¡°Nadie certificar¨¢ mi miedo al contagio el 14-F¡±
Un millar de elegidos para contar votos se quejan al S¨ªndic de que obligarles a participar en los comicios vulnera su derecho a la salud
Entre finales de la semana pasada, y principios de esta, 82.053 ciudadanos de Catalu?a han recibido la notificaci¨®n para que el domingo 14 de febrero formen parte ¡ªya sea como presidentes, vocales o suplentes¡ª de 9.117 mesas electorales. Se trata de uno de los comicios m¨¢s an¨®malos celebrados en esta comunidad aut¨®noma y el primero bajo una pandemia mundial. Este jueves, 1.030 miembros de mesas presentaron una queja conjunta al S¨ªndic de Greuges (el defensor del pueblo catal¨¢n) por la que alegaban que ¡°en plena tercera ola¡± se van a ver obligados a permanecer m¨¢s de 12 horas ¡°en un local cerrado¡±, en contacto con centenares de personas, entre ellas las que se est¨¢n infectadas ¡ª y sus contactos estrechos¡ª a las que la Generalitat recomienda votar en la ¨²ltima hora con las urnas abiertas, entre las 19.00 y las 20.00.
Los miembros de las mesas denuncian que, a pesar de que la Administraci¨®n ha asegurado que les proporcionar¨¢ equipos de protecci¨®n individual (EPI) para ponerse cuando voten los contagiados, nadie les ha formado sobre c¨®mo utilizarlos. Y consideran que obligarles a acudir a las mesas vulnera su derecho a la salud.
EL PA?S ha contactado con 10 miembros de mesas designados. Todos rechazan la celebraci¨®n de los comicios en la fecha prevista y comparten el miedo a contagiarse o llevar el virus de las urnas a sus casas.
Mercedes Ridruejo tiene 57 a?os y es de El Vendrell (Tarragona). Le lleg¨® la notificaci¨®n a finales de semana. ¡°Firm¨¦ el acuse de recibo al funcionario que me lo trajo y a?ad¨ª en el papel: ¡®Es un peligro y una imprudencia hacernos participar en estos comicios¡¯. Yo vivo sola. Si enfermo dependo exclusivamente de m¨ª¡±, denuncia. Ridruejo trabaja en una distribuidora de bebidas que vende ahora un 30% de lo que facturaba antes de la pandemia. ¡°Tengo miedo. Eso es lo que tengo. Y ning¨²n m¨¦dico va a certificar que no puedo ir a la mesa electoral por miedo¡±, denuncia.
A M¨®nica Gonz¨¢lez de Vilafranca del Pened¨¦s (Barcelona) no le han asignado ninguna mesa. Pero s¨ª le ha tocado a su hija Ainoa Mariner, de 19 a?os. ¡°El problema es que tengo otro hijo de 13 a?os con una enfermedad rara ¡ªdistrofia muscular de Duchenne¡ª y con un 75% de discapacidad. Si mi hija se contagia podr¨ªa ser fatal para su hermano. Estamos presentando informes m¨¦dicos y todo tipo de documentaci¨®n, pero nos est¨¢n diciendo que no tenemos gran cosa que hacer porque la persona vulnerable es solo conviviente de Ainoa¡±, lamenta Gonz¨¢lez.
Un total de 3.700 integrantes de mesas electoras se han suscrito a un canal de Telegram bautizado como Membresmesa2021. De ellos, 1.030 presentaron el jueves la queja al S¨ªndic. Uno de ellos trabaja en el Hospital Cl¨ªnic de Barcelona. Es sanitario y prefiere mantener el anonimato. ¡°La palabra es indignaci¨®n. Llevo m¨¢s de 15 a?os viviendo en la zona F¨®rum de Barcelona y me han llamado para que vaya a una mesa de Gr¨¤cia, todav¨ªa no lo entiendo¡±, lamenta. ¡°Llevo un a?o que solo trabajo. Y cuando no lo hago, estoy en mi casa. He visto a muchas personas pasarlo muy mal. ?A qui¨¦n se le ha ocurrido hacer elecciones en plena pandemia? Llevamos meses con el material justo en los hospitales y ahora, de golpe, pretenden conseguir EPI para todas las mesas electorales¡±, se indigna.
