Vedetes del periodismo
Reci¨¦n jubilado tras 30 a?os como profesor de la UAB, Xavi Gir¨® critica el aumento del ¡®yo¡¯ en el oficio
Xavi es el ¨²nico que camina con la mirada al frente y el sombrero de ala ancha perfectamente encasquetado. Son las nueve y media de la ma?ana. Anda ligero y sonriente. Se nota en los surcos del contorno de los ojos. Abrigo negro, camisa, tejanos, y mochila. ¡°?Demasiado elegante?¡±, bromea cuando llega al encuentro. Despega as¨ª su conversaci¨®n burbujeante, que durar¨¢ m¨¢s de dos horas. Hemos quedado porque a sus 66 a?os, Xavi Gir¨® se acaba de jubilar. Atr¨¢s deja el oficio de profesor periodista, una profesi¨®n que ha ejercido (poco, 10 a?os), ha ense?ado (mucho, 30) y le ha granjeado una legi¨®n de disc¨ªpulos.
¡°?Crees?¡±, pregunto, bajo el roset¨®n de la iglesia. ¡°Soy ateo¡±, responde, llen¨¢ndome la cabeza sin querer de C. Tangana. Caminamos por Sant Cugat del Vall¨¨s, donde hace a?os que vive: de la iglesia al monasterio, pasando por el claustro, hasta la antigua plaza del Ayuntamiento. Xavi nunca se ha escondido. ¡°Soy m¨¢s rojo que esta chaqueta¡±, sol¨ªa empezar su clase de Periodismo Pol¨ªtico en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB). Una sudadera monocrom¨¢tica carmes¨ª, propia de un comunista, trotskista, con nombre de guerra Trixi. ¡°Todo el mundo es una persona pol¨ªtica, ya lo dec¨ªa Arist¨®teles¡±, se defiende. Y desde esa ¨®ptica, ha ense?ado periodismo honesto, ¨²til para entender el mundo, y bien escrito: sin faltas, sin comas entre sujeto y predicado y sin mezclar estilo directo e indirecto. Qu¨¦ menos.
¡°He pensado mucho sobre estas cosas¡± o ¡°es un poco largo¡±, avisa, ante casi cualquier pregunta. Las sillas met¨¢licas del bar donde hemos recalado no son m¨¢s c¨®modas que los pupitres de la Facultad de Periodismo de la Aut¨®noma. En noviembre, se despidi¨® de ellos. El v¨ªdeo de su adi¨®s, abraz¨¢ndose a s¨ª mismo (lo ¨²nico permitido en la era covid), se ha hecho viral. En 30 a?os, ha visto pasar alumnos de todo tipo por sus clases. ¡°Siempre he estado contento con ellos. Saben lo que saben. Vienen como vienen¡±. Pero confiesa que en los ¨²ltimos tiempos ha detectado el mal del ¡°vedetismo, el yo¡±. ¡°Las vedetes son vedetes, no son periodistas. El periodismo es una cosa mucho m¨¢s humilde, m¨¢s de grupo¡±, reprueba. ¡°Aqu¨ª no hay yo que valga¡±, remacha, causando dolor preventivo por cuando lea esta cr¨®nica.
?Somos m¨¢s vedetes los periodistas ahora que antes? ¡°El nuevo periodismo ha hecho mucho da?o¡±, considera Gir¨®, sobre la corriente iniciada por Capote & Co. Casi tanto como Twitter. Ya lo dec¨ªa una avezada jefa de comunicaci¨®n: ¡°Influye m¨¢s tu tuit que tu art¨ªculo¡±. Y para muestra, un bot¨®n: por las calles de Sant Cugat, nos hemos cruzado con Jofre Llombart, periodista de Rac-1 ahora en una segunda vida haciendo cosas para la Generalitat. ¡°Tiene m¨¢s de 35.000 seguidores en Twitter. ?Y t¨²? ?Cu¨¢ntos tienes?¡±. En realidad, Llombart re¨²ne a m¨¢s de 73.000 followers.
El ¡°profesionalista del oficio¡± es otra de las batallas de Xavi. Esas personas que ¡°se han marcado unas reglas y las tiran adelante, pase lo que pase¡±, sin tener en cuenta ¡°la repercusi¨®n pol¨ªtica y social de lo que hace¡±. Su educaci¨®n y tacto le impide admitirlo, pero presiento que me ve con un pie metido en el charco del profesionalismo cuando escribo de sucesos, de violencia, de delincuencia. No hay materia m¨¢s sensible en un mundo racista. Y tarde o temprano, se llega siempre al mismo debate: ?Hay que informar de la nacionalidad de un delincuente? En su opini¨®n, jam¨¢s. As¨ª se crea, dice, la ¡°figura del delincuente inmigrante¡± que impregna al lector, asegura, alimentando prejuicios racistas.
Xavi recuerda que aprendi¨® periodismo cuando le nombraron jefe de secci¨®n en el Diari de Barcelona, cortando los textos de sus colegas. El corresponsal env¨ªa casi siempre demasiado largo. Y titula m¨¢s largo a¨²n. Y que en Estados Unidos, con una beca Fulbright, conoci¨® ¡°la t¨¦cnica profesional¡±. Algo tan b¨¢sico y que parece olvidado por completo: ¡°No puedes decir lo que no puedes demostrar¡±. Repite que la funci¨®n esencial del periodismo es ¡°dar conocimientos de cosas necesarias para la vida¡±. Y eso no es ¡°ni cada 30 minutos, ni cada d¨ªa¡±. ¡°Entonces, llenamos con cosas insustanciales, inercias¡±. Gesti¨®n de la informaci¨®n de carril.
Le pregunto por nombres de periodistas insignes de la ¡°Escuela Gir¨®¡±. De todos, me quedo con uno: Llu¨ªs Pellicer. B¨²squenlo. Y tambi¨¦n quiero saber a qu¨¦ est¨¢ suscrito: ¡±El Pa¨ªs, La Directa, Cr¨ªtic, Alternativas Econ¨®micas y Viento Sur¡±. Nos despedimos a contracoraz¨®n. ¡°Tenemos que vernos m¨¢s¡±, como la t¨ªpica pareja de amigos, que nunca acaba de encontrar el momento. Despu¨¦s del rato juntos, me quedo con una sensaci¨®n agridulce, como la salsa. Lo bueno, el mensaje final de Xavi: ¡°Siempre har¨¢ falta informaci¨®n, buena informaci¨®n¡±. Lo malo: ha cerrado la Escuela Gir¨® de la UAB.
Postdata: Jos¨¦ ?ngel, Blanca, Joan, Carles y Robert tambi¨¦n se prejubilan. Igual que el resto de los 34 periodistas de El Pa¨ªs. Bien por ellos. Menos bien por los que les echaremos de menos.
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