Joan Ridao: ¡°Un refer¨¦ndum con todos los pormenores es la soluci¨®n¡±
Profesor de Derecho Constitucional y ex letrado mayor del Parlament, cree que el acuerdo pol¨ªtico es inexorable para no abocarse a la v¨ªa fracasada de la unilateralidad
Joan Ridao, de 53 a?os (Rub¨ª, Barcelona), ha renunciado al cargo de letrado mayor del Parlament tras ganar una plaza de profesor permanente de Derecho Constitucional en la Universitat de Barcelona. Acaba de publicar el compendio Lleis Pol¨ªtiques de Catalunya. Comentaris. Fue diputado y exsecretario general de ERC. Defiende que el refer¨¦ndum pactado es la ¨²nica v¨ªa para solucionar el conflicto pol¨ªtico en Catalu?a.
Pregunta. ?Por qu¨¦ ha renunciado al cargo?
Respuesta. Gan¨¦ las oposiciones en 2016 a letrado del Parlament, pero siempre tuve un ojo puesto en la universidad, a la que he estado vinculado muchos a?os. En julio se convocaron plazas y decid¨ª optar. La gan¨¦ antes del 14-F. Tampoco niego que sab¨ªa que la legislatura ser¨ªa compleja y polarizada.
P. Su antecesor dimiti¨® por presiones de grupos independentistas. ?No es su caso entonces?
R. No, yo he tenido siempre esa componente b¨ªfida porque me gusta la academia. ?Si los letrados nos sentimos escrutados? A veces se nos imputa una responsabilidad que no es. Nuestra funci¨®n es consultiva y no vinculante. Alguien nos ha proyectado como una especie de Guardia Urbana que puede placar como un jugador de rugby al pol¨ªtico. Las decisiones las toman ellos.
P. Ciudadanos critic¨® su nombramiento. ?Le doli¨®?
R. Acepto con naturalidad que mi condici¨®n anterior de dirigente pol¨ªtico pesara. La prueba de algod¨®n es que hemos recibido cr¨ªticas a diestro y siniestro.
P. ?C¨®mo vivi¨® las sesiones del 6 y 7 de septiembre cuando se aprobaron las leyes de desconexi¨®n? Los diputados independentistas no les hicieron caso.
R. Ese debate pudo cuestionar el derecho de algunas minor¨ªas y no respet¨® el procedimiento. No quiero exonerar de ninguna responsabilidad a los actores pol¨ªticos que hicieron caso omiso de las advertencias del Tribunal Constitucional. Las formas en democracia forman parte del fondo. Sin embargo, no podemos perder de vista el contexto: se llega tras una etapa que arranca con el desenlace infeliz del Estatut y se preconiza el di¨¢logo con el pacto fiscal o el 9-N. El Estado fue refractario. El PP judicializ¨® el conflicto y convierte al Constitucional en el ¨²nico del mundo con poder coercitivo.
P. ?Imagin¨® que acabar¨ªan en prisi¨®n?
R. Me sorprendi¨®. Se ha actuado con una severidad y escarnio con los presos. La soluci¨®n definitiva es la amnist¨ªa o la reforma del C¨®digo Penal como propone Podemos. El indulto puede contribuir a desinflamar el conflicto a corto plazo, pero deja fuera de esos beneficios a otros muchos encausados. Es de agradecer, pero no ser¨¢ el desatascador. Y con elecciones, se atrasar¨¢ hasta verano u oto?o.
P. Ha sido diputado y letrado. ?Le ve soluci¨®n?
R. Se podr¨ªa haber canalizado. Hay una sentencia del Tribunal Constitucional ¡ªla 42/2014¡ª que anula una resoluci¨®n del Parlament del inicio del proc¨¦s e invoca el fallo de la Corte Suprema del Canad¨¢ de 1998 que dice que no se puede despreciar la expresi¨®n democr¨¢tica de una parte significativa del pueblo del Quebec. El Constitucional apunta que se debe encauzar a trav¨¦s de una reforma constitucional. Catalu?a no tiene suficiente peso demogr¨¢fico ni pol¨ªtico, pero puede forzar un acuerdo con el Estado, que es lo que los federalistas de Canad¨¢ hicieron con la ley de la claridad o David Cameron y Alex Salmon en Escocia.