Betty P¨¦rez es de La Garriga (Barcelona) y tiene 40 a?os. Vive en el piso de al lado de su padre de 79 a?os. ¡°No nos quejamos por vicio. Ya s¨¦ que hay gente de otras profesiones que est¨¢ en contacto con positivos. Si trabajas en un supermercado eres un trabajador esencial y, en ¨²ltima instancia, puedes decidir si trabajar o no. Nosotros estamos obligados y, si no, cometemos un delito. Son unas elecciones, se pueden posponer. Adem¨¢s, hay una hora zombi en la que entraremos en contacto con gente infectada¡±, lamenta.
Marta Juaneda tiene 49 a?os y es de Cerdanyola del Vall¨¨s (Barcelona). Su padre falleci¨® el pasado 1 de diciembre por covid. ¡°Mi madre de 73 a?os vive ahora conmigo porque se ha roto el f¨¦mur. Me ha tocado ser vocal y nos van a poner en peligro por intereses pol¨ªticos. Nadie se preocupa por nosotros¡±, lamenta.
Octavi Bisquet tiene 37 a?os es de Sant Joan Desp¨ª (Barcelona) y es diab¨¦tico: ¡°Tengo que medirme la glucosa, comer cada tres horas. Mi m¨¦dico, en su informe es contundente y asegura que en el riesgo actual de pandemia tengo que considerarme persona de exclusi¨®n. Estoy alegando... pero es dif¨ªcil¡±.
Sonia Ibarra tiene 47 a?os y le ha tocado una mesa de la Estaci¨®n de Nord en Barcelona: ¡°Soy asm¨¢tica y tengo insuficiencia cardiaca. Tengo mucha relaci¨®n con mi madre que es una persona de riesgo. El problema es que he ido varias veces al ambulatorio y no me atienden. Nadie me hace un informe para presentarlo¡±.
La lista contin¨²a: Gemma Melendo vive con su madre de 70 a?os con problemas cardiacos. Cristian Puj¨® es padre de un ni?o de tres meses: ¡°Ha llegado un punto que me da igual. No me pienso presentar el d¨ªa de las elecciones y ya asumir¨¦ el proceso posterior¡±. Marta Gonz¨¢lez tiene una peluquer¨ªa en el barrio barcelon¨¦s de Poblenou y tambi¨¦n es muy cr¨ªtica: ¡°Llevamos un a?o trabajando con medidas muy restrictivas. Cada d¨ªa utilizamos capas y toallas de usar y tirar para las 30 se?oras que vienen a mi negocio y ahora me dicen que vaya a una mesa con el peligro de convertirme en un verdadero microbio cuando acabe la votaci¨®n¡±.
Las enfermeras advierten que quitarse el EPI no es f¨¢cil
Carmen Torres es miembro de la vocal¨ªa de enfermer¨ªa del trabajo del Colegio Oficial de Enfermeras y Enfermeros de Barcelona. Sabe lo complicado que es ponerse y quitarse uno de los equipos de protecci¨®n individual (EPI) que tendr¨¢n que utilizar los miembros de las mesas. ¡°Con el ¨¦bola los sanitarios tuvimos que hacer una formaci¨®n sobre como ponerse y quitarse los EPI. Ahora, con la covid hemos hecho otra. Hay que saber hacerlo con garant¨ªas¡±, advierte.
Torres asegura que primero hay que proteger todo el entorno y al final utilizar los EPI. ¡°No son c¨®modos. La persona que lo lleva no puede tocarse. Da calor y provoca picor. Adem¨¢s, pon¨¦rselo es delicado pero quit¨¢rselo mucho m¨¢s, ya que es donde se puede producir el contagio. Nosotras somos profesionales y muchas veces nos llaman la atenci¨®n los t¨¦cnicos de prevenci¨®n porque hacemos algo mal¡±, advierte.
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