El despacho del ¡®president¡¯
La perdurabilidad de Aragon¨¨s depende de su capacidad para leer correctamente las demandas de la sociedad catalana y de romper los bloques en las normas m¨¢s importantes. Toca gestionar, no gesticular
Finalmente se ha producido la elecci¨®n de Pere Aragon¨¨s como president de la Generalitat. Llegar a la investidura de la semana pasada ha sido largo, tortuoso, incomprensible para la mayor parte de los mortales y tuvo un final ag¨®nico, asumible ¨²nicamente en funci¨®n del clima de hartazgo general que promet¨ªa tempestades en caso de repetici¨®n electoral, y de la necesidad de acabar con la interinidad institucional que vive Catalu?a hace ya demasiado tiempo.
Sin embargo, se trata solo de un primer paso, y est¨¢ por ver si llegar¨¢ a buen puerto, entre otras cosas porque la f¨®rmula de gobierno de coalici¨®n independentista con apoyo de la CUP por la cual finalmente opt¨® ERC parece a todas luces una opci¨®n desfasada (como demuestra el poco entusiasmo suscitado incluso entre sus protagonistas) y potencialmente conflictiva.
La elecci¨®n de un perfil como el de Gir¨® ilustra que el ¡°sector negocios¡± convergente ha vueltoLa elecci¨®n de un perfil como el de Gir¨® ilustra que el ¡°sector negocios¡± convergente ha vuelto
No tan solo por el papel de la CUP. La desaparici¨®n ¡ªpor arte de magia¡ª de una parte significativa de los compromisos acordados en su d¨ªa con ERC del pacto que alumbra el gobierno de coalici¨®n con Junts no han dado lugar, de momento, a ninguna amenaza de destinar a nadie a la papelera de la historia. Ello tiene que ver sin duda con la priorizaci¨®n del tema nacional, que viene ya de lejos, pero tambi¨¦n de la constataci¨®n pragm¨¢tica de dos circunstancias m¨¢s concretas: todos los actores pueden pagar cara la inestabilidad, y para la CUP el mantenimiento de un marco independentista es fundamental, en la medida en que le permite jugar un papel que con otras combinatorias ser¨ªa imposible.
En realidad, el grueso de las inc¨®gnitas deriva de lo que har¨¢ Junts. En su conjunto, o en sus partes. Los datos disponibles en este momento son de dif¨ªcil interpretaci¨®n: es cierto que finalmente Jordi S¨¤nchez ha podido cerrar el pacto y es cierto tambi¨¦n que la negociaci¨®n ha arrojado para los herederos de Converg¨¨ncia una situaci¨®n privilegiada. Controlar¨¢n carteras clave, a las que corresponden el 60% del conjunto del presupuesto, con las joyas de la corona del Departamento de Salud ¡ªen pleno despliegue de la campa?a de vacunaci¨®n¡ª, y de Econom¨ªa, que decidir¨¢ ¡ªm¨¢s all¨¢ de una comisi¨®n interdepartamental¡ª el destino de los fondos europeos. Sin embargo, y mientras por los oficios del sempiterno David Mad¨ª ¡ªquiz¨¢s el m¨¢s importante hombre de poder del mundo postpujolista, est¨¦ directamente en el Gobierno o no¡ª se ha indicado a Joan Gir¨® -exejecutivo de CaixaBank y hombre del establishment m¨¢s duro- como conseller de Econom¨ªa, el c¨ªrculo de los m¨¢s allegados a Puigdemont (Artadi y Rius, solo por decir dos nombres) prefiri¨® quedarse fuera.
La elecci¨®n de un perfil como el de Gir¨® ilustra que el ¡°sector negocios¡± convergente ha vueltoLa elecci¨®n de un perfil como el de Gir¨® ilustra que el ¡°sector negocios¡± convergente ha vuelto
La opacidad del mundo de Junts hace extremadamente complicado saber si esta divergencia de posiciones entre ¡°gobernativos¡± e ¡°irredentos¡± responde a un conflicto interno o simplemente a una divisi¨®n del trabajo. Sea como fuere, Aragon¨¨s se encontrar¨¢ bajo un doble fuego cruzado procedente de los postconvergentes, vayan coordinados entre s¨ª o no. Dentro del Ejecutivo habr¨¢ presi¨®n para acumular el m¨¢ximo de poder real en manos de Junts: la elecci¨®n de un perfil como el de Gir¨® es epifen¨®meno de que el ¡°sector negocios¡± convergente ¡ªaunque sea bajo nuevas formas¡ª ha vuelto con ganas, si es que se fue. Por otra parte, los que voluntariamente se han situado fuera del Govern (pero se han asegurado cabezas de puente en la presidencia y la Mesa del Parlament) tendr¨¢n las manos m¨¢s que libres para seguir torturando a Aragon¨¨s con toda la artiller¨ªa ret¨®rica de la traici¨®n nacional.
?Quiere decir eso que la presidencia del republicano nace ya lastrada de manera inevitable? La clave de su perdurabilidad parece depender como m¨ªnimo de dos factores, entrelazados. En primer lugar, de la capacidad que tenga de leer correctamente las demandas de la sociedad catalana: la recuperaci¨®n econ¨®mica y el empleo est¨¢n en lo m¨¢s alto de las preocupaciones ciudadanas. Toca gestionar, no gesticular.
Y en segundo lugar, de la capacidad de acordar: entre las fuerzas pol¨ªticas catalanas ¡ªy esto implica dar centralidad al Parlamento, y romper los bloques en la aprobaci¨®n de las normas m¨¢s importantes¡ª; entre las fuerzas sociales, favoreciendo acuerdos entre sindicatos y patronal; y tambi¨¦n entre instituciones, fortaleciendo las relaciones con el Gobierno central y tambi¨¦n con otras autonom¨ªas.
Para llevar a cabo estas dos tareas Aragon¨¨s deber¨¢ emanciparse del marco que ha regido la pol¨ªtica catalana en los ¨²ltimos diez a?os, ejerciendo un liderazgo construido en la superaci¨®n de las divisiones que ha tra¨ªdo el proc¨¦s. Se tratar¨¢ no solo de ocupar el despacho del president, sino de demostrar que ah¨ª cabe toda la ciudadan¨ªa.
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