos en la comunidad extranjera. La ¨²nica forma es cobrar salarios de fuera o mudarse a otras ciudades m¨¢s baratas¡±, resuelve. Los resultados de la encuesta de Internations pone de manifiesto que el 28% de los expats presentes en Barcelona est¨¢n insatisfechos con su situaci¨®n financiera y un 67% considera inasumible encontrar residencia.
Otra de las cuestiones que pone de manifiesto la encuesta son los problemas de seguridad que consideran. Un 33% de los encuestados lo consideran un obst¨¢culo, un elemento que Grejsen tambi¨¦n considera un problema: ¡°He tenido muchos problemas con eso: me han amenazado con un cuchillo y me han robado el bolso¡±, explica, subrayando una cuesti¨®n: ¡°Lo que m¨¢s me molesta es la cuesti¨®n de la gesti¨®n de la inseguridad. La polic¨ªa no tiene mecanismos para cuidarnos¡±. Y tambi¨¦n comenta que las protestas posteriores a la sentencia del Tribunal Supremo que condenaron a prisi¨®n a los l¨ªderes independentistas tampoco dejaron una buena imagen: ¡±Ten¨ªa que contratar a un empleado que en esos momentos estaba en un hotel en la Via Laietana con su familia y acab¨® declinando la oportunidad¡±, explica- y ha tenido algunos efectos muy concretos.
La masificaci¨®n del turismo
¡±Sin entrar en temas pol¨ªticos, creo que Barcelona est¨¢ sufriendo por cuestiones como la imagen y la seguridad¡±, dice Arad Edred, otro expatriado que vive en la ciudad, quien critica, por ejemplo, las diferencias tributarias entre Barcelona y Madrid y descarta que el problema sea inmobiliario, porque considera que ese problema es similar en Madrid.
Hay otra cuesti¨®n que para Grejsen y Levin son similares: la masificaci¨®n tur¨ªstica de Barcelona. Levin considera que la ciudad tiene que luchar por mantener una personalidad propia y alejada del resto de grandes ciudades en las que se ha optado por una oferta globalizada, en la que se replican ofertas comerciales. ¡°Me entristece por ejemplo que muchas cosas en el centro de la ciudad sean en ingl¨¦s. Estamos haciendo da?o al mirar hacia otras ciudades y no invertir en cosas locales¡±, explica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.