¡®Genera+ion¡¯: Ser demasiado no tiene por qu¨¦ estar mal

En los primeros minutos de Genera+ion, la nueva comedia dram¨¢tica adolescente disponible en HBO Espa?a, Chester (Justice Smith), un estudiante queer que ha sido sancionado por vestir en el instituto una camiseta de tirantes cortada para mostrar el ombligo, le explica a su consejero estudiantil: ¡°Soy demasiado¡±. Es una sensaci¨®n predominante en esta producci¨®n televisiva pos Euphoria, otra serie sobre la hip¨¦rbole emocional adolescente y las aprehensiones p¨²beres en la que los chavales son ¡°demasiado¡± todo el rato, sin parar (no faltan las disertaciones ir¨®nicas sobre el g¨¦nero, la raza y la clase). Pero si algo hemos aprendido tras la revoluci¨®n narrativa y est¨¦tica de la serie de Sam Levinson al retratar a la llamada generaci¨®n Z es que ese exceso tiene muchas capas.

En Genera+ion, producida por Lena Dunham, dirigida por Daniel Barnz y escrita por su hija Zelda de 17 a?os, no hay rastro de la po¨¦tica nihilista emo que hizo de su mentora, Euphoria, un hito generacional. S¨ª coge su testigo en cuestiones como la interseccionalidad, pero no trata de epatar o brillar m¨¢s. La serie se sabe heredera de quien es, pero tambi¨¦n busca su sitio con una visi¨®n m¨¢s vitalista e incluso mucho m¨¢s teatrera y exagerada, que por momentos roza lo inveros¨ªmil sin dejar de resultar por ello afilada en las elocuentes conversaciones de un grupo de estudiantes de distintas clases y contextos socioecon¨®micos lidiando con la pubertad.

Los cap¨ªtulos juegan con la narrativa a lo Pulp Fiction (por poner una referencia cuyos protagonistas podr¨ªan reconocer) y la saltarina trama fija su mirada sobre varios personajes. Est¨¢n los mellizos Naomi (Chloe East) y el bisexual Nathan (Uly Schlesinger), que comparten amante sin que Naomi lo sepa, y cuyos padres cristianos (Martha Plimpton y Sam Trammell) llevan una vida privilegiada y wasp tan controlada que hasta programan sus encuentros sexuales con pegatinas p¨²rpuras en el tabl¨®n de tareas familiar. Est¨¢ la comprensiva y emp¨¢tica fot¨®grafa Riley (Chase Sui Wonders), millonaria y heredera de una piscina XXL. Por ella suspira la introvertida Greta (Haley S¨¢nchez), obligada a vivir en un piso de clase obrera con su t¨ªa y su hermano despu¨¦s de que deportasen a su madre a M¨¦xico. ¡°?C¨®mo voy a ser intolerante si mis padres son maricas?¡±, se pregunta en un momento Arianna (Nathanya Alexander), en continua rebeli¨®n contra los valores progresistas de sus padres gais (la pareja interracial formada por John Ross Bowie y J. August Richards). Arianna es ¨ªntima de la activista Delilah (Lukita Maxwell), una locuaz estudiante capaz de interrumpir su clase de matem¨¢ticas para exigir que los problemas dejen de enunciarse bajo par¨¢metros binarios de g¨¦nero porque ¡°ya no vivimos en un mundo en el que solo haya chicos o chicas¡± y sin miedo a replicar ¡°creo que la palabra que buscas es cisg¨¦nero¡± a un profesor abrumado que se las da de enrollado cuando vocea que sabe que en su clase ¡°no todo el mundo no es hetero¡±.

Esta, definitivamente, no es una serie para reaccionarios y nost¨¢lgicos de lo tradicional. En Genera+ion los adolescentes se intercambian fotos de sus partes ¨ªntimas mientras de fondo una pareja lee la carta a los Corintios en una iglesia, esnifan oxicodona para ir de rebajas a Sephora, escalan edificios como plan enrollado de viernes tarde, gritan ¡°?fascista!¡± a los vigilantes de seguridad, se dicen sin romanticismo alguno ¡°?Te me acabas de correr en el puto ojo!¡± y hasta una de ellas parece ponerse de parto en los ba?os de un centro comercial mientras grita a su amiga: ¡°?Puedes googlear c¨®mo dar a luz? ?Prueba en Wikihow!¡±.

A pesar de convivir en una comunidad conservadora, los protagonistas de Genera+ion viven con aparente normalidad y franqueza su sexualidad e identificaci¨®n de g¨¦nero. No renuncian a debatir (no sin cierto sarcasmo) sobre los dilemas de clase y raza, en un mundo en el que a los padres les cuesta seguir su ritmo y entender ese universo de posibilidades frente a su condici¨®n sexual. A diferencia de Euphoria, donde los progenitores brillaban por su ausencia, esta s¨ª es una serie en la que esos dos mundos est¨¢n dispuestos a colisionar ante nuestra mirada. En una serie que ya ha vivido su primera pol¨¦mica viral ¨Cse ha tenido que eliminar del piloto una escena en la que se utilizaron cad¨¢veres de gatos para diseccionar en una escena en el laboratorio del instituto¨C, apostar por mostrar ese choque generacional aporta valor a?adido a una f¨®rmula que no solo debe servir para que una sola serie reine en soledad en el conflicto generacional. Porque al final, ser un poco demasiado en esta vida tampoco est¨¢ tan mal.

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