Sobrevivir a guerras, inundaciones y virus
Casa Pijaume sigue, tras 145 a?os, dando un trato cercano a su clientela en la Rambla de la Llibertat de Girona
En 1875 Vicen? Pijaume Soler, artesano hilador de 23 a?os, dej¨® Rupi¨¤ y se traslad¨® a Girona, donde fund¨® Casa Pijaume, en el n¨²mero 9 de la Rambla de la Llibertat. Empez¨® siendo una alpargater¨ªa especializada en espardenyes de vetes de c¨¢?amo ¨Cde las que pod¨ªa vender 150 al d¨ªa a agricultores, a 0,70 c¨¦ntimos, y duraban 20 d¨ªas¨C, zuecos, cuerdas y cordeles. La cuarta generaci¨®n sigue vendiendo las cl¨¢sicas espardenyes, pero tambi¨¦n zapatos para pies delicados y todo tipo de calzado para hombre y mujer, de moda c¨®moda. Casa Pijaume, entre la Rambla y el r¨ªo Onyar, ha sobrevivido a guerras, inundaciones y, ahora, al embate del virus. Gracias a una fiel clientela esperan seguir abiertos muchos a?os.
Can Pijaume era uno de los comercios m¨¢s populares de Girona. Su privilegiada situaci¨®n le ha permitido tomar el pulso a la ciudad durante 145 a?os. Hasta hace poco conservaban un cristal que fue atravesado por una bala en la Guerra Civil. Las cuerdas tambi¨¦n tuvieron protagonismo. La bisnieta del fundador, Nuri, explica c¨®mo su padre, Vicen? Pijaume Juanola, le cont¨® que de peque?o su padre ¨Cel abuelo de Nuri¨C, Ramon Pijaume Vives, le dec¨ªa: ¡°Venga, vamos a la catedral¡±. Iba a cambiar las cuerdas del reloj. Tambi¨¦n repon¨ªa las del tel¨®n del teatro y ampli¨® el negocio con material de pesca de r¨ªo con redes que ¨¦l mismo tej¨ªa.
Con Ramon Pijaume la tienda tambi¨¦n acogi¨® singulares tertulias entre m¨¦dicos, cl¨¦rigos, guardias civiles¡ ¡°A veces hab¨ªa clientes que no entraban porque cre¨ªan que estaba lleno, ?y estaban de tertulia!¡±, exclama Nuri. ¡°Sin tel¨¦fonos ni Internet, ?qu¨¦ iban a hacer? ?Ir a la Rambla!¡±, dice, sonriendo.
Sin darse ni cuenta llegaron las suelas de goma y las deportivas. Era reacio al cambio, pero su nuera, Leonor Sureda, la Leo, quien le ayud¨® al frente de la tienda desde 1961, fue quien poco a poco y a escondidas ¨Ccuenta Nuri¨C moderniz¨® el negocio y alquil¨® el n¨²mero 13 de la Rambla. La chiruca substituy¨® al zueco. Leo despachaba y sus hijos com¨ªan en la trastienda, con vistas al Onyar. Han esquivado las crecidas del r¨ªo varias veces. Los a?os siguientes el eje comercial dej¨® la Rambla.
En los ochenta tomaron las riendas del negocio Nuri y su hermano Vicen?, de 57 y 54 a?os, respectivamente. La cuarta generaci¨®n. ?l, en el n¨²mero 9, y ella, en el 13. Siguen las cajas de zapatos forrando las paredes y el trato cercano y profesional que ha caracterizado a Casa Pijaume durante siglos. Entre su fiel clientela, el president Torra, el cantante Gerard Quintana o Francesca, que hace 60 a?os que compra sus zapatillas all¨ª. Tambi¨¦n venden abarcas y mantienen la demanda de espardenyes de vetes ¨Co ¡°catalanas¡± como las llaman los franceses¨C para pastorets, sardanistas, etc. ¡°No se han dejado de vender en 145 a?os, somos un referente¡±, dice la empresaria. La pandemia ha azotado los comercios de la Rambla y Argenteria. De los 80 un 25% se ha visto abocado al cierre y ellos han bajado un 50% las ventas. Est¨¢ convencida: ¡°El no tener empleados y pagar solo un alquiler nos ha permitido mantenernos¡±.
Est¨¢n agradecidos a su clientela: ¡°Hemos dependido de la gente de Girona y provincia que nos han recordado y han venido a comprar¡±, reconoce Nuri. El comercio sufre, pero unas tiendas m¨¢s que otras. Las m¨¢s afectadas son las que depend¨ªan de los turistas; las favorecidas, las de ropa del hogar, pijamas y ropa interior.
En la pandemia, Casa Pijaume ha ganado presencia en las redes sociales pero no vender¨¢n online. ¡°Apostamos por el trato cercano, por no perder el de t¨² a t¨². A veces entran por unos zapatos y me cuentan su vida. Quiz¨¢s aquella persona lo necesitaba y le has hecho un bien¡±, dice Nuri. Adem¨¢s se pregunta: ¡°Si no vamos a las tiendas y todo es por Internet, ?qu¨¦ se quiere, tiendas cerradas y calles vac¨ªas? Pues hagamos algo por el comercio local.¡±
¡°El futuro ser¨¢ la vacuna, que abrir¨¢ fronteras¡±, augura. Est¨¢ segura de que ¡°los turistas volver¨¢n y no ser¨¢ como antes. Por suerte, porque no ¨ªbamos bien¡±. ¡°No quiero aquella turistada en autocares que solo atascaba w¨¢teres y calles. En un d¨ªa les hac¨ªan ir a
Girona, Olot, Banyoles y Besal¨², ?eso que es?¡±. Quiere un turismo m¨¢s familiar, de amigos, de fin de semana. Cree que el virus quiz¨¢s ha tra¨ªdo algo bueno, ¡°el tan reclamado cambio en el sector tur¨ªstico del Barri Vell¡±, y se alegra de que ¡°los s¨¢bados que no puedan ir a las segundas residencias, la gente vuelva a la Rambla y recupere la vida para la ciudad¡±.
A?o de apertura: 1875.
El producto m¨¢s destacado de la tienda: Alpargatas de esparto.
Proyecto inmediato: Subsistir sin perder su esencia.
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