En Com¨² Podem y la CUP redoblan la presi¨®n para restringir los correbous en Catalu?a
Una modificaci¨®n legal para prohibir el ¡°bou embolat¡± y el ¡°bou caplla?at¡± queda a expensas de Junts y Esquerra
Tras el par¨®n que la pandemia provoc¨® en las fiestas mayores y en los festejos populares, la lenta vuelta a la normalidad repercute tambi¨¦n en una recuperaci¨®n de la agenda festiva. En las Terres de l¡¯Ebre se avecina una nueva temporada de correbous. La campa?a se anunciaba marcada por el libre regreso a las plazas, sin mascarillas y sin restricciones de aforo, pero arrancar¨¢ condicionada por una nueva intentona pol¨ªtica para limitar las celebraciones callejeras con vaquillas. En Com¨² Podem y la CUP han consensuado un acuerdo para modificar la ley de correbous, con el objetivo de introducir una prohibici¨®n espec¨ªfica para las modalidades m¨¢s populares de la fiesta. El documento, que se har¨¢ p¨²blico este jueves, propone vetar los ¡°bous embolats¡±, los ¡°caplla?ats¡± y los ¡°bous a la mar¡±. Se trata de los espect¨¢culos que m¨¢s controversia generan, por el trato degradante que recibe el animal. Para que la propuesta prospere, la CUP y En Com¨² Podem cuentan con recolectar apoyos dentro del frente independentista. Pero, para Junts y Esquerra el asunto es espinoso porque implica riesgo de abrir una grieta con sus asambleas territoriales de las Terres de l¡¯Ebre.
El ¡°bou embolat¡± consiste en prender fuego a unas bolas incandescentes que se incrustan en la cornamenta de la vaquilla. Se celebran principalmente de noche y aseguran una gran vistosidad, pero colectivos animalistas han denunciado repetidamente el estr¨¦s que sufre el animal, y el riesgo de quemaduras que comporta. El ¡°caplla?at¡± implica atar el toro a una soga y desplazarlo corