Dos millones para afinar la casa museo de Pau Casals

A Pau Casals le angustiaba salir al escenario. Lo dej¨® escrito en sus cuadernos de notas. Unas reflexiones que, rescatadas por un proyector de luz, decoran el dormitorio de su casa de veraneo, en El Vendrell. Ah¨ª, frente a la playa de Sant Salvador, el genial violonchelista persegu¨ªa el sosiego. ¡°A pesar de todo, no hay m¨¢s remedio que presentarse ante el p¨²blico... mirar sus caras y compartir la belleza de la m¨²sica¡±, reza otro pensamiento del artista. Ante el miedo, valor. Frente a la ansiedad, m¨²sica.

La Fundaci¨®n que gestiona el legado del m¨²sico impulsa una rehabilitaci¨®n de la preciosa casa museo de Casals. El plan contempla la restauraci¨®n de las fachadas y la rehabilitaci¨®n de las grietas y de los desperfectos, cuando se van a cumplir veinte a?os desde la anterior intervenci¨®n. Pero, adem¨¢s, se aprovecha para ampliar el fondo muse¨ªstico y digitalizar los archivos de Casals. ¡°Este es uno de los seis mejores museos de Europa dedicados a un m¨²sico¡±, alardea Jordi Pardo, director general de la Fundaci¨®n Pau Casals. Sit¨²a la villa Casals a la altura del museo Chopin de Varsovia, de la casa natal de Bach en Eisenach o del Beethoven Museum de Viena. ¡°Har¨ªa falta darle una mayor promoci¨®n¡±, demanda Pardo.

El proyecto de rehabilitaci¨®n del espacio fue presentado ayer, coincidiendo con el 144 aniversario del nacimiento del genio del chelo. Se ha previsto un presupuesto de 2,2 millones de euros para remozar una finca que goza de la proximidad del mar, a la vez que sufre los efectos de la humedad y de la corrosi¨®n salina. La directora del museo, N¨²ria Ballester, valora que el plan para asear el espacio no haya trastabillado pese a los efectos de la pandemia. De los 23.000 visitantes anuales se ha pasado este 2020 a solo 6.000.

La directriz principal es que las obras no alteren ¡°el esp¨ªritu de la casa¡± porque, seg¨²n Pardo, ese indeleble recuerdo de las vivencias del m¨²sico es uno de los atractivos del museo. ¡°Parece que Pau Casals haya estado hace poco aqu¨ª¡±, resalta Pardo. El violonchelista falleci¨® en el a?o 1973 en San Juan de Puerto Rico. Sus restos fueron trasladados al cementerio de El Vendrell.

En el blanqu¨ªsimo caser¨®n frente al mar se conservan retazos de la vida del m¨²sico. Una agenda del a?o 1912 es testigo de su ¡°vida fren¨¦tica¡±, indica el director de la Fundaci¨®n. Viena, Munich, Londres y Manchester en una semana. En las paredes, retratos en sepia de su primer profesor de violoncelo, Josep Garcia, de sus hermanos Enric y Llu¨ªs, o, a la vera de su cama, un grabado de la Virgen de Montserrat, obra de Joseph Flaugier y Agust¨ª Sellent. En su biblioteca, las Obras Completas de Maragall, la Divina Comedia, Vida de Manolo, de Josep Pla o Mirra, de Ventura Gassol.

En un escritorio, una carta que mand¨® a su madre, Pilar Defill¨®, mientras viajaba a bordo del Olympic, el mayor transatl¨¢ntico del mundo hasta la botadura del Titanic. Y, por todos los rincones, m¨²sica. El chelo y la imponente sala donde ensayaba y ofrec¨ªa recitales son el vestigio m¨¢s tangible de la entrega musical de Casals, pero su pasi¨®n mel¨®dica iba m¨¢s all¨¢: en la casa se conserva un mech¨®n de pelo del compositor Felix Mendelssohn y un manuscrito original de Johannes Brahms. Al finalizar el recorrido por la villa, atenci¨®n preferente merece su comparecencia en las Naciones Unidas, el 24 de octubre de 1971. ¡°Este es el mayor honor que he recibido en mi vida. La paz ha sido siempre mi mayor preocupaci¨®n¡±, dijo entonces.

Un refugio fetiche para el m¨²sico

En 1910, Pau Casals hizo construir la Villa Casals en el paseo mar¨ªtimo de Sant Salvador, en El Vendrell. La casa, inicialmente concebida como casa de veraneo, fue reformada por el arquitecto Antoni Puig Gairalt entre 1931 y 1936. Con esa reforma le fueron adjuntadas la Sala de M¨²sica, el jard¨ªn y el bonito mirador que se eleva sobre la arena de la playa. En la finca vivi¨® Pau Casals hasta 1939, cuando el desenlace de la Guerra Civil Espa?ola lo oblig¨® a exiliarse. Primero se refugi¨® en Prada de Conflent (Francia) y, despu¨¦s, en San Juan de Puerto Rico, donde falleci¨® a los 96 a?os de edad. Sus restos mortales fueron trasladados al Vendrell en 1979 y descansan en el cementerio del pueblo, a cinco kil¨®metros de la casa que fue su refugio de reposo.