Los partidos pol¨ªticos salvan sus diferencias para impulsar la cultura en Barcelona

En Catalu?a todo el mundo recuerda el pacto cultural impulsado por el consejero Joan Rigol de 1985, poniendo el camino de c¨®mo hab¨ªa que unir esfuerzos entre todos para conseguir que la cultura ocupe un espacio central. Con esa finalidad nace el pacto firmado entre el equipo de gobierno de Barcelona y los partidos de la oposici¨®n que se ha presentado este viernes; unas l¨ªneas generales que se ir¨¢n desplegando con el horizonte final de 2030 basado en seis ejes: culturas populares e interculturalidad; artes visuales, museos, arquitectura y dise?o; media y comunicaci¨®n; artes esc¨¦nicas; humanidades, escritura y literatura y memoria, patrimonio e historia. Se ha presentado este viernes por la ma?ana con presencia de todos los partidos pol¨ªticos, algo realmente in¨¦dito en el panorama pol¨ªtico barcelon¨¦s y catal¨¢n, con la idea de que, gobierne quien gobierne, la cultura sea central en la vida de Barcelona.

Todo comenz¨® en noviembre de 2019 en la Comisi¨®n de Derechos Sociales, Cultura y Deportes del Ayuntamiento impulsada por ERC y JxCat secundada por todos los partidos con representaci¨®n en el Ayuntamiento, y aunque la pandemia ha dificultado los trabajos, este viernes se ha podido presentar el documento en el que se recogen las principales l¨ªneas de actuaci¨®n.

En el Sal¨® de Cent del Ayuntamiento la presentaci¨®n ha contado con Joan Subirats, teniente de alcalde de Cultura, Educaci¨®n, Ciencia y Comunidad; Xavier Marc¨¦, regidor de Turismo e Industrias Creativas; y los regidores portavoces de Cultura de los diferentes partidos de la oposici¨®n: Gemma Sendra, de ERC; Ferran Mascarell, de JuntsxCat; ?scar Ram¨ªrez, del PP y Eva Parera, de Barcelona Pel Canvi. El acuerdo presentado se suma al plan global impulsado por el gobierno de Colau aprobado a finales de abril en el que se inyectaron 69 millones para impulsar 100 acciones como la utilizaci¨®n de bajos para talleres, ensayos y exhibici¨®n de arte, el impulso de una moneda cultural y la gratuidad de los museos.

El plan, por ahora un marco muy te¨®rico de trabajo, plantea unas l¨ªneas iniciales de 10 propuestas en las que se habla de replantear la arquitectura de los grandes equipamientos, sus sistemas de gobierno, tama?o, posibles alianzas; la financiaci¨®n de la cultura, analizando los recursos disponibles y los posibles; el g¨¦nero y cultura en la ciudad; la interculturalidad; la capitalidad cultural y cient¨ªfica de la ciudad; el patrimonio; las industrias culturales; el arte, la cultura y la ciencia; el sistema educativo y la internacionalizaci¨®n cultural de la ciudad.

A partir de ahora ser¨¢ el Consell de la Cultura quien velar¨¢ por el desarrollo de las propuestas del pacto y articular¨¢ un calendario de debates, grupos de trabajo y comisiones en el horizonte de 2023 y de 2030 en el que se ir¨¢n concretando cada uno de los aspectos.

Subirats ha remarcado que es una hoja de ruta que nace en un momento en el que la Generalitat se ha comprometido a doblar su presupuesto de Cultura y se est¨¢ acabando el acuerdo de cocapitalidad que representar¨¢ una inyecci¨®n econ¨®mica de unos 20 millones de euros por parte del Estado tras a?os de incumplir los acuerdos con la ciudad. Para ¨¦l, adem¨¢s, este documento es una buena contribuci¨®n para conseguir una recuperaci¨®n de la cultura, tras el mal a?o pasado por la pandemia.

Para Sendra, ha de ayudar a crear nuevos instrumentos de financiaci¨®n y ha de servir para crear sinergias de trabajo. ¡°Hay mucha informaci¨®n dispersa, pero hay mucho trabajo hecho por el Consell de cultura y el CoNCA, que nos permitir¨¢ avanzar mucho. Tenemos que ver qu¨¦ se puede aprovechar y qu¨¦ es v¨¢lido para Barcelona¡±. El pacto es bueno porque, asegura: ¡°A los pol¨ªticos se nos interpela para que seamos eficaces y creemos sinergias y consigamos todos los recursos posibles, pero el reto que tenemos delante es grande¡±. Para ella, los principales retos son el de la dignificaci¨®n de los puestos de trabajo de la cultura; la revisi¨®n de la relaci¨®n entre los espacios p¨²blicos y privadas y el reequilibrio del ecosistema cultural de la ciudad, reafirmando polos como el de Montju?c y el Paralelo o la Rambla y otros nuevos como el de Gl¨°ries.

Mascarell, un veterano en la gesti¨®n de la cultura barcelonesa y catalana, ha recordado que los acuerdos previos en la ciudad permitieron impulsar los planes de bibliotecas o las f¨¢bricas de creaci¨®n, ha asegurado que el pacto ¡°ha de servir para recuperar la idea de que la ciudad est¨¢ llena de talento; algo que se ha de convertir en su identidad, ya que le da fortaleza¡±. Mascarell ha asegurado que ¡°ante la evidente p¨¦rdida de fortaleza cultural¡± hab¨ªa que hacer algo. ¡°Es el inicio, no el final de un plan estrat¨¦gico que nos gustar¨ªa haber presentado. Estamos en el pre¨¢mbulo, pero tenemos que felicitarnos por el acuerdo que tenemos que hacer lo m¨¢s ambicioso posible¡±, ha reconocido y ha recordado la necesidad de aceptar la diversidad, consolidar el sistema p¨²blico de la ciudad, ¡°que requiere inversi¨®n, ya que est¨¢ en una fase delicada y la necesidad de asumir decisiones de car¨¢cter estrat¨¦gico en campos como el sector audiovisual que est¨¢ dejando de existir¡±. Mascarell ha admitido que la realidad actual es diferente. ¡°Todo es nuevo, no hay que copiar cosas anteriores, pero si hay una pauta que se ha de seguir¡±, ha dicho.

Ram¨ªrez tambi¨¦n se ha felicitado por el acuerdo, aunque aunque ha asegurado que no coinciden en el 100%. Cada uno puede impulsar su marca en este pacto cultural. Es abierto y amplio y se han recogido diferentes ideas, mientras que Marc¨¦ dijo que es la primera vez que se consigue poner la cultura incluyendo el marco de la econom¨ªa y la educaci¨®n.

Subirats ha reconocido que la cultura siempre necesita de mayores recursos, pero ha recordado que en Barcelona el 6% del presupuesto se destina a Cultura, representado un gasto por persona y a?o de 90 euros. ¡°A nivel comparativo no est¨¢ mal, si lo comparamos con el resto de Espa?a, donde solo Bilbao tiene una cifra similar y Madrid ronda los 50 euros, mientras que ciudades como Berl¨ªn destinan unos 100 y la Generalitat alrededor de 30 euros por personas y a?o¡±.