El aumento del consumo en casa no frena una ca¨ªda del 10,5% del vino catal¨¢n

El coronavirus ha dejado una pesada resaca en las bodegas catalanas. En 2020 sufrieron un descalabro de las ventas del 10,5%. Los confinamientos domiciliarios y las largas temporadas de cierre de hoteles y restaurantes han desplomado un 46% los pedidos de vinos de las DO de Catalu?a en el canal Horeca. Un pinchazo que no se ha visto compensado por el aumento de ventas registrado en las tiendas y supermercados, que en 2020 fue un 12,2% mayor que en el a?o previo al estallido de la pandemia.

Los datos recogidos por el Incavi revelan que, en una d¨¦cada, el consumo de vinos elaborados en Catalu?a ha crecido 13 puntos, hasta representar el 41% del total. El c¨¢lculo incluye las botellas que despachan las 11 denominaciones de origen juntas, Catalunya, Pened¨¨s, Priorat, Montsant, Terra Alta, Tarragona, Conca de Barber¨¤, Costers del Segre, Pla de Bages, Alella y Empord¨¤. Sin embargo, si se analiza la penetraci¨®n de cada denominaci¨®n de origen de forma individualizada, Rioja sigue siendo el sello que m¨¢s botellas coloca en las mesas. Son suyos uno de cada cinco vinos que se consumen en Catalu?a.

El efecto covid ha sido transversal y ha da?ado al negocio, sin excepciones. El Incavi ha presentado este mi¨¦rcoles el balance de da?os del 2020 para el sector vin¨ªcola catal¨¢n. El valor de las ventas cay¨® un 9,5%, hasta los 362 millones de euros, y los m¨¢rgenes de rentabilidad se han limado. Para lograr penetraci¨®n en los lineales, las bodegas trabajan con ofertas muy ajustadas en el canal alimentaci¨®n. La restauraci¨®n no se rige por unas reglas de precios tan estrujados pero el peso de la hosteler¨ªa en las ventas totales de vino pas¨® del 40% al 26% el a?o pasado, seg¨²n el Incavi. ¡°Los problemas no se han terminado¡±, alerta Salvador Puig, su director general. Vaticina que la persistencia de los efectos del coronavirus dificultar¨¢ recuperar el reparto de pesos entre supermercados y restaurantes, ¡°acostumbraba a ser de un 60% alimentaci¨®n y un 40% restauraci¨®n¡±.

El a?o pasado, adem¨¢s, trajo otro rev¨¦s para los productores, que tuvieron que lidiar con la plaga del mildiu, una enfermedad que ataca todos los ¨®rganos verdes de la vid. ¡°Tuvo una incidencia como no se recordaba¡±, manifiesta Salvador Puig. La merma de productividad fue generalizada, de entorno al 20%, pero especialmente acusada en el caso de las explotaciones ecol¨®gicas, donde las vides han producido hasta un 40% menos de uva.  ¡°No es consuelo, pero si ten¨ªa que venir alguna vez el mildiu, que fuera el a?o pasado¡±, apunta Puig, en relaci¨®n a que el impacto de una mala cosecha queda relativizado por coincidir con una campa?a de pinchazo de ventas.

El plan de choque para amortiguar el impacto de la pandemia en el sector vitivin¨ªcola ha incluido ayudas por valor de 15 millones de euros.