El pleno de los 40 ¨¢rboles, el silencio de Maragall y otro desencuentro entre comunes y PSC

En Barcelona el Ayuntamiento puede estar una semana entera dando titulares sobre el presupuesto pendiente de aprobar¡­ y llegar al viernes a un pleno de cinco horas donde no se mencione el tema m¨¢s que en una pregunta sin debate y dos veces de pasada. El cambio de guion sobre el voto de ERC al presupuesto (porque los comunes pactaron con el partido en el Parlament una doble aprobaci¨®n: los de la ciudad, los del Govern) ni se ha mentado durante la aburrida sesi¨®n. El protagonista de la semana, Ernest Maragall, presidente del grupo de ERC, no ha intervenido.

En cambio, se ha aprobado la inclusi¨®n de 40 ejemplares en el cat¨¢logo de ¨¢rboles de inter¨¦s local; una modificaci¨®n del Plan General Metropolitano por unanimidad para que la Fundaci¨® La Caixa pueda construir un centro de investigaci¨®n biot¨¦cnica junto a la Ronda de Dalt; y se ha vuelto a visualizar la discrepancia entre comunes y PSC en materia de turismo. Esta vez a prop¨®sito del alquiler tur¨ªstico de habitaciones: el partido de la alcaldesa Ada Colau no quiere ni autorizarlas en la ciudad; y los socialistas son partidarios de regularlas. El debate lo ha propiciado la concejal de Barcelona pel Canvi Eva Parera, a quien han apoyado todos los partidos salvo los comunes y ERC.

El turismo tambi¨¦n ha sido objeto de controversia cuando ERC, en una proposici¨®n, ha reabierto el mel¨®n sobre la posibilidad de limitar los grupos de turistas con gu¨ªa a 15 personas. El gobierno de coalici¨®n le ha respondido que la competencia es de la Generalitat, que ya lo solicitaron en 2020 y les respondieron que no es posible. Los concejales republicanos insisten en que s¨ª puede regularlo la ciudad. Y otro mel¨®n: la ordenanza de civismo, que los comunes prometieron reformar y llegaron a presentar un borrador que cay¨® en el sue?o de los justos. El PP ha pedido reactivar su tramitaci¨®n en seis meses y ha sido apoyado por unanimidad.

Un pleno en el que los concejales han tenido que ense?ar su pasaporte covid en la cantina que se habilita durante los plenos con desayuno, caf¨¦ y zumos. M¨¢s de uno ha rebuscado un buen rato en el m¨®vil hasta dar con el pantallazo del pasaporte. Elsa Artadi, de Junts, no lo encontraba y se desesperaba ante sus compa?eros por la imposibilidad de baj¨¢rselo del portal La Meva Salut.

En la plaza de Sant Jaume, preparativos para el singular pesebre de este a?o, que se extender¨¢ entre la Rambla y la Via Laietana por las calles de Ferran y Jaume I. Cara de circunstancias entre los operarios subidos a una gr¨²a, con un considerable vendaval que arruga las tiras met¨¢licas que forman la silueta del bou (cuesta verlo) y la mula (cuesta todav¨ªa m¨¢s) en las fachadas del Ayuntamiento y la Generalitat. La inc¨®gnita es cu¨¢ntas figuras se ver¨¢n iluminadas este fin de semana.