El delicado arte de ¡®clonar¡¯ c¨®dices
M. Moleiro Editor cumple 30 a?os reproduciendo manuscritos que adquieren personajes ilustres e instituciones de 75 pa¨ªses
Las miradas descienden, casi con devoci¨®n, ante las hojas de un antiguo c¨®dice de plantas medicinales. Manuel Moleiro, director y fundador de la editorial que lleva su nombre, pasa las p¨¢ginas del Diosc¨®rides de Gherardo Cibo y Pietro Andrea Mattioli, manuscrito italiano del XVI. Tres colaboradores lo siguen atentamente, en silencio, en las oficinas de la editorial en la barcelonesa Travessera de Gr¨¤cia. La textura de las p¨¢ginas es distinta; el grosor var¨ªa. Hay manchas y alg¨²n corte, que exponen las contingencias a las que ha quedado sometida una obra que ha atravesado siglos. Pero es una imitaci¨®n...
M. Moleiro Editor acaba de cumplir 30 a?os, en los que ha reproducido con fidelidad decenas de c¨®dices ¡°casi-originales¡± ¨Ccomo ellos los llaman¨C, y ha ganado un prestigio internacional que lo ha llevado a vender sus obras a cientos de bibli¨®filos privados en 75 pa¨ªses, personalidades pol¨ªticas y religiosas, adem¨¢s de a superproducciones del cine y la televisi¨®n. S¨®lo hace 987 ejemplares de cada obra.
¡°El siete es el n¨²mero de la perfecci¨®n¡±, apunta el editor, aludiendo al n¨²mero que cierra la cifra de ejemplares a la que se ha mantenido fiel; pero tambi¨¦n al lema que desde 2001 ha acompa?ado a la empresa, cuando el ingl¨¦s The Times calific¨® su trabajo como ¡°el arte de la perfecci¨®n¡±. La exclusividad de cada obra tambi¨¦n viene certificada por un notario ¡°que siempre es de Ourense¡±, explica Moleiro, de 69 a?os, haciendo referencia a su Galicia natal.
¡°?Qui¨¦n no quiere tener un Beato de Li¨¦bana en sus manos?¡±, exclama Mar?al Font, presidente del Gremio de Libreros de Viejo de Catalu?a, en alusi¨®n a algunas de las obras del cat¨¢logo de Moleiro. Font esboza un retrato del prototipo de comprador de libros antiguos: ¡°Suelen ser profesionales liberales, con algo de dinero y hay de todo, desde entom¨®logos hasta arquitectos¡±, caracter¨ªsticas que coinciden con las que describe Moleiro en cuanto al de sus facs¨ªmiles. Aquellos que tienen m¨¢s afinidad, agrega Font, suelen ser los que superan los 80 a?os y los menores de 60: ¡°Los de 65 ¨® 70, la generaci¨®n de la televisi¨®n, compran m¨¢s libros nuevos¡±
La excepcionalidad de la obra es uno de los criterios del editor. ¡°Solo reproduzco libros que est¨¢n reconocidos como joyas; por ello est¨¢n en reservas de bibliotecas con acceso limitado¡±, fija Moleiro.
Entre las bibliotecas privadas que tambi¨¦n guardan sus reproducciones cl¨®nicas est¨¢n las de pont¨ªfices como Juan Pablo II o la Casa Real espa?ola, adem¨¢s de los ex presidentes estadounidenses Jimmy Carter o los Bush, entre otros. Y lo que quiz¨¢s las haya hecho m¨¢s llamativas es su aparici¨®n en grandes superproducciones, como la serie de TVE sobre Isabel la Cat¨®lica, donde ¡°se utilizan muchos¡± de sus c¨®dices.
Entre estos destaca la Biblia de San Luis, monumento bibliogr¨¢fico del XIII donde hay 4.887 escenas historiadas e iluminadas de La Biblia. En la escena internacional han llevado sus imitaciones pel¨ªculas como El reino de los cielos (2005), de Ridley Scott; o El nombre de la rosa (1986), donde aparecen las obras del Beato de Li¨¦bana, concretamente los c¨®dices del Monasterio de Santo Domingo de Silos (s. XI-XII) o el de Fernando I y do?a Sancha (s. XI), destaca el editor, que siempre quiso dedicarse al cine, aunque acab¨® estudiando Periodismo.
Para ganarse la vida mientras estudiaba, Moleiro empez¨® a trabajar en el proyecto de la desaparecida editorial Ebrisa, que fund¨® en 1977, y donde ya hac¨ªa libros de bibli¨®filo junto a una leyenda del sector como Franco Mar¨ªa Ricci. La editorial fue vendida a Planeta en 1989 y ¨¦l fund¨® M. Moleiro Editor en septiembre de 1991.
Sus reproducciones tienen una vocaci¨®n est¨¦tica, pero tambi¨¦n documental: cada una viene acompa?ada de un estudio en, al menos, tres idiomas, con art¨ªculos de especialistas. De aqu¨ª que el proceso siempre tome a?os.
Luego de elegir la obra, gestionan el permiso con las instituciones que la conservan, y encargan las fotograf¨ªas ¡°que ya, casi siempre, hacen las mismas instituciones con sus equipos¡±, describe Moleiro. Los organismos con los que colaboran, entre los cuales, la British Library de Londres, el Metropolitan Museum de Nueva York o la Biblioteca Nacional de Rusia en San Petersburgo, siguen unas instrucciones concretas de la editorial con el objetivo de mantener una calidad espec¨ªfica.
Pieles de Asia y ?frica
En cuanto a los materiales, las pieles de la encuadernaci¨®n son de la misma clase que en el original, que pasan por un curtido vegetal ¡°para conservar los poros que de otra manera, con productos qu¨ªmicos, desaparecer¨ªan¡±, afirma Moleiro, que se?ala que estas pieles hay que buscarlas ya en Asia o en ?frica. Para conseguir los colores originales se estuca el pergamino. As¨ª se evita que las tintas penetren en el soporte.
Durante la producci¨®n se hacen m¨²ltiples viajes a las bibliotecas (de donde nunca salen los originales) para cotejar pruebas. Despu¨¦s, Luis M¨ªnguez, Premio Nacional de Encuadernaci¨®n del Ministerio de Cultura y encuadernador de la editorial, realiza todo el trabajo a mano.
Es ¡°un proceso costoso y dif¨ªcil¡±, admite Moleiro, y que da como resultado obras que oscilan entre los 500 y los 20.000 euros.
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