Los incendios amenazan a las zonas urbanizadas por la falta de lluvia

El invierno ha sido seco y la primavera tambi¨¦n. Parece que el verano va por el mismo camino y los bosques piden agua a gritos. ¡°Hemos empezado julio con m¨¢s riesgo que el a?o pasado¡±, cuenta la directora general de Ecosistemas Forestales del Departamento de Acci¨®n Clim¨¢tica de la Generalitat, Anna Sanitjas. El 2020 fue mucho m¨¢s lluvioso y eso mantuvo los bosques h¨²medos a pesar de las altas temperaturas de los meses de verano, as¨ª que fue un a?o con muy pocos fuegos. Pero las cosas han cambiado mucho en solo seis meses. ¡°La vegetaci¨®n ya tiene niveles de sequ¨ªa que podr¨ªamos encontrar en agosto, el riesgo de incendio es m¨¢s elevado de lo normal¡±, a?ade Sanitjas. Como muestra, este a?o ya han quemado m¨¢s de 1.000 hect¨¢reas en Catalu?a, cuando en 2020 quemaron 135, siendo el a?o con menos hect¨¢reas quemadas desde 1986.

Las zonas que preocupan m¨¢s son las del cuadrante noreste de Catalu?a, ¨¢reas muy pobladas y con muchas urbanizaciones en la monta?a, como son zonas del Empord¨¤, donde el viernes hubo que desalojar a m¨¢s de 350 personas por el incendio declarado en Llan?¨¤, en pleno parque natural de Cap de Creus, que a¨²n est¨¢ activo. La campa?a de prevenci¨®n de incendios ha empezado con la masa forestal en peores condiciones y la vegetaci¨®n arbustiva muy seca. Las comarcas con las alertas m¨¢s altas son el Alt Empord¨¤ y Baix Empord¨¤, el Giron¨¨s, La Selva y parte del Pla de l¡¯Estany. Adem¨¢s, toda el ¨¢rea metropolitana, el Vall¨¨s Oriental y el Occidental, el Pened¨¨s, Anoia y Garraf.

En cambio, este a?o el riesgo de fuego ha disminuido en zonas donde normalmente la probabilidad es mayor, porque acostumbran a estar m¨¢s secas, como las comarcas de l¡¯Ebre y de Lleida, explica Eva Gabriel, t¨¦cnica del Servicio de Prevenci¨®n de Incendios Forestales. Se debe a que este a?o ha llovido m¨¢s de lo habitual en esos parajes.

Las condiciones de clima extremas propiciadas por el cambio clim¨¢tico, el abandono de los bosques, donde se acumula mucha masa forestal, y la edificaci¨®n de urbanizaciones aisladas de los n¨²cleos urbanos convierten algunas partes del litoral y el prelitoral en polvorines. ¡°Hay mucha continuidad de bosque, mucha biomasa acumulada y esto puede facilitar que se desencadene un incendio grande, con alg¨²n tramo fuera de control de los Bomberos¡±, alerta Sanitjas. Si se da el caso y el fuego est¨¢ cerca de urbanizaciones puede llegar a quemar casas, sobre todo aquellas que tienen ¨¢rboles que llegan hasta las fachadas de los edificios y no han previsto franjas de protecci¨®n.

En este sentido, la directora general recuerda la importancia de gestionar bien los bosques y de que los propietarios que viven en zonas fuera de la trama urbana hagan franjas de protecci¨®n de 25 metros de ancho alrededor de las casas, libres de vegetaci¨®n seca y con la masa arb¨®rea aclarada, que puedan actuar como cortafuegos, como obliga un decreto de 2003 de la Ley Forestal. ¡°Es un peligro que las cabeceras de los pinos toquen las casas¡±, advierte. Para incentivar la aplicaci¨®n de estas franjas, la Generalitat tiene una subvenci¨®n que se da a trav¨¦s de los ayuntamientos y este a?o ha sido de un total de 1 mill¨®n de euros.

Sanitjas lanza un mensaje pidiendo ¡°m¨¢xima concienciaci¨®n y precauci¨®n¡±, mientras recuerda que el incendio de esta semana en Castellv¨ª de Rosanes y Martorell se origin¨® por una chispa de una radial, todo indica que el de Llan?¨¤ tiene el origen en un cigarrillo lanzado desde un coche y otro fuego peque?o, de dos hect¨¢reas, ardi¨® ayer en Vilafant, tambi¨¦n por una radial.

Asimismo, Mireia Banqu¨¦, t¨¦cnica del CREAF (Centre de Recerca Ecol¨°gica i Aplicacions Forestals), recuerda que el a?o pasado hubo pocos incendios porque llovi¨® mucho, y los bosques se recuperaron de una larga sequ¨ªa que se arrastraba desde 2016. ¡°El 2020 fue como una bomba de ox¨ªgeno¡±. Pero la cosa ha empeorado en muy poco tiempo. El programa Deboscat toma datos de la situaci¨®n de los bosques cada septiembre. Son los Agentes Rurales quienes inspeccionan el terreno despu¨¦s del verano para recopilar datos del estado de los bosques. Los ¨²ltimos de septiembre del a?o pasado eran buenos, pero salta a la vista que la situaci¨®n ha empeorado. Este seguimiento se hace desde 2010 y los peores datos de decaimiento forestal, en que los ¨¢rboles muestran s¨ªntomas de sufrir sequ¨ªa o se mueren por falta de agua, son de 2012 y 2016. Precisamente en 2012 hubo el gran incendio del Alt Empord¨¤, con m¨¢s de 12.000 hect¨¢reas quemadas y cuatro muertos. En aquella ocasi¨®n, una imprudencia con forma de colilla arrojada a un m¨¢rgen de carretera en La Jonquera origin¨® la tragedia.

Alerta forestal con colaboraci¨®n ciudadana

El Centre de Recerca Ecol¨°gica i Aplicacions Forestals, CREAF, con el apoyo de la Generalitat, trabaja con el proyecto Alerta Forestal, que se enriquece con los datos que aportan los ciudadanos a trav¨¦s de una aplicaci¨®n m¨®vil. Las personas que frecuenta los bosques pueden colaborar enviando informaci¨®n y fotograf¨ªas cuando detectan hojas marronosas. Se trata de una informaci¨®n menos precisa que la que recopilan los agentes rurales cada mes de septiembre para analizar el estado de las masas forestales, pero es muy valiosa porque da una informaci¨®n de continuidad para ver como sigue esa vegetaci¨®n durante el resto del a?o. ¡°Tenemos a gente muy fiel que nos aporta una informaci¨®n muy valiosa¡±, cuenta Mireia Banqu¨¦, t¨¦cnica del CREAF.

Esta informaci¨®n, combinada con datos de anomal¨ªas clim¨¢ticas, mapas topogr¨¢ficos y otras fuentes de informaci¨®n para elaborar modelos predictivos podr¨¢ prever como cambiar¨¢ el clima en el futuro y medir el impacto de la sequ¨ªa en los bosques de Catalu?a las pr¨®ximas d¨¦cadas. Responder a preguntas como d¨®nde habr¨¢ m¨¢s afectaciones por sequ¨ªa, qu¨¦ especies se ver¨¢n m¨¢s afectadas, cu¨¢nta superficie ser¨ªa recuperable o d¨®nde es posible que haya m¨¢s afectaci¨®n por sequ¨ªa.

A trav¨¦s de Alerta Forestal, los ciudadanos tambi¨¦n pueden colaborar enviando datos e im¨¢genes de otras afectaciones a los bosques, como la oruga del boj, que es una especie invasora, la procesionaria, o las ventadas y las nevadas.