El gran vertedero de Barcelona tiembla 15 a?os despu¨¦s de su cierre
Unos temblores de tierra en torno al basurero del Garraf ponen en alerta a los vecinos
Los vecinos de la urbanizaci¨®n Plana Novella viven, aparentemente, en un sitio privilegiado. El centenar y medio de chal¨¦s est¨¢n repartidos en pleno coraz¨®n del parque natural del Garraf, una ubicaci¨®n que permite tener contacto directo con una naturaleza fastuosa, a la vez que se disfruta de una visi¨®n panor¨¢mica sobre el mar cerca de la ciudad de Barcelona. Todo ello no hace que los vecinos respiren tranquilos. Tras la loma tapizada de ¨¢rboles que ven desde la ventana se esconde el vertedero de Vall de Joan, el que durante d¨¦cadas fue destino de toneladas de basura generada en la capital catalana y el ¨¢rea metropolitana. Est¨¢ clausurado desde hace 15 a?os, pero aquellos que viven cerca de ¨¦l le siguen temiendo.
La urbanizaci¨®n Plana Novella pertenece al municipio de Olivella (Garraf), pero una estrecha carretera de curvas en herradura la deja aislada de cualquier n¨²cleo habitado. A 300 metros de altura, parece cumplir todos los requisitos para reivindicarse como zona de sosiego y aire puro. Incluso hay un monasterio budista. ¡°Aqu¨ª las noches son noches, no hay contaminaci¨®n lum¨ªnica¡±, cuenta Cristina Lluent, propietaria de un suntuoso chal¨¦ con vistas imponentes, antes de revelar que, en ese entorno, la incertidumbre se siente por aquello que no se ve.
Las toneladas de basura latente que hay acumuladas en el cercano vertedero del Garraf han activado los temores vecinales desde que percibieron varios temblores de tierra. ¡°Lo que hay enterrado es una bomba de relojer¨ªa¡±, advierte Lluent. Se refiere a la acumulaci¨®n de gases t¨®xicos que almacena el subsuelo del macizo y que, seg¨²n temen los vecinos, son la causa de los latigazos s¨ªsmicos registrados en las ¨²ltimas semanas. El m¨¢s notorio fue el del d¨ªa 11 de mayo, y se percibi¨® tambi¨¦n desde municipios m¨¢s alejados, como Olivella y Begues. Fue poco despu¨¦s de las cuatro de la tarde.
¡°Yo estaba trabajando en casa y not¨¦ como un estruendo, los vecinos salimos a la calle para averiguar qu¨¦ estaba pasando¡±, recuerda Rodrigo Valdivieso, residente en Plana Novella. Tambi¨¦n vive all¨ª Gemma Caballero, junto con su pareja y tres hijos. ¡°El ni?o de cinco a?os sali¨® de su habitaci¨®n asustado y preguntando qu¨¦ hab¨ªa sido aquello¡±, dice la madre. ¡°Para m¨ª fue como si se moviera la tierra de debajo de mi casa, pens¨¦ que la parcela se nos desplomaba¡±, detalla. A su pareja, que estaba teletrabajando, le dio la impresi¨®n que los ni?os estaban enredando m¨¢s de la cuenta: ¡°Del golpe que o¨ª, pens¨¦ que se hab¨ªa ca¨ªdo la litera¡±. Su chal¨¦, una planta baja, presenta grietas en varias esquinas. Ellos afirman que se deben al temblor del pasado d¨ªa 11.
El grupo de WhatsApp vecinal, creado como mecanismo de aviso ante la presencia de extra?os no identificados, ech¨® humo aquel d¨ªa. ¡°Valoramos var¨ªas posibilidades¡±, indica Cristina Lluent. Una de las primeras opciones era que alguna de las canteras que hay en las costas del Garraf estuviera realizando trabajos de detonaci¨®n. ¡°Incluso hemos contactado con la direcci¨®n del parque natural y con la Guardia Civil, porque supervisa las actuaciones de este tipo, y nos han negado que hubiera nada de eso¡±, dice.
Dada la proximidad del aeropuerto y atendiendo al estr¨¦pito que se not¨® en algunas casas, otra opci¨®n que se baraj¨® fue un accidente de avi¨®n. ¡°Pero tampoco¡±, insiste Lluent. El Instituto Cartogr¨¢fico y Geol¨®gico de Catalu?a (ICGC) dio constancia aquel d¨ªa de un temblor de 2,3 grados en la zona del Garraf. Se le ha requerido para que emita un informe sobre las posibles causas, pero, de momento, solo ha concretado que no fue de origen tect¨®nico.
Josep Maria Comas es espele¨®logo de la Uni¨® Muntanyenca Erampruny¨¤ (UME), una entidad con sede en Gav¨¤ y que participa en una investigaci¨®n para evaluar la concentraci¨®n de gases en los avernos del macizo del Garraf. Tienen sondas colocadas en varias cuevas y grietas y, afirma Comas, ¡°desde hace un a?o la atm¨®sfera de los avernos ha ido a peor, e incluso hay sitios donde es peligroso entrar porque hay concentraciones elevadas de metano y de CO?¡±. En su estudio, los espele¨®logos cuentan con el apoyo de la Universidad de Almer¨ªa, que desarroll¨® un m¨¦todo de control del aire de las cuevas tur¨ªsticas para asegurar su conservaci¨®n y fijar un tope de visitantes. Comas avisa de que lo que se cuece debajo del vertedero no es un problema menor. ¡°Que nadie piense que esto afecta solo al subsuelo, estos gases salen a la superficie y, si se dan unas condiciones atmosf¨¦ricas determinadas, las corrientes llevan estas bolsas de aire contaminado sobre n¨²cleos habitados, como Castelldefels y Gav¨¤¡±.
El Ayuntamiento de este ¨²ltimo municipio ha reclamado al ?rea Metropolitana de Barcelona (AMB), entidad que gestiona el vertedero, que investigue las causas de los temblores. El AMB manifiesta que est¨¢ a la espera del informe que emita el Instituto Cartogr¨¢fico de Catalu?a y que, si procede, realizar¨¢n las ¡°actuaciones oportunas¡±. Joan Miquel Trullols, director del servicio de prevenci¨®n y gesti¨®n de residuos de AMB, en declaraciones a TV3 ha admitido la acumulaci¨®n de gases, pero lo cataloga como un ¡°efecto temporal¡±. Unas obras de impermeabilizaci¨®n de la superficie del antiguo vertedero habr¨ªan inutilizado la red de pozos que canalizan el biog¨¢s que emana de la basura enterrada. Seg¨²n Trullols, cuando los trabajos terminen, ¡°el impacto ser¨¢ menor¡±. ¡±Aunque desde arriba parezca una alfombra verde, es un vertedero que est¨¢ vivo, que esconde un estercolero y el AMB dispone de presupuesto y de medios t¨¦cnicos para gestionarlo de manera correcta¡±, reclama Cristina Lluent.
Una monta?a de basura
El vertedero de Vall de Joan se clausur¨® hace 15 a?os, pero, bajo tierra, fermentan m¨¢s de 26 millones de toneladas de basura. Son los desperdicios y desechos que gener¨® Barcelona y su ¨¢rea metropolitana durante tres d¨¦cadas. En 2018, una inyecci¨®n de 27,7 millones de euros desbloque¨® la restauraci¨®n, tras ocho a?os parada, de los terrenos del viejo vertedero. Esta vez son los gases que emanan de las basuras lo que genera controversia, pero en otras ocasiones las quejas aludieron a los miles de litros de lixiviados que rezuman hacia pozos y aguas subterr¨¢neas.
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