Albert Benaiges: La ca¨ªda del hombre que todos quer¨ªan a su lado
El exformador contaba con el respeto de directivos y futbolistas profesionales por su experiencia en edades infantiles. Las denuncias de abusos desacreditan su legado y el Barcelona investiga su pasado
Hace poco menos de un a?o todos quer¨ªan a Albert Benaiges (M¨¦xico DF, 66 a?os) a su lado. Los dos principales candidatos a la presidencia del FC Barcelona, Joan Laporta y V¨ªctor Font, quer¨ªan incorporarle en su equipo, y su presencia en los actos electorales era una un reclamo para los votantes. Cumpl¨ªa todos los requisitos para captar a los barcelonistas desilusionados por la situaci¨®n del club: experiencia de 20 a?os en La Masia como entrenador y coordinador del futbol base, conocimiento sobre el terreno y una mirada cruyffista.
Tambi¨¦n los periodistas le buscaban para analizar los j¨®venes futbolistas y los padres le preguntaban cu¨¢l era la mejor opci¨®n para el desarrollo deportivo de sus hijos. En su hoja de servicios luc¨ªa el descubrimiento de Andr¨¦s Iniesta, entre otros, y haber tutorizado el crecimiento de cientos de promesas. Su mirada en el desarrollo de los j¨®venes le catapult¨®. Ahora le destierra. El Bar?a le apart¨® cuando conoci¨® las investigaciones del diario Ara, en el que m¨¢s de 60 exalumnos de la Escola Barcelona denuncian abusos de Benaiges durante a?os en su ¨¦poca de maestro de educaci¨®n f¨ªsica.
Benaiges compagin¨® en los 80 y los 90 el trabajo docente con otros cargos en el mundo del f¨²tbol, especialmente en la Uni¨® Esportiva Sants, club hist¨®rico que en 2022 celebra su centenario. All¨ª desarroll¨® su programa de f¨²tbol base y entren¨® al primer equipo antes de llegar en 1991 al Bar?a como t¨¦cnico de los equipos infantiles. Su pasi¨®n por el f¨²tbol le convirti¨®, en palabras de excompa?eros de profesi¨®n, en una persona ¡°trabajadora¡±. Buena parte de los fines de semana se los pasaba viendo partidos de ni?os para detectar aquellos que despuntaban y con los ni?os ten¨ªa ¡°mucha mano izquierda¡±. ¡°Se los ganaba con mucha facilidad¡±, insisten. No a todos.
Algunos menores le ten¨ªan miedo en la escuela. Su corpulencia y altura no ayudaban. ¡°Era una persona muy grande f¨ªsicamente y cuando ven¨ªa impresionaba¡±, explica un exestudiante de la Escola Barcelona. En el centro mostraba dos caras, seg¨²n numerosos testimonios: la c¨®mplice y amigable; y la vehemente y desproporcionada. ¡°Era alguien que ten¨ªa muy buena reputaci¨®n porque estaba en el Bar?a, y era guay¡±, explica una mujer que pas¨® la escolaridad en el centro. ¡°Pero despu¨¦s te agarraba de la oreja o de los pelos y te arrastraba por el gimnasio si hac¨ªas algo que no tocaba¡±.
La parte m¨¢s opaca aparec¨ªa en los vestuarios tras las sesiones o durante las clases. ¡°Miraba c¨®mo nos duch¨¢bamos y entraba sin avisar¡±, lamenta esta misma ex estudiante. Los menores llegaron a normalizar aquellas actitudes. ¡°Ten¨ªa una obsesi¨®n por la higiene y nos obligaba a ducharnos siempre. Pero como no quer¨ªamos que nos viese desnudas, nos moj¨¢bamos el pelo para escaparnos¡±, insiste. ¡°Entonces quiz¨¢s no le dimos la importancia actual¡±. Otra exalumna relata c¨®mo Benaiges le palpaba las pulsaciones a trav¨¦s del pecho ¡°mientras que a los chicos lo hac¨ªa por la mu?eca¡±.