P. Pero el Constitucional se ha distanciado de esa v¨ªa.
R. Ha sufrido una involuci¨®n y ha hecho cosas ins¨®litas. Ha atribuido a las Mesas [del parlamento] capacidad para controlar el contenido de las iniciativas y los ha convertido en minitribunales constitucionales. En los 90, el TC dec¨ªa que el control deb¨ªa ser formal. Esa doctrina se ha aplicado en el Congreso para no tramitar la ley de amnist¨ªa. Y ahora las iniciativas de impulso pol¨ªtico y declarativo tienen eficacia jur¨ªdica sin ser vinculantes. Es un error. Hace treinta a?os se aprobaban resoluciones en favor de la autodeterminaci¨®n y no pasaba nada.
P. ?Ve futuro o cree en la mesa del di¨¢logo con el Gobierno?
R. La soluci¨®n debe venir de la mano de un acuerdo pol¨ªtico, del estilo de Canad¨¢ o del Reino Unido. Y este esquema pasa inexorablemente por un refer¨¦ndum. Cuando sea y con sus pormenores: en los t¨¦rminos de la Comisi¨®n de Venecia, con cu¨®rum de mayor¨ªas y participaci¨®n. Necesariamente tendr¨¢ que ser con un acuerdo pol¨ªtico porque si no, nos abocamos de nuevo a la v¨ªa de la unilateralidad, que se ha revelado fracasada y sus consecuencias coercitivas est¨¢n a la vista.
P. El Gobierno dice que el refer¨¦ndum es inconstitucional...
R. Entiendo que una Constituci¨®n est¨¦ hecha para preservar la unidad de un Estado. Pero si apelas a la unidad lo ¨²nico que hace es perpetuar el conflicto.
P. ?Debe aceptar el Parlament que Llu¨ªs Puig, diputado y exconsejero huido en B¨¦lgica, puede delegar el voto?
R. Dimos la opini¨®n de acuerdo con la previsi¨®n del reglamento [no contempla el supuesto de Puig]. Sobre la delegaci¨®n de voto pesa una complejidad extraordinaria: el juez Llarena habilit¨® al Parlament para que los presos votaran y no se alteraran mayor¨ªas. No es una cuesti¨®n f¨¢cil.
P. Junts ha apartado de la mesa a Jaume Alonso-Cuevillas por no querer ser inhabilitado por resoluciones que ¡°no van a ning¨²n lado.¡± ?Le sorprende?
R. No valoro decisiones personales. Pero ilustra la complejidad de la actuaci¨®n de la mesa. Hace diez a?os no habr¨ªa pasado.
Un compendio de derecho p¨²blico
Ridao ha publicado el volumen Lleis Pol¨ªtiques. Comentaris, de la editorial Marcial Pons y coeditado por la Generalitat y el Parlament que es un compendio de las 70 leyes m¨¢s importantes de Catalu?a que est¨¢n en vigor desde las que regulan derechos, el funcionamiento de instituciones, corporaciones o la reciente de la Vall d'Aran. La obra, de m¨¢s de 1.200 p¨¢ginas, recoge el derecho positivo y est¨¢ destinado a los operadores jur¨ªdicos, a las administraciones locales, a las c¨¢maras o a los estudiantes. La ¨²ltima obra de ese estilo, El C¨®digo b¨¢sico del Derecho P¨²blico en Catalu?a, la dirigi¨® el profesor de Derecho Constitucional Enoch Albert¨ª, en 1994. Las leyes van acompa?adas de comentarios y las sentencias de las que han sido objeto.
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