Ernest Maragall: ¡°Los comunes han acabado prefiriendo poder a pol¨ªtica¡±
El l¨ªder de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona critica a Colau por no hacer pol¨ªticas transformadoras y ceder ante el PSC
Ernest Maragall (Barcelona, 79 a?os) es el l¨ªder de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona. Se abstendr¨¢ en la votaci¨®n del presupuesto por imposici¨®n de su partido, que pact¨® las cuentas de la Generalitat con los comunes. Critica a la alcaldesa Ada Colau por ceder ante su socio, el PSC; y le reprocha no hacer pol¨ªticas transformadoras.
Pregunta. ?Sigue enfadado como el d¨ªa que sali¨® a explicar que apoyar¨ªa el presupuesto?
Respuesta. No estaba enfadado, sino ocupado en asumir la situaci¨®n y las exigencias que planteaba. No era un escenario f¨¢cil ni agradable, pero dimos la cara y explicaciones. Sirvi¨® para reforzar la relaci¨®n entre Esquerra Barcelona y la organizaci¨®n.
P. No ha querido negociar partidas. ?Renuncia a mejorar el presupuesto?
R. La negociaci¨®n tiene sentido cuando decide un voto. Si ya lo has decidido¡ Adem¨¢s, en una situaci¨®n excepcional, con 400 millones excepcionales, la aplicaci¨®n que se propone es de una mediocridad descriptible. Nos confirma que no ten¨ªa sentido negociar estas migajas. Quer¨ªamos debatir proyectos de ciudad, de transformaci¨®n: y hay una renuncia, se gastan dinero, pero no hay una transformaci¨®n que podr¨ªa ser potente y excepcional.
P. ?Se puede hacer oposici¨®n n¨ªtida despu¨¦s de este apoyo?
R. Apostamos por la responsabilidad y por sumar desde la oposici¨®n, pero hemos constatado que esta aportaci¨®n ha sido o distorsionada o incompleta en la pr¨¢ctica respecto a c¨®mo se hab¨ªa pactado. Es necesario un presupuesto con una estrategia de fondo, de rumbo a partir de la pandemia. Lo expresamos antes de la aprobaci¨®n inicial y no se ha atendido, estamos legitimados para esta acci¨®n critica. Barcelona es una maravilla y la estamos tratando como una ciudad mediocre.
P. Esta semana citaron a la FAVB, aliado de Colau, a quien acusan de ceder ante el PSC. ?Quieren visualizar que son m¨¢s de izquierdas que Colau?
R. Efectivamente, lo somos. No es que lo queramos, lo constatamos en decisiones. Los votos son muy expl¨ªcitos. El presupuesto lo permiti¨® tramitar Barcelona pel canvi. Y ahora con las terrazas se constata un desplazamiento. Hay una alianza con las fuerzas de la derecha. Puedo considerar leg¨ªtimos algunos intereses de los restauradores con las terrazas, pero se ha perdido el equilibrio con el inter¨¦s general. Defender lo mismo que la FAVB es un indicador. Son modelos de ciudad: el que defiende Collboni y el transformador de ERC. Los comunes han cedido: queriendo atacar al coche obsesivamente acaban atacando a la ciudadan¨ªa y el espacio p¨²blico.
P. ?C¨®mo lo gestionar¨ªa?
R. De entrada, no consolidar las terrazas, no normalizar la excepcionalidad alegremente. Podemos estudiar una adaptaci¨®n que respete el inter¨¦s de los restauradores y de los ciudadanos a tener espacio p¨²blico. Ahora estamos superando a Madrid en este terreno. Estamos siguiendo las mismas pol¨ªticas de la derecha de Madrid que son bastante expl¨ªcitas. La excusa de la pandemia no pasa de ser una excusa. Podemos aplicar bonificaciones, pero discutamos cu¨¢ntas, d¨®nde.
P. ?Qu¨¦ har¨ªa usted con los coches?
R. Una progresiva restricci¨®n de capacidad, pero con pol¨ªticas m¨¢s transformadoras. La ciudad, con mezcla de residencia y trabajo, genera un movimiento diario. O tiene un tratamiento en urbanismo, transporte p¨²blico, reubicaci¨®n de actividad econ¨®mica, adecuaci¨®n de accesos... o bien vemos eliminar metros cuadrados de circulaci¨®n y reemplazarlos por vallas y obst¨¢culos f¨ªsicos. Esto produce frustraci¨®n, incomodidad y la congesti¨®n empeora la contaminaci¨®n.
P. Vista la experiencia con Junts ?Es posible reconstruir con Elsa Artadi la unidad independentista?
R. Creo que el proyecto de Barcelona tiene una l¨®gica y exigencia democr¨¢tica que ERC espera liderar con claridad. Eso incluye a una diversidad de grupos, hay que ver el mapa que deja las elecciones, pero ahora el liderazgo del movimiento independentista est¨¢ en las manos de ERC.
