Catalu?a entra en campa?a con el desaf¨ªo de 132.000 parados m¨¢s

La pol¨ªtica catalana ha iniciado esta medianoche su campa?a electoral hacia el 14-F apenas quince horas despu¨¦s de conocer el roto que la pandemia ha dejado en el mercado laboral catal¨¢n. El resultado es una fuerte destrucci¨®n de empleo y una tasa de paro estimada del 13,8% tras contabilizar 132.100 desempleados m¨¢s que hace un a?o. Con ese balance laboral, sumado a una ca¨ªda anual del PIB que podr¨ªa alcanzar el 12%, la reactivaci¨®n de la econom¨ªa est¨¢ llamada a convertirse en uno de los ejes de campa?a tras un final de mandato en el que justamente la gesti¨®n del Departamento de Trabajo, con dos ceses, ha sido m¨¢s que controvertido.

El pr¨®ximo gobierno de la Generalitat tendr¨¢ que gobernar un territorio con 537.900 parados, un 31.5% m¨¢s de los que hab¨ªa hace un a?o. Y se trata de una cifra dopada a causa del trabajo que est¨¢n efectuando todav¨ªa las regulaciones temporales de empleo (ERTE) activadas por el Gobierno central, que han impedido que se cumplan las peores previsiones. La propia Generalitat preve¨ªa en octubre para este a?o una horquilla de entre el 15,4% y el 16,1% de tasa de paro estimada, muy superior a la que ofreci¨® ayer la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA). La tasa de paro queda todav¨ªa muy lejos de las que dej¨® la Gran Recesi¨®n en 2010, encaramada durante a?os por encima del 20%.

Uno de cada cuatro empleos destruidos en Espa?a tuvieron Catalu?a como escenario, donde los efectos de la pandemia han borrado de un plumazo 137.600 puestos de trabajo. La patronal Fomento del Trabajo ya avis¨® ayer que la recuperaci¨®n de empleo no ser¨¢ una carrera de corto recorrido que se pueda resolver este 2021. Al contrario, forma parte del consenso que se tardar¨¢ a?os en recuperar los guarismos previos a la aparici¨®n de la covid-19.

Y las patronales llevan avisando meses la necesidad de inyectar una desacomplejada cantidad de recursos p¨²blicos que contribuya a salvar al tejido empresarial que, de momento, ha sobrevivido a la crisis.

Ah¨ª se encuentra uno de los elementos importantes del pr¨®ximo ejecutivo, que deber¨¢ manejar las cuentas de la Generalitat durante la mayor parte del ejercicio sin nuevas cuentas p¨²blicas, si es que es capaz de elaborarlas antes de que se cierre el a?o. Y ah¨ª se encuentra tambi¨¦n uno de los problemas con los que ha contado el actual Ejecutivo. Ha inyectado poco m¨¢s de 800 millones de euros en ayudas a los colectivos econ¨®micos m¨¢s tocados por la pandemia, recursos que sindicatos y patronales coinciden en calificar de insuficientes, y con sonados fiascos en su atribuci¨®n: una convocatoria de ayudas a los trabajadores aut¨®nomos acab¨® sobrepasando las expectativas del Govern y colaps¨® el sistema inform¨¢tico. Como consecuencia de ese problema que soliviant¨® a las asociaciones de trabajadores por cuenta ajena el consejero de Trabajo, Chakir El Homrani ces¨® a quien hasta era entonces su n¨²mero dos, Josep Ginesta, ahora asalariado de la patronal Pimec.

Desde esa butaca, Ginesta se?al¨® ayer al Govern que las pol¨ªticas activas de empleo tendr¨¢n una importancia ¡°vital¡±, as¨ª como la necesidad de m¨¢s ayudas directas y de inyecci¨®n de liquidez a las empresas, y una apuesta firme para facilitar mecanismos de digitalizaci¨®n en el tejido productivo. Parece esa una lecci¨®n aprendida por parte del Govern, que anunci¨® la semana pasada un nuevo sistema de subsidios por un importe de 618 millones para aut¨®nomos y trabajadores en ERTE que no alcanzan el salario m¨ªnimo de referencia catal¨¢n. Los sindicatos apremian a aprobarlas para que lleguen a los beneficiarios. Foment y Pimec cuestionan que para poder recibir ayudas se deba garantizar mantener el empleo durante un a?o.