El vuelo imparable de los drones
Las aplicaciones de estas aeronaves van m¨¢s all¨¢ del simple juguete
Las enciclopedias que m¨¢s explicaciones dan a la hora de definir un dron hablan de una aeronave no tripulada dirigida remotamente o que obedece a un programa inform¨¢tico. Hay una mayoritaria coincidencia en fijar el bombardeo de Venecia, el agosto de 1849 por parte de las tropas austro-h¨²ngaras que asediaban la ciudad, como la fecha inaugural de su historia a pesar de que se trat¨® del lanzamiento de un par de centenares de globos cargados con explosivos. No todos llegaron a su destino. Un repentino cambio en la direcci¨®n del viento hizo que m¨¢s de uno de estos ingenios... volviera a casa. Un regreso muy preocupante (para los austro-h¨²ngaros). En todo caso, se trata de una historia fundamentalmente militar con m¨¢quinas voladoras, parecidas a los aviones y los torpedos, que, de manera principal, se dedican al espionaje y al bombardeo.
Pero la idea popular sobre qu¨¦ es un dron es mucho m¨¢s joven. La palabra entr¨® en el diccionario de la Real Academia Espa?ola en la edici¨®n de 2014. Y el 2015, ¡°dron¡± era proclamado neologismo catal¨¢n del a?o en la encuesta que organizan la Universitat Pompeu Fabra y el Institut d¡¯Estudis Catalans. Para muchos de nosotros, un dron es un bicho mec¨¢nico que puede recordar a una gran ara?a, ligero, ¨¢gil, pilotado de lejos. La primera aproximaci¨®n es l¨²dica. De hecho, se encuentran en tiendas de juguetes, de aeromodelismo, de fotograf¨ªa... Incluso ignoramos su nomenclatura: quadcopter, hexacopter, octocopter, seg¨²n tenga cuatro, seis u ocho rotores. Pero topamos cada vez m¨¢s con ellos y con trabajos de m¨¢s envergadura.
Cada d¨ªa tenemos la escena de las bocas del volc¨¢n de La Palma, de una impensable proximidad. En las series y las pel¨ªculas ya resultan banales las im¨¢genes cenitales de ciudades y carreteras. Hace poco, los diarios tra¨ªan que en Toronto se hab¨ªan usado por primera vez en el transporte de unos pulmones para un trasplante. El viaje entre los dos hospitales tard¨® seis minutos, pero la preparaci¨®n de un contenedor ligero capaz de proteger el paquete de cualquier agresi¨®n cost¨® 18 meses. Este verano, Aeroc¨¢maras ofreci¨® un servicio de delivery gastron¨®mico en el puerto de Ibiza. Sus drones llevaban el pedido del restaurante a la embarcaci¨®n. No ha habido manera de que la empresa me explicara el resultado de la experiencia. Lo intent¨¦ durante tres semanas hasta que los vi muy atareados explicando a toda la prensa que iban a salvar con drones unos perros rodeados de lava en La Palma. Finalmente, no lo hicieron ellos. ?Se anticiparon unos clandestinos caminantes sobre la colada volc¨¢nica!
Open Arms ha usado drones en sus operaciones de rescate mar¨ªtimo. Cada vez m¨¢s se usan en la agricultura para la fumigaci¨®n, control de cultivos, combates de plagas. En una in¨¦dita modalidad de pirotecnia, este a?o, un enjambre de 3.281 drones con bombillas led construyeron en el cielo de Shangh¨¢i una espectacular coreograf¨ªa de luz... La lista de aplicaciones y usos es interminable.
Una de las personas que me ha puesto al d¨ªa sobre el mundo de los drones ha sido Jordi L¨®pez (40 a?os, Ma?anet de Cabrenys). Es piloto y trabaja la filmaci¨®n. Puede hacer desde una boda a un anuncio tur¨ªstico o un documental sobre una industria. Una de sus especialidades son los interiores. Las inmobiliarias que quieren mostrar en su web los rincones de una casa, los museos que desean una presentaci¨®n virtual de su colecci¨®n... tienen una nueva herramienta para hacerlo sin que haga falta un operador cargando una steadycam. ¡°Son c¨¢maras peque?as de unos 37 gramos, pero que dan una resoluci¨®n de 4K y 60 frames por segundo¡±.
Todo empez¨®, cuando ten¨ªa 32 a?os, como una afici¨®n. ¡°Los amigos que nos interes¨¢bamos por los drones ¨¦ramos como una comunidad. Hac¨ªamos quedadas, picnics y mont¨¢bamos una carrera con aros de poliesp¨¢n¡±. L¨®pez lleg¨® a participar en carreras m¨¢s formales y organizadas, pero no persisti¨®. ¡°Es un mundo muy t¨¦cnico que pide mucha dedicaci¨®n. Los drones de carreras son balas con motores que pueden ir a 35.000 revoluciones por minuto. Los jugadores practican en simuladores, preparan su m¨¢quina, sueldan las piezas, programan en el ordenador sus par¨¢metros. Son configuraciones que se pueden copiar en Internet. Si quieres competir, tienes que dedicar muchas horas¡±.
A 290 kil¨®metros por hora
Uno de los episodios m¨¢s explicados cuando se quiere dar una idea del crecimiento acelerado, supers¨®nico, de las carreras tiene un nombre: Luke Bannister, un chaval que en 2016 gan¨® el World Drone Prix en Dub¨¢i con un primer premio de 235.000 euros. De todos modos, tambi¨¦n hay debilidades en esta historia. No parece que las carreras tengan un gran atractivo televisivo. He visto alguna retransmisi¨®n y contemplar, desde la c¨¢mara del dron, a la m¨¢quina comi¨¦ndose el circuito a una velocidad incre¨ªble... fatiga despu¨¦s de unos cuantos minutos y unas cuantas vueltas. Hay monoton¨ªa. L¨®pez admite el r¨¢pido crecimiento de las carreras, ¡°pero puede resultar una burbuja que estalle. No veo el futuro deportivo¡±.
L¨®pez tiene muy claro que los drones no son un juguete y es favorable a una regulaci¨®n exigente en funci¨®n de factores como la envergadura de la nave, el riesgo de las maniobras (por encima de los 120 metros de altura o volando sobre aglomeraciones de personas) o si se tiene, o no, visi¨®n directa de la nave durante el vuelo. Son m¨¢quinas, recuerda, que pueden ir a 290 kil¨®metros por hora. De hecho, la Uni¨®n Europea empieza este a?o a aplicar un renovado reglamento de seguridad que contempla desde la instrucci¨®n de los pilotos, el registro de nuevos operadores y las caracter¨ªsticas t¨¦cnicas de las naves. ?l se sac¨® el t¨ªtulo de piloto para drones de menos de 25 kg en 2014. ¡°Solamente hab¨ªa un par de escuelas autorizadas en Madrid y Barcelona. Entonces, la autonom¨ªa de vuelo era de cinco a ocho minutos. Ahora, en el mundo de la filmaci¨®n, el est¨¢ndar es de unos 30-40 minutos¡±, pero un dron h¨ªbrido de la valenciana Quaternium super¨®, hace un a?o, las 10 horas. Y los expertos est¨¢n convencidos de que, gracias a los drones, de todos los tama?os, el paisaje aeron¨¢utico de aqu¨ª a cinco a?os habr¨¢ dado un giro que apenas imaginamos. Su vuelo es imparable.
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