Vivir en Madrid o Barcelona es un 23% y un 21% m¨¢s caro que en el conjunto de Espa?a
El coste de la vida en las grandes ciudades ricas reduce la renta disponible de sus habitantes
Vivir en un territorio rico, o m¨¢s rico que la media, no supone que sus habitantes lo sean tambi¨¦n. Porque una cuesti¨®n es la renta y otra el coste de la vida en cada territorio: lo que cuesta ir a comprar o la vivienda. Ocurre entre las distintas comunidades aut¨®nomas espa?olas. El Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona (IERMB) ha publicado un trabajo que por primera vez estudia el coste de la vida por ciudades y concluye que existen importantes diferencias en el coste de vida entre las comunidades aut¨®nomas y sus ciudades (donde acostumbra a ser superior) y c¨®mo impacta en la renta de sus vecinos.
En el caso de Madrid y Barcelona, el coste de la vida es m¨¢s de un 20% m¨¢s caro que en el conjunto de Espa?a y un 7,5% y un 13,3% m¨¢s caro que en las respectivas comunidades. Su renta disponible por c¨¢pita se reduce: Madrid pasa del primer al sexto puesto (de 15.930 euros a 12.933) entre las capitales de comunidad y Barcelona, del segundo al cuarto (de 15.755 a 13.028). En otros casos, el coste de la vida provoca el efecto contrario y el poder de compra de la renta de los ciudadanos aumenta. Ocurre en M¨¦rida (de 10.085 euros a 10.491), Murcia (10.703 a 11.405) o Valencia (12.453 a 12.736).
El estudio El coste de la vida en las comunidades aut¨®nomas, ¨¢reas urbanas y ciudades de Espa?a calcula el coste de la vida en las ¨¢reas metropolitanas y las principales ciudades espa?olas en relaci¨®n con sus comunidades aut¨®nomas y el resto de Espa?a con datos de 2017, los disponibles cuando se elabor¨®. Vistas las conclusiones, los autores defienden que las administraciones deber¨ªan tener en cuenta estas diferencias a la hora de dise?ar pol¨ªticas p¨²blicas como las ayudas sociales o la eventualidad de fijar un salario m¨ªnimo de ciudad, un concepto que en Barcelona aparece recurrentemente en la agenda.
El informe analiza, de las 17 comunidades aut¨®nomas, sus ¨¢reas urbanas funcionales (AUF) y las capitales y principales ciudades (de m¨¢s de 300.000 habitantes). A partir de estos c¨¢lculos y la premisa de que el coste de la vida tiene efectos sobre otros indicadores econ¨®micos relevantes, el informe tambi¨¦n recalcula el riesgo de pobreza monetaria en estas ciudades.
¡°El resultado y los diferenciales que revela de este estudio justificar¨ªan el establecimiento de salarios de ciudad. Si demostramos que el coste de la vida en una ciudad es superior que el resto del territorio, tendr¨ªa sentido que el salario m¨ªnimo fuera m¨¢s alto en proporci¨®n¡±, apunta el concejal de presidencia del Ayuntamiento de Barcelona y presidente de la Comisi¨®n Ejecutiva del IERMB, Jordi Mart¨ª, que se?ala que el informe pone n¨²meros ¡°a una din¨¢mica que se pod¨ªa intuir¡±.
El director del IERMB, Ricard Gom¨¤, destaca que el estudio es fruto del trabajo conjunto de cinco investigadores del instituto, la Oficina Municipal de Datos de Barcelona, las Universidades Aut¨®noma de Barcelona y Pompeu Fabra y la OCDE (con la salvedad de que el documento no refleja opiniones oficiales de la instituci¨®n ni sus pa¨ªses miembros). ¡°Es una investigaci¨®n rigurosa, s¨®lida, innovadora y audaz, que produce un conocimiento nuevo y quiere impactar en las pol¨ªticas p¨²blicas: no se trata solo de territorializar el coste de la vida sino de preguntarse si es necesario redefinir pol¨ªticas europeas de cohesi¨®n, reequilibrio territorial y segregaci¨®n en las ¨¢reas metropolitanas¡±.
Vittorio Galetto, jefe del ¨¢rea de econom¨ªa regional y urbana del Instituto, precisa que el estudio ¡°estima el poder de compra, a partir del marco te¨®rico la conocida como hip¨®tesis de Balassa Samuelson, dos autores que establecieron una relaci¨®n entre los precios y las rentas¡±. El c¨¢lculo se realiza en las comunidades aut¨®nomas, las ¨¢reas urbanas residenciales y las principales ciudades. E introduce como activo para calcular el coste el precio de la vivienda de alquiler. Las conclusiones han permitido observar variaciones por territorios, aplicar el coeficiente a la renta de cada territorio y ajustar el c¨¢lculo al riesgo de pobreza. En este caso, al tener en cuenta el coste de la vida en cada ciudad, y al caer la renta disponible de las m¨¢s ricas o subir algunas de las m¨¢s pobres, se reducen las diferencias entre territorios.
Sobre una media espa?ola de 100, la comunidad de Madrid est¨¢ en 115,7, Catalu?a en 107,6 y, en el extremo opuesto, Murcia en un 87,8 y Extremadura en 86,4. ¡°Esto significa que para comprar una misma cesta de productos, en Madrid es necesario utilizar un 15% m¨¢s de dinero y en Extremadura, un 13,6% menos¡±, explica el investigador. En el caso de Catalu?a, para comprar se necesita un 7,6% m¨¢s de recursos que la media Espa?ola, si estamos en el ¨¢rea metropolitana un 13% m¨¢s; y si estamos en Barcelona, un 21% m¨¢s¡±.
Por ciudades, el coste de la vida es m¨¢s alto que el de sus comunidades en ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao, Santander, Sevilla o Santiago de Compostela, por citar algunas de las m¨¢s caras. Y es especialmente alto en el caso de la ciudad de Toledo, donde el coste de la vida es mucho m¨¢s alto que el de la comunidad de Castilla la Mancha.
Si los resultados se aplican a la renta, cambia el ranking entre comunidades. La de Madrid, por ejemplo, cae de ser la cuarta a la d¨¦cima; y Catalu?a, de la tercera a la sexta. E igual se puede hacer con las ciudades. Madrid pasa de tener la mayor renta disponible por c¨¢pita (15.930 euros) a caer al sexto puesto (12.933). Barcelona pasa del segundo puesto (15.755 euros) al cuarto (13.028). En cambio, Vitoria pasa de ser tercera en el ranking en renta disponible (13.367) al encabezar la lista (con 14.108). Y Pamplona, escala del noveno puesto (13.216) al segundo (13.437).
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