Realismo m¨¢gico a la catalana
Una antolog¨ªa re¨²ne una docena de pioneros autores que practicaron el g¨¦nero en el temprano periodo de 1923 a 1945
Si Dante Alighieri encuentra la inscripci¨®n ¡°Dejad toda esperanza los que entr¨¢is¡± en la puerta del infierno al iniciar su viaje en la Comedia, tendr¨¢n que abandonar toda l¨®gica y raz¨®n los que se adentren en Bromistes, tramposos i mentiders (Males Herbes), sorprendente antolog¨ªa de relatos en catal¨¢n sustentados en el realismo m¨¢gico y comprendidos en unas no menos chocantes fechas de 1923 a 1945, 44 a?os antes de Cien a?os de soledad, de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, pistoletazo oficial popular del g¨¦nero.
Apeles Mestres (con un relato de 1928), Pere Calders (1936), Francesc Trabal (1938), Salvador Espriu (1935) y Joan Oliver (1945) son algunos de la docena de autores catalanes que conforman una selecci¨®n que tiene su truco en dos nombres: el italiano Massimo Bontempelli, en puridad quien puso una de las primeras piedras literarias del realismo m¨¢gico, y Ramon Vinyes, el famoso ¡°sabio catal¨¢n¡± que Gabo citaba en su novela y que hizo de puente del g¨¦nero entre Europa y la Colombia de los a?os 60. Esa es, al menos, la tesis de Ramon Mas, cofundador del sello Males Herbes y autor del pr¨®logo de Bromistes¡
Realismo m¨¢gico y letras catalanas no es una asociaci¨®n tan an¨®mala en tanto que ¡°leyendas, canciones y cuentos populares, recogidos por Joan Amades o Apeles Mestres, ya muestran un gusto por las ocurrencias alocadas y el absurdo que casa muy bien con este tipo de literatura, hay un talante popular propicio¡±, asegura Mas a este diario. Quiz¨¢ por ello no debe sorprender que la antolog¨ªa se abra con un relato del propio Mestres, El boscater i la mort, ¡°una prueba de que el costumbrismo rural y los hechos sobrenaturales funcionan como un todo indistinto¡±, se?ala.
Un segundo parentesco entre lo catal¨¢n y el realismo m¨¢gico es el caldo de cultivo cultural que proporciona una Barcelona de los a?os 20 entonces muy abierta a la experimentaci¨®n, la vanguardia y lo iconoclasta: Picasso y el cubismo en las galer¨ªas Dalmau; el residente Francis Picabia editando la revista dada¨ªsta 391; Joan Salvat-Papasseit publicando su Columna vertebral: sageta de foc y J. V. Foix iniciando sus escritos rupturistas en La Revista, entre otros. Todo muy rompedor ante el influjo de un Noucentisme que, con su labor ordenadora y regusto cl¨¢sico, habr¨ªa hecho que los escritores se autoimpusieran conservadores l¨ªmites ante el alocado mundo de lo fant¨¢stico.
La vida, ¡°un riesgo continuo¡±
La tesis de Mas, apoyado en hip¨®tesis como la de los estudiosos Antoni Munn¨¦-Jord¨¤ y V¨ªctor Mart¨ªnez-Gil, es que una generaci¨®n de autores catalanes vio en las propuestas de Bontempelli el mejor veh¨ªculo al que subirse para lanzar sus inquietudes creativas. El escritor italiano era ya autor de novelas como La vida intensa (1920) y La vida trafegosa (1921), donde lo inesperado y lo extra?o enmarcan la alocada y vertiginosa d¨¦cada. ¡°Queremos ver la vida m¨¢s normal y cotidiana como un milagro aventurero, como un riesgo continuo¡±, dijo program¨¢ticamente ¨¦l mismo. Su obra no lleg¨® a Espa?a hasta 1926, con el cuento El buen viento, aparecido en la Revista de Occidente. En catal¨¢n no fue hasta 1935, con La dona dels meus somnis i altres aventures modernes.
