A la caza de Banksy
El Disseny Hub Barcelona acoge una exposici¨®n con m¨¢s de 70 obras aut¨¦nticas del pol¨¦mico, cotizado y an¨®nimo artista
Lo mejor de la exposici¨®n Banksy. The art of protest que se inaugura este viernes en el Disseny Hub Barcelona est¨¢ al principio y al final del recorrido. Al comienzo, porque los visitantes, y todos los que se acerquen al edificio de la plaza de les Gl¨°ries, podr¨¢n ver, sin tener que pagar entrada, dos enormes obras, Rata reci¨¦n levantada y Pissing Guard, atribuidas a este artista esquivo y sin rostro llamado Banksy (convertido en una marca comercial como cualquier otra), que tras aparecer en 2002 en sendos muros de Los ?ngeles y de Londres y ser arrancados poco despu¨¦s acabaron en manos de un coleccionista italiano y ahora, por primera vez, pueden verse en un museo.
Y al final, porque durante 12 minutos y con ayuda de unas gafas de realidad virtual es posible seguir los pasos del enigm¨¢tico Banksy por las calles de Nueva York, Par¨ªs, Londres, Los ?ngeles y Palestina mientras pinta, a golpe de espray, las paredes de edificios en zonas industriales de estas ciudades con las obras que luego han acabado valiendo miles y millones de euros y que le han dado fama y reconocimiento mundial, pese a no saberse su identidad.
Son dos de las novedades, junto con una lata de espray firmada por el autor y un casco de polic¨ªa antidisturbios decorado con brillantes cristales, de esta exitosa exposici¨®n que el Disseny Hub y la empresa Sold Out han tra¨ªdo a Barcelona despu¨¦s de que la hayan visto desde 2018 m¨¢s de tres millones de personas en todo el mundo ¡ªen Espa?a, en La T¨¦rmica de M¨¢laga en 2019 y en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid en 2020¡ª y que en Barcelona (hasta marzo de 2022) permitir¨¢ ver unas 70 obras originales, como recalcan su comisario Alexander Nachkebiya y Rafa Jim¨¦nez, director de Sold Out, que dejan claro que poderlas ver ¡°es gracias a coleccionistas generosos que dan la posibilidad de que las obras vuelven a la calle¡±. Seg¨²n las cartelas es gracias, sobre todo, a tres galer¨ªas: Deodato Art Gallery de Mil¨¢n (Italia), que presta 35 obras; a Lilley Fine Art de Lisburn (Irlanda del Norte), otras 16 y a Socreart Gallery de Mosc¨² (Rusia), 14 m¨¢s. Todas venden obras de Banksy en sus p¨¢ginas web.
Banksy es un personaje contradictorio. Por un lado, critica con sus obras el capitalismo, la pol¨ªtica, la justicia y la religi¨®n, adem¨¢s de las crisis migratorias y clim¨¢ticas. Por otro, vende sus obras a precios desorbitados. Unas piezas que acaban enmarcadas con molduras en blanco, negro o doradas, colgadas de un museo; lo m¨¢s reaccionario para cualquier artista alternativo que ha acabado fagocitado por el sistema que critica. Estas obras cr¨ªticas son el reclamo de exposiciones como la de Barcelona a la que se ha de pagar 16,50 euros por entrar. Seg¨²n Mireia Escobar, directora del Disseny Hub, se trata de ¡°la exposici¨®n m¨¢s completa que nunca se ha hecho sobre este artista¡±. Su centro ya acogi¨® en 2017 la exposici¨®n sobre David Bowie, tambi¨¦n de Sold Out. Ahora, aseguran desde el Dhub, ¡°se ha cedido el espacio y parte de la infraestructura b¨¢sica del proyecto expositivo, pero no ha pagado nada por acoger la muestra¡±. Tambi¨¦n que el museo recibir¨¢ a cambio ¡°un retorno a partir de un cierto n¨²mero de ventas¡±, pero no se sabe cuando se aplicar¨¢ y que por ahora todo el beneficio es para la empresa Sold Out. La apuesta, concluyen es ¡°posicionar al Dhub como espacio de referencia de grandes exposiciones internacionales¡±.
El visitante encontrar¨¢ muchos de los iconos que ha generado Banksy en estos a?os a partir de serigraf¨ªas en edici¨®n limitada y piezas de estudio. Obras como Ni?a con globo, de 2003, una de las m¨¢s conocidas, que naci¨® como pintura mural y despu¨¦s fue reproducida en otros formatos por el artista. Esta pieza protagoniz¨® el happening El amor est¨¢ en la papelera, cuando tras venderse en Sotheby¡¯s en 2018 se autodestruy¨® ante la mirada at¨®nita de todos. Tambi¨¦n est¨¢ Flying Copper, un sonriente polic¨ªa antidisturbios con alas de ¨¢ngel, de 2003; Cristo con bolsas de ir a comprar, de 2004, sobre la cr¨ªtica del consumismo en Navidad; Love is in the air, en el que un lanzador lanza, en vez de un coctel molotov un ramo de flores y Ni?a con paraguas, en la que una peque?a se moja pese a estar protegida, en alusi¨®n al Katrina, las dos ¨²ltimas de 2005.
¡°Banksy est¨¢ en un proceso de transici¨®n. Primero ha pasado de las calles a las galer¨ªas y ahora a los museos¡±, explic¨® Nachkebiya, convencido de que su ¨¦xito se debe ¡°al hecho de que es un artista de talento y cultura; a que es una figura controvertida y un enigma, pero tambi¨¦n por encarnar algunos de los sue?os de los j¨®venes, mostrando el poder que tienen un muro y una lata de pintura¡±.
En la exposici¨®n, tambi¨¦n pueden verse fotograf¨ªas de Steve Lazarides, amigo y primer agente de Banksy fruto de su amistad y relaci¨®n de 10 a?os, y una recreaci¨®n del estudio del artista, por lo que est¨¢ claro que cada vez est¨¢ m¨¢s cerca el poder desenmascarar a este poderoso artista. Como es normal en todas, esta muestra no est¨¢ autorizada. ¡°Respetamos su decisi¨®n e indicamos claramente en los carteles que es una exposici¨®n no autorizada; pero las obras est¨¢n autentificadas y seguimos todas las normas, cosa que no hace todo el mundo¡±.
La exposici¨®n convierte a Barcelona en una de las ciudades con m¨¢s banksys por metro cuadrado del mundo, ya que a los 70 de esta exposici¨®n se han de sumar los seis del Moco, desde mitad de octubre y el centenar de obras falsas que expone el Espai Trafalgar hasta finales de a?o.
Al final del paseo virtual el visitante parece dar caza a Banksy. El artista ha dejado de correr y est¨¢ parado frente a un muro cubriendo cu cabeza con la capucha de su sudadera. Cuando se gira y parece que se le ver¨¢ la cara, lanza espray rojo contra las gafas y el misterio de su identidad sigue vivo. Habr¨¢ que quedarse con lo que dijo Robert del Naja, l¨ªder del grupo Massive Attack, se?alado por muchos como el esquivo artista: ¡°En realidad, todo el mundo es Banksy¡±.
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