Las denuncias recientes han descubierto el impacto de algunas actitudes de Benaiges en aquellas alumnas. Joana, nombre ficticio, confes¨® que sufri¨® ansiedad cuando tuvo que buscar colegio para sus hijos al recordarle. Y Mar¨ªa, tambi¨¦n nombre ficticio, envi¨® una carta a EL PA?S en la que confesaba haber escapado de un vestuario en el que Benaiges estaba con otros chicos, escribe, desnudos. Mar¨ªa denunciar¨¢ este mi¨¦rcoles a los Mossos su experiencia, que describe como ¡°vejatoria¡±, y que acab¨® con un cambio de escuela. ¡°Dejaron de gustarme los abrazos y no soportaba el contacto f¨ªsico¡±.
Diferentes alumnos de la escuela coinciden en que las pr¨¢cticas inadecuadas de Benaiges se acrecentaron con los a?os. Entonces ya estaba consolidado en el Bar?a y gozaba de popularidad en la escuela al traer a futbolistas como Stoitchkov o Koeman en jornadas especiales. ¡°Por todo ello parec¨ªa que ten¨ªa impunidad¡±, convienen. La direcci¨®n del centro neg¨® cualquier mala pr¨¢ctica del profesor a pesar de recibir quejas. Una vez una familia se reuni¨® con su hija, la directora y el propio Benaiges en una clase para esclarecer las acusaciones de la menor. ¡°Fue muy violento. No me creyeron, y mis padres me castigaron en casa por inventarme lo que dije¡±, explica 30 a?os despu¨¦s.
La relaci¨®n entre Benaiges y los alumnos, en todo caso, no parec¨ªa anormal a ojos de algunos compa?eros, especialmente en una ¨¦poca en la que no exist¨ªa la consciencia actual sobre el abuso de poder: ¡°Una cosa es una broma o un comentario que ahora no se har¨ªa porque el mundo ha cambiado; pero de aqu¨ª a los tocamientos sexuales hay un abismo¡±, reflexiona una excompa?era que relativiza las denuncias. ¡°Yo ve¨ªa a Albert como un personaje asexual. Le pod¨ªa m¨¢s una Coca-Cola que una mujer y me sorprende el tema de las ni?as, aunque no se puede negar ni confirmar¡±.
Benaiges adopt¨® en 1996 en Brasil a su primer hijo con la ayuda de los exfutbolistas Romario y Eusebio y se convirti¨® en una familia monoparental. ¡°Cuando le fui a buscar le regal¨¦ un bal¨®n y lo primero que hizo fue cogerlo con las manos¡±, explicaba a su entorno como an¨¦cdota. ¡°Ya vi que no ser¨ªa futbolista¡±. Al departamento de Derechos Sociales, le consta que en 1993 y 1994 Benaiges solicit¨® ser familia de acogida a la Generalitat, reconocimiento que no consigui¨® hasta 2006. A partir de entonces y hasta 2014 vivi¨® en periodos breves ¡ªfines de semana y vacaciones¡ª con menores tutelados derivados por la Generalitat. Benaiges apadrin¨® adem¨¢s a cuatro j¨®venes cameruneses y a uno haitiano.
El FC Barcelona investiga ahora con los Mossos si los supuestos abusos de la Escola Barcelona tambi¨¦n ocurrieron en La Masia, algo que de momento no hay constancia. Benaiges se llevaba algunos j¨®venes a casa para ayudarles en la integraci¨®n o les invitaba al cine; y estableci¨® relaciones de confianza con algunas familias de jugadores de La Masia. S¨ª existen, en cambio, sospechas de que su paso por el Chivas de Guadalajara mexicano acab¨® abruptamente a los tres meses de asumir la coordinaci¨®n del futbol base en 2014 por las quejas de las familias de los menores. Benaiges conoc¨ªa M¨¦xico de su ni?ez por ser hijo de exiliados del franquismo. Su padre era comisario de polic¨ªa del president de la Generalitat, Llu¨ªs Companys, y su madre, capitana de las Joventuts Socialistes de Catalunya, seg¨²n asegur¨® hace a?os en una entrevista a El Peri¨®dico.
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