P. Vista su decepci¨®n por la gesti¨®n de Colau, ?en alg¨²n momento se ha arrepentido¡ [Interrumpe]
R. Habr¨ªa que distinguir entre la gesti¨®n de Colau y lo que representa el movimiento, la voluntad transformadora que la hizo nacer. Hay puntos de coincidencia en la definici¨®n de la transformaci¨®n, de los objetivos¡ Pero no se est¨¢n sirviendo desde su fuerza, por desgaste¡ han acabado prefiriendo poder a pol¨ªtica, aceptando renuncias para mantener cierta posici¨®n, leg¨ªtima, pero eso pasa factura. Nosotros no tenemos esa hipoteca. Ellos la tienen de su dependencia del socialismo conservador.
P. Usted gan¨® las elecciones. Vistas sus cr¨ªticas, ?se arrepiente de no haber intentado el tripartito de izquierdas?
R. No, en absoluto. Hab¨ªa cartas trucadas. Hab¨ªa trampa. La parte mayoritaria de esta alianza entre PSC y comunes inclu¨ªa una entrega a la derecha como despu¨¦s se ha demostrado. No era un tripartito de izquierdas. En este momento el PSC no es un partido m¨¢s de las izquierdas, es la fuerza que representa el Estado en Catalu?a y Barcelona. Defiende un modelo de crecimiento econ¨®mico entregado a la recuperaci¨®n de modelos anteriores. Y sigue silenciando la represi¨®n y la limitaci¨®n a nuestros derechos pol¨ªticos.
P. ERC pacta con el PSOE en Madrid.
R. All¨ª no estamos pactando, estamos negociando con el PSOE. Hablando con el adversario. Estamos negociando con el Estado. Incluye obst¨¢culos, dificultades, con un objetivo firme que es avanzar en el conflicto pol¨ªtico entre Catalu?a y el Estado Espa?ol y resultados tangibles en la amnist¨ªa y la autodeterminaci¨®n.
P. En el ¨²ltimo bar¨®metro ERC sal¨ªa ganador. Pere Aragon¨¨s ha bendecido que sea candidato. ?Se presentar¨¢?
R. El bar¨®metro no es lo que m¨¢s me preocupa. Tenemos un grupo de regidores y consejeros de distrito auscultando la ciudad.
P. ?Se presentar¨¢?
R. Estoy en absoluta disposici¨®n de seguir representado a ERC en la ciudad, eso no quiere decir que tengo que dar todo el escenario posible a la democracia interna dentro del partido.
P. ?La ciudad a?ora un alcalde como Pasqual Maragall?
R. La ciudad a?ora a un alcalde. O alcaldesa. Tener una instituci¨®n a la que creer, criticar, pelarse... ?Es que no hab¨ªa conflictos en la Barcelona de Pasqual Maragall? ?No hab¨ªa vecinos enfadados que exig¨ªan? Hablen con Custodia Moreno, que hizo el preg¨®n. No se trata de que todo el monte sea or¨¦gano, si no de que sea aut¨¦ntico, que haya una relaci¨®n de confianza y respeto entre la instituci¨®n y la ciudadan¨ªa.
P. En 2009, como consejero de Educaci¨®n, defendi¨® la tercera hora de castellano y argument¨® que en Olot no se expresaban bien. ?A¨²n lo cree?
R. En Catalu?a hay una diversidad y por eso el sistema educativo est¨¢ concebido como es: con el catal¨¢n como lengua vehicular y la inmersi¨®n como v¨ªa de cohesi¨®n social, y tiene todas las herramientas para atender esa diversidad. Es un modelo de ¨¦xito, refrendado por todas las mayor¨ªas en el Parlament y por los resultados sociales y acad¨¦micos. Es absurdo reabrir conflictos pol¨ªticos a trav¨¦s de la utilizaci¨®n de una presunta confrontaci¨®n de lenguas que no existe.
P. Pero existen diferencias en el uso de la lengua.
R. Eso forma parte de la realidad y la riqueza de las diferentes comarcas, la intensidad y el peso de las lenguas tiene en cada uno. Eso nos deber¨ªa llevar a unas pol¨ªticas encaminadas a mejorar el uso social el catal¨¢n, que tiene una capacidad de resistencia ante la potencia ling¨¹¨ªstica del castellano. Con qu¨¦ herramientas, no solo la educaci¨®n, logramos que el catal¨¢n siga siendo la lengua propia sin ning¨²n conflicto con otras lenguas y menos con el castellano. En la escuela, la mejor manera es dejar que este debate lo hagan lo docentes, los centros y sus responsables, como lo hacen desde hace tiempo.
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