Bontempelli visit¨® la capital catalana ese mismo a?o para promocionar el libro e impartir la conferencia La fi d¡¯un teatre. Y ah¨ª engarza con un Vinyes que en su juventud hab¨ªa bajado a Barcelona desde su Berga natal para ganarse la vida como autor de teatro de vanguardia; para ello, nada mejor que las propuestas esc¨¦nicas desconcertantes del italiano. Si bien fue yendo y viniendo de Barcelona, Vinyes, desde 1913, se instal¨® en la colombiana Barranquilla, donde con otro emigrante catal¨¢n, Xavier Auqu¨¦, fund¨® la librer¨ªa Ramon Vinyes and C¨ªa, centro cultural de vanguardia que acabar¨ªa frecuentando Garc¨ªa M¨¢rquez.
Vinyes est¨¢ representado en Bromistes¡ con dos relatos, El llac d¡¯Atitlan y L¡¯alb¨ª, ambos de 1945. ¡°La musicalidad y la viveza de su prosa es ¨²nica, su estilo es ¨¢gil y din¨¢mico, pero de una manera compleja y original¨ªsima¡±, define Mas, que en la mezcolanza de erudici¨®n refinada, sabidur¨ªa popular y vulgaridad flagrante de esos textos ve otro nexo con el Gabo de Cien a?os de soledad. Otro denominador com¨²n son las atm¨®sferas irreales en escenas mundanas y las realidades tangibles en plano de igualdad con sucesos imaginarios, transgredi¨¦ndose toda ley natural¡ En realidad, todo ello es tambi¨¦n el cord¨®n umbilical de los relatos de una antolog¨ªa que completan Llu¨ªs Capdevila (1924), Josep Carner (1923), ?ngel Ferran (1925), Joan Sacs (1934), Elvira Augusta Lewi (1936) y Carles Sindreu (1931). ?ste ¨²ltimo, junto a Trabal, Calders y, claro, Vinyes, ser¨ªan, para el ant¨®logo, los m¨¢s afines a la visi¨®n literaria de Bontempelli.
Para Mas, la corriente del realismo m¨¢gico no se ha llegado a truncar nunca en las letras catalanes y cita a Calders como guardi¨¢n de esas esencias, si bien admite que ¡°durante los a?os 50 y 60, la intelectualidad y el mundo editorial menospreciaron cualquier literatura que rompiera con la hegemon¨ªa del realismo hist¨®rico¡±. La Generaci¨®n de los 70, bajo el formato del juego y la experimentaci¨®n, habr¨ªan avivado unas narraciones donde lo fant¨¢stico constituye la realidad; al menos en Catalu?a¡ desde 1923.
Todo Ramon Vinyes y el ¡®misterio Lewi¡¯
'Bromistes, tramposos i mentiders' generar¨¢ dos 'hijos' m¨¢s en Males Herbes. Por un lado, en oto?o la editorial prev¨¦ recuperar los relatos completos de Ramon Vinyes, a los que no se puede acceder desde hace 20 a?os. ¡°A¨²n es un gran desconocido para los lectores; es de esos autores que te hacen re¨ªr a boca de jarro, pero cuando se acaba la risotada, empiezas a pensar¡±, argumenta el editor Ramon Mas. El otro alumbramiento ser¨¢ m¨¢s tard¨ªo por complejo. En la antolog¨ªa llama la atenci¨®n el relato de la ¨²nica mujer del libro, Elvira Augusta Lewi, 'L¡¯extraordinari Pau', de 1936, donde un frustrado artista da vida a una escultura que acabar¨¢ encarnando todas sus frustraciones y sed de mal acumulados. Es un verdadero enigma de las letras catalanas. Nacida en Barcelona, en 1910, ejerci¨® de periodista ('La Nau', 'Mirador', 'D¡¯Ac¨ª i d¡¯All¨¤'¡), tradujo del alem¨¢n y s¨®lo se le conocen dos libros: una novela ('Un poeta i dues dones', de 1935) y los relatos de 'Els habitants del pis 200' (1936). En 1937 hizo una lectura radiof¨®nica de otros cuentos in¨¦ditos. Y a partir de ah¨ª, nada m¨¢s. ¡°No se sabe qu¨¦ le pas¨®, ni si se exili¨®, ni cu¨¢ndo ni d¨®nde muri¨®; sus libros cuestan de encontrar hasta en librer¨ªas de viejo, pero nos gustar¨ªa recuperarla¡±, desea Mas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.