Puedo operarte, he visto ¡®Anatom¨ªa de Grey¡¯

Primero pierdes el miedo a ver sangre en la pantalla. Despu¨¦s vas conociendo la vida de los m¨¦dicos en su hospital. Pronto llegan cap¨ªtulos con casos complicad¨ªsimos. Y en menos de 10 episodios te ves capaz de practicar una ces¨¢rea en el metro si fuera menester.

Ser espectador de series sobre m¨¦dicos, pero no de una, de varias, de docenas de series sobre m¨¦dicos, otorga car¨¢cter. Verla a altas horas de la madrugada, cuando los ni?os duermen y no te pueden hablar, es un placer. Tienes el mando y tienes la operaci¨®n delante. Ver Juego de tronos, bien, pero no vas a ponerte a decapitar a nadie. Sin embargo, despu¨¦s de Anatom¨ªa de Grey est¨¢s a un paso de trabajar en Urgencias o de tener un idilio con aquella doctora o aquel enfermero: incluso cuando una persona convulsiona en sus sabias manos, qu¨¦ guapos son todos los que trabajan en los hospitales de las series de m¨¦dicos.

Ella sigue viva. Mientras sus espectadores envejecen, ella sigue al otro lado de la pantalla. Cayendo y levant¨¢ndose de nuevo. Aunque sea con ayuda. Si hay una serie de m¨¦dicos incombustible es Anatom¨ªa de Grey. Y si hay una doctora que lo aguanta todo es Meredith Grey. 17 temporadas y 381 episodios, fue la serie m¨¢s grabada entre 2007 y 2011. En sus primeros a?os el fen¨®meno vaciaba las calles durante el prime time en Estados Unidos. Hoy en d¨ªa es uno de los dramas m¨¦dicos m¨¢s longevos, aunque por primera vez parece que Grey se est¨¢ tomando en serio rodar el ¨²ltimo cap¨ªtulo. Encumbr¨® a su creadora, Shonda Rhimes, de la que lleva la marca: mujeres protagonistas, vida personal empa?ando la profesional, romance, giros de guion inesperados, diversidad racial y LGTBI.

A los m¨¦dicos no les suelen gustar las series de m¨¦dicos. Pero al resto de mortales, s¨ª. Incluso en pandemia. Los resultados de audiencia de New Amsterdam, una de las m¨¢s recientes v¨ªa Netflix, avalan esa pasi¨®n televisiva. Esas series en las que cap¨ªtulo tras cap¨ªtulo te sientes empoderada para practicar un triple bypass. Bueno, eso ha sido un poco exagerado. En el caso de New Amsterdam, adem¨¢s, es una oda a la sanidad p¨²blica. La tercera temporada, que est¨¢ por llegar, se centrar¨¢ en los efectos del coronavirus.

Para muchos, todo empez¨® con A cor obert, en TV3, y ese centro de sanaci¨®n llamado Saint Eligius, en la ciudad de Boston. Y desde entonces ha sido un no parar. Con mejor o peor suerte, el marco no var¨ªa: retos sanitarios / problemas de personal / burocracia m¨¢xima / relaciones personales. Y adem¨¢s¡­ algunos cap¨ªtulos repetidos, como la nevada que deja el hospital incomunicado, el accidente de avi¨®n o coche, el romance prohibido o la boda que no llega.

¡°Gustan porque sus historias se desarrollan entre la vida y la muerte, son situaciones y personajes al l¨ªmite donde las emociones tienden a estar a flor de piel. Adem¨¢s, los m¨¦dicos son h¨¦roes. Por muy desagradables o imperfectos que sean, su funci¨®n es altruista y sus errores o defectos adquieren una dimensi¨®n m¨¢s interesante, humana, que si se dedicaran a otra cosa¡±, explica Laia Portaceli, periodista y experta en series. ¡°Estas series tambi¨¦n juegan al conflicto entre la vida profesional (que suele ser muy absorbente) y la vida privada. Y la gran cantidad de casos y pacientes que desfilan por sus tramas, adem¨¢s de las historias de los protagonistas, les permiten tratan un gran abanico de temas sociales, como la eutanasia¡±.

Pero ?por qu¨¦ a ellas y a ellos, a los especialistas, no les gustan? ¡°Soy un ejemplo fatal porque no tengo televisi¨®n... nuestro contacto con el medio es escaso. Aunque ahora estamos viendo New Amsterdam, porque me encanta el actor, que es el de Blacklist, Ryan Eggold. El problema es que tienen muy poco asesoramiento m¨¦dico. Disponen de un presupuesto importante pero cometen errores flagrantes. Adem¨¢s, ?os aseguro que son mucho m¨¢s guapos que nosotros!¡±, exclama Pere Soler, jefe de inmunodeficiencias en pediatr¨ªa del Hospital Vall d¡¯Hebron. ¡°Pero si hubo una serie que pudo influirme y me encantaba, esa fue A cor obert¡±. Esa misma serie es una de las preferidas de Toni Trilla, jefe de medicina preventiva del Hospital Cl¨ªnic de Barcelona, ¡°ya la ve¨ªa cuando era m¨¦dico, pero estaba bien equilibrada¡±. Lo m¨¢s inveros¨ªmil, para el doctor Trilla, es la velocidad con la que pasan las cosas: ¡°Vale que es la televisi¨®n pero por la ma?ana llega el paciente, al mediod¨ªa tienes el diagn¨®stico y por la tarde ya est¨¢n haciendo el trasplante¡±.

Tom¨¤s Delcl¨°s, periodista y cr¨ªtico televisivo de elpais.cat, tiene dos favoritas claras: House ¡°porque contradec¨ªa los estereotipos habituales de las series de m¨¦dicos. House llegaba a ser insoportable e injusto con los colegas, pero era el m¨¢s intuitivo y sabio. Se lo perdonaban. Una nueva aproximaci¨®n a Sherlock Holmes¡±. Y la segunda favorita es Nip / Tuck, ¡°dos cirujanos est¨¦ticos preocupados por el business de su cl¨ªnica. Son destructivos, inmorales... La galer¨ªa de casos provoc¨® el esc¨¢ndalo de las almas conservadores. Mi escena favorita: Catherine Deneuve va a la consulta porque quiere implantarse las cenizas de su esposo en los pechos para tenerlo cerca... Soberbio¡±. No puedo acabar sin mencionar a alguien que tambi¨¦n ha marcado nuestro historial televisivo: el doctor Vilches de Hospital Central, capaz de ponerte un coraz¨®n por la ma?ana y una pr¨®tesis de cadera por la tarde.