La larga espera de Rosario, la nonagenaria que desahuciaron por error: ¡°Se lo llevaron todo¡±
Las pertenencias sustra¨ªdas del inmueble, que todav¨ªa no han sido recuperadas, ascienden a m¨¢s de 23.000 euros
Tapa dura, bordes dorados, broche met¨¢lico: un libro de unas 200 p¨¢ginas ¡°muy bonito¡±. Rosario Bravo, de 98 a?os, hace una pausa para describir el diario que le regalaron por su 90 aniversario. All¨ª escribi¨® sus memorias durante m¨¢s de un lustro a petici¨®n de uno de sus hijos. Luego envolv¨ªa el libro con celo en una bolsita que posteriormente guardaba bajo la almohada. Esto fue hasta que se lo llevaron, como casi todo ¡°lo de valor¡±. Hace un a?o, una comitiva judicial desahuci¨® por error su piso en un modesto sobre¨¢tico en el barrio de La Torrassa, en L¡¯Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Desaparecieron las tres camas, la lavadora, utensilios, ropa, dinero, joyas, la televisi¨®n... m¨¢s de 23.000 euros en pertenencias seg¨²n el peritaje de la compa?¨ªa de seguros. La anciana pudo recuperar pronto su residencia, pero no sus enseres.
Nadie ha subsanado esta falta ni ha podido explicar d¨®nde est¨¢n sus pertenencias. ¡°No queremos dinero. ?Qui¨¦n le devuelve a mi madre el valor sentimental de todo lo perdido?¡±, lamenta el hijo de Rosario, Emiliano, cansado de los distintos procesos judiciales que han seguido al suceso. La familia denuncia una serie de ¡°negligencias¡±. El 19 de febrero de 2021, una comitiva compuesta por un procurador, un gestor judicial y un cerrajero fue a desahuciar a un vecino en el piso de abajo. Por equivocaci¨®n entraron en la casa de Bravo cuando ella se encontraba unos d¨ªas en casa de su hijo, en Terrassa. Tres d¨ªas despu¨¦s, ante el aviso de una vecina que not¨® algo extra?o, Emiliano fue al piso y descubri¨® que hab¨ªan cambiado la cerradura, adem¨¢s de colocar la placa de una empresa de alarmas. Fincas Gual, que administra el inmueble, envi¨® a una persona para abrir el piso. ¡°Reconocieron que se hab¨ªan equivocado¡±, indica Emiliano. La familia pronto observ¨® que faltaban objetos.
¡°La fotograf¨ªa de mi marido no estaba¡±, se emociona Rosario, que recuerda c¨®mo su cu?ada se gast¨® ¡°un buen dinero¡± con ella en un tiempo en el que, en su pueblo, ¡°no hab¨ªa fot¨®grafo¡±. ¡°Qu¨¦ se hubieran llevado el cuadro si hiciera falta, pero que dejaran la foto¡±, exclama. Bravo, que naci¨® en 1924 en Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real), enviud¨® cuatro a?os despu¨¦s de casarse. Entonces ten¨ªa dos hijos. Con ellos se instal¨®, hace ya 62 a?os, en el piso de L?Hospitalet, junto con tres hermanos, un primo y su madre, que falleci¨® cinco meses despu¨¦s. Emiliano, uno de sus hijos, despliega sobre la mesa de su casa en Terrassa, la misma que su madre visita peri¨®dicamente, todos los documentos de las causas judiciales para recuperar los enseres perdidos. En uno de ellos muestra fotograf¨ªas que exponen lo que hab¨ªa antes del desahucio y lo que qued¨® despu¨¦s de este. ¡°Se lo llevaron todo¡±, lamenta Rosario.
Una semana despu¨¦s del desahucio, el abogado de la anciana present¨® una demanda de nulidad de la actuaci¨®n con el objetivo de recuperar todo lo sustra¨ªdo. El juzgado les dio la raz¨®n. La propiedad, sin embargo, recurri¨®, pero la jueza los conden¨® a devolver las pertenencias, seg¨²n los documentos presentados por la familia. El auto judicial se?alaba que algunos electrodom¨¦sticos retirados ¡°se dejaron en la misma calle¡± para que los recogieran los servicios de limpieza municipales. En abril registraron una segunda querella, esta vez penal, que acusaba a todas las partes implicadas de una serie de ¡°negligencias¡± en el proceso. La denuncia iba contra la procuradora, el cerrajero y el gestor judicial, tambi¨¦n contra la propietaria del inmueble y Fincas Gual.
Querella archivada
Emiliano mantiene que la comitiva ¡°falsific¨®¡± el acta judicial. En el acta impresa para ejecutar el lanzamiento ya aparece escrito que no hab¨ªa ¡°nadie¡± en el piso, ¡°ni tampoco bienes muebles de clase alguna a rese?ar¡±: ¡°?A qu¨¦ se refieren con rese?ar? Adem¨¢s, ?Usted cuando va a hacer un desahucio ya sabe que no va a haber nadie dentro del inmueble ni va a haber bienes ni enseres antes de verlo?¡±. Seg¨²n Emiliano, la exconsejera de Justicia de la Generalitat Esther Capella, que se interes¨® por el caso, les transmiti¨® en su momento que ¡°este tipo de actas eran del siglo pasado¡±.
La querella, sin embargo, fue archivada por la jueza el pasado noviembre. En el auto, esta expone que los argumentos de los demandados, ¡°claros, coherentes y sin contradicciones entre ellos¡±, muestran que ¡°no hubo negligencia¡±, aunque hayan incurrido en un ¡°lamentable error¡±. Preguntados por este diario, Fincas Gual ha remitido al despacho de abogados que los representa. Estos han declinado hacer declaraciones.
Uno de los argumentos que utilizaron los miembros de la comitiva judicial fue que no se pod¨ªan identificar apropiadamente el n¨²mero de los pisos, lo cual los indujo a error. De aqu¨ª que la comitiva, seg¨²n el auto, haya preguntado a una vecina, que les indic¨® que el inmueble en cuesti¨®n, el de Rosario, ¡°era el que buscaban¡±. La vecina, seg¨²n critica Emiliano, no fue llamada a testificar, como tampoco llamaron a los miembros de su familia. Adem¨¢s, agrega, ¡°unos meses antes¡± desahuciaron uno de los pisos en la planta inferior a la de su madre: entonces, subraya Emiliano, ¡°no se equivocaron¡±. La familia ha recurrido el archivo de la causa. Aunque desde noviembre no han obtenido respuesta del juzgado, y no saben si esta se mantendr¨¢ o bien ser¨¢ desestimada.
Rosario tard¨® tres meses en volver a casa. No hab¨ªa camas donde dormir, ni utensilios para comer. Los enseres m¨¢s b¨¢sicos los repusieron sus hijos, con su propio dinero. Rosario cobra unos 700 euros de pensi¨®n, y la mitad de ese dinero es para pagar el alquiler del piso, donde vive sola desde hace casi 20 a?os. Seg¨²n Emiliano, todav¨ªa no pueden solicitar el dinero correspondiente del seguro mientras la causa siga abierta. El pr¨®ximo mi¨¦rcoles 23 de febrero, la familia, junto con amigos y vecinos, se concentrar¨¢n frente al juzgado de L?Hospitalet para reclamar una respuesta. En un comunicado enviado por la familia, estos subrayan: ¡°Vamos a pedir que se haga justicia¡±.
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