Assemblea de Catalunya: osad¨ªa hist¨®rica en el Parlament
Laura Borr¨¤s y Rafael Rib¨® retorcieron, desde el ¡®presentismo¡¯, el significado de la emblem¨¢tica plataforma antifranquista en el acto institucional de los 50 a?os de su creaci¨®n
¡±No hacemos lo suficiente para recordar la historia de este pa¨ªs; actos como este deber¨ªan haberse multiplicado por todas partes¡±. As¨ª de clar i catal¨¤ empez¨® Rafael Rib¨® su intervenci¨®n en la conmemoraci¨®n del 50 aniversario de la Assemblea de Catalunya que el S¨ªndic de Greuges y el Parlament de Catalunya ¡ªm¨¢s el primero que el segundo, puesto que fue Rafael Rib¨®, protagonista de ese momento hist¨®rico, quien tuvo la idea y contact¨® a los ponentes¡ª organizaron el pasado viernes para pocas decenas de personas en la c¨¢mara catalana.
Frente al lienzo que Antoni T¨¤pies dedic¨® al 7 de noviembre de 1971, fecha fundacional del gran organismo unitario del catalanismo antifranquista, la presidenta del Parlament, Laura Borr¨¤s, abri¨® y cerr¨® el acto con gestos de osad¨ªa (que no rigor) hist¨®ricos. De ninguna otra forma puede calificarse el desparpajo con el que el independentismo representado por Borr¨¤s, aunque no solo por ella, trata de releer la historia del antifranquismo en clave presentista y retorciendo o escondiendo, seg¨²n convenga, hechos, protagonistas, textos y contexto.
¡±Hacen falta algunos gestos desmesurados que rompan la rutina y quiz¨¢ vuelve a depender como nunca solo de nosotros, de nuestra ambici¨®n y osad¨ªa, darle la vuelta de una vez por todas a la historia¡±, concluy¨® Borr¨¤s, parafraseando a Miquel Mart¨ª i Pol. Para entonces, y m¨¢s all¨¢ de proclamas a la unidad ¡ªdel pueblo o del independentismo, porque el concepto de catalanismo estuvo tan ausente como Vox, PP y Cs¡ª, el acto, que introdujo el periodista Antoni Batista y cont¨® con cinco testimonios, ya rebosaba de gestos y revolcones hist¨®ricos. Tambi¨¦n de an¨¦cdotas entre 1971 y 1977, que no por emotivas o simp¨¢ticas suplieron la poca reflexi¨®n de calado esperable de una conmemoraci¨®n de un hecho clave y que, en espera del acto anunciado en la Generalitat para el d¨ªa 10, hasta ahora ha pasado institucionalmente sin pena ni gloria en el pa¨ªs de los d¨ªas hist¨®ricos.
Casi de manual fueron las analog¨ªas actuales con los tres primeros puntos program¨¢ticos de la Assemblea de Catalunya: ¡°Llibertat, amnistia y Estatut d¡¯autonomia¡± como primer paso hacia la autodeterminaci¨®n. Mayor osad¨ªa sufri¨® el cuarto punto, la coordinaci¨®n con todas las fuerzas democr¨¢ticas peninsulares, cuando Borr¨¤s lo desposey¨® de cualquier referencia al conjunto de Espa?a. Pero la osad¨ªa m¨¢xima fue de Rib¨®: circunscribiendo su intervenci¨®n a la relectura presentista de los cuatro puntos de la Assemblea con la coartada de su funci¨®n de garante de derechos como s¨ªndic, quien fue secretario general del PSUC no hizo menci¨®n alguna al papel clave de su partido en ese hito del antifranquismo. Es m¨¢s, en aras del consenso y la pluralidad, y ante el estupor del hist¨®rico comunista Enric Cama, Rib¨® se reivindic¨® como independiente sin carnet para esa ¨¦poca. ?l no ingres¨® en el PSUC hasta 1974, pero la Assemblea vivi¨® hasta 1977.
Compartiendo atril con Pepa Aren¨®s, Elisabet Mas y Laura Tremosa, testimonios de la ¨¦poca, tuvieron que ser el democristiano Joan Vallv¨¦ y el mariscal pujolista Miquel Sellar¨¨s quienes dieran contenido real al acto. En el atril y en los corrillos. Ambos reconocieron el papel de CCOO en la unidad del antifranquismo y c¨®mo gente de lo que despu¨¦s ser¨ªa CiU (con algunos socialistas y el l¨ªder del FNC Joan Colomines, para ser justos) lograron vencer el anticomunismo de la mayor¨ªa de partidos, empezando por Jordi Pujol e incluyendo a ERC y a no pocos socialistas. ¡°No se puede hablar de la Assemblea sin citar la importancia de los comunistas¡±, exclam¨® Sellar¨¨s, que fue el primero, si no el ¨²nico, en citar nombres clave como el del l¨ªder del PSUC Antoni Guti¨¦rrez D¨ªaz, el del independentista y ecosocialista Joan Armet o el del socialista Raimon Obiols. Pere Portabella (all¨ª), Xavier Folch, Joan Revent¨®s, Jordi Carbonell y Josep Benet contaron con m¨¢s qu¨®rum en las citas.
Osado fue Sellar¨¨s cuando confes¨® que el Pujol de los 70 ten¨ªa la tentaci¨®n de entenderse mejor con Rodolfo Mart¨ªn Villa que con la Assemblea. O cuando record¨® que ¡°el independentismo era marginal¡±. A diferencia de Borr¨¤s o Rib¨®, el ¨²nico presentismo que se permiti¨® fue: ¡°Nos faltan l¨ªderes y referentes como Benet, que tengan la autoridad de cuadrar al mismo presidente de la Generalitat¡±. Los tiempos cambian y quien cuadr¨® a Borr¨¤s fue Obiols, por tuit: ¡°Leo que recordaron en el Parlament el 50 aniversario de la Assemblea de Catalunya. Como exdiputado y expreso del grupo de los 113, le ruego que me avisen para el 75. Soy f¨¢cilmente localizable¡±.
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