A 12 euros el cerdo: atados a las macrogranjas
Tres de cada cuatro granjas est¨¢n sometidas a un sistema de integraci¨®n que incentiva que las explotaciones sean cada vez m¨¢s grandes
En Catalu?a se cr¨ªan de manera regular 7,8 millones de cerdos. Constituyen el alimento de un negocio que genera 6.100 millones de euros al a?o. El 79% de las dos millones de toneladas de cerdos que sacrifica el vigoroso sector porcino tiene por destino la exportaci¨®n. El mercado chino es el principal comprador. Dentro del achacoso sector agr¨ªcola, el cerdo sigue dando dinero. Pero la volatilidad de precios es alta y los ganaderos argumentan que toca mover ficha para recortar gastos y aumentar la rentabilidad.
La estrategia pasa por agrandar corrales y concentrar m¨¢s ganado en una misma instalaci¨®n. M¨¢s a¨²n cuando la mayor parte de la producci¨®n queda en manos de las integradoras, empresas que dominan un alto volumen de ganado y que priman explotaciones extensas para facilitar la gesti¨®n y mejorar beneficios. Son firmas como Vall Companys, Piensos del Segre, Piensos Costa, Mazana, Tarradellas o Cooperativa Guissona.
El sistema de integraci¨®n vertical se basa en un contrato entre la empresa y los ganaderos, seg¨²n el cual la primera es due?a de los animales y subcontrata las instalaciones y la mano de obra necesarias para la cr¨ªa y engorde del ganado. El ganadero cuida, medica y alimenta a los lechones hasta que alcanzan 110 kilos de peso. La faena de guarda y custodia les asegura un precio fijo por cada ejemplar: 12 euros por cerdo. En Catalu?a hay 5.497 granjas de cerdos, seg¨²n datos del departamento de Acci¨®n Clim¨¢tica, Alimentaci¨®n y Agenda Rural. Tres de cada cuatro instalaciones de engorde est¨¢n sometidas a un sistema de integraci¨®n, un v¨ªnculo que agita el encendido debate en torno a las macrogranjas.
¡°Yo no dir¨ªa que en Catalu?a hay macrogranjas, porque este es un concepto sin fundamento. ?Cu¨¢ntos animales hacen falta para que una granja sea macro? ?10.000, 2.000 o con 500 ya basta?¡±, pregunta Jaume Bernis, de la ejecutiva estatal de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y responsable del sector porcino del sindicato JARC. Bernis apunta que el martes estuvo en una reuni¨®n con el ministro Alberto Garz¨®n, autor de unas declaraciones a The Guardian en las que criticaba las grandes instalaciones de ganader¨ªa intensiva. Las palabras de Garz¨®n desataron una tormenta pol¨ªtica. ¡°Se equivoc¨®¡±, opina Bernis.
En Catalu?a, el 51% de las granjas de cerdos tienen m¨¢s de 1.000 cabezas de ganado, y hay medio millar de instalaciones que superan los 4.000 ejemplares. ¡°Cuando se crece es porque hay margen econ¨®mico, y con el cerdo es posible porque ha habido empresas que han sabido aportar un canal de comercializaci¨®n de valor¡±, razona Rossend Saltiveri, responsable del sector porcino del sindicato Uni¨® de Pagesos. ¡°La empresa integradora no crecer¨ªa si no hubiera mataderos e industria c¨¢rnica que pide la carne. ?Qui¨¦n va a querer crecer si luego no puede colocar el producto?¡±.
¡°Es normal que, cuando una empresa hace una inversi¨®n, vaya a buscar los m¨¢ximos¡±, opina Jaume Bernis, para hacer entender la tendencia a construir establos cada vez m¨¢s grandes. ¡°Es pura econom¨ªa de escala¡±, aporta Rossend Saltiveri, y pone de relieve que la limitaci¨®n del tama?o de una granja est¨¢ regulada. Un decreto de 2020 impone una capacidad m¨¢xima de 720 UGM (unidad de ganado mayor). Ese aforo m¨¢ximo equivaldr¨ªa, en los cerdos de engorde, a unos 7.200 animales, ¡°En Dinamarca, por ejemplo, las granjas pueden ser mucho m¨¢s grandes¡±, abunda el portavoz de Uni¨® de Pagesos.
Jaume Bernis le secunda: ¡°Los metros cuadrados que necesita el animal que est¨¢ dentro de una nave vienen fijados por ley. Si hay granjas grandes es porque la normativa lo permite. Si esas granjas no gustan a la opini¨®n p¨²blica o a los consumidores, vamos a cambiarla, pero no criminalicen a ganaderos, porque lo ¨²nico que hacemos es cumplir con la normativa¡±.
Una ley que, a veces, deriva en un choque de intereses. En El Can¨®s, un peque?o pueblo de la Segarra, la veintena de vecinos hacen frente com¨²n para paralizar un megaproyecto ganadero que prev¨¦ la instalaci¨®n de un entramado de granjas que den cobijo a 9.000 cerdos. El pueblo depende administrativamente de Plans de Si¨® y el ayuntamiento, en manos de ERC, como la consejer¨ªa de Acci¨®n Clim¨¢tica, alega que no tiene capacidad para detener las macrogranjas.
Jordi Armengol administra granjas de pollos en Juneda y cerca de Lleida. Tiene 46 a?os y lleva m¨¢s de media vida en el negocio que le ense?¨® su padre. Destaca que en el sector av¨ªcola el r¨¦gimen de integraci¨®n domina m¨¢s del 95% de granjas. ¡°En Catalu?a tenemos granjas grandes, pero macrogranja no es un t¨¦rmino aceptable, porque tiene implicaciones negativas muy claras¡±. Critica que se hable desde el desconocimiento, y se?ala que ¡°una granja de 40.000 pollos puede parecer algo muy grande, pero no lo es¡±. ¡°Antes las granjas eran m¨¢s peque?as, pero se ha crecido en funci¨®n de lo que ped¨ªa el mercado¡±.
Armengol dice que es una cuesti¨®n de que ¡°cuadren los n¨²meros¡±. ¡°Tengo tres hijos y una vida. ?Qu¨¦ se supone que tengo que hacer, llevarme las gallinas a la cama?¡±. Cuenta que entre ¨¦l y su padre sol¨ªan apa?arse para la faena, pero apostaron por hacer crecer la explotaci¨®n av¨ªcola, y generar empleo. ¡°Buscamos unas dimensiones de las granjas para vivir como vive el resto de la sociedad. Quien no lo entienda, que venga aqu¨ª y asuma el trabajo¡±. Contrario a una ¡°visi¨®n buc¨®lica¡± de la ganader¨ªa y la agricultura, Armengol se?ala que su funci¨®n cubre una necesidad. ¡°Si alguien no se da cuenta de que producimos para un mercado que nos compra, tiene un problema¡±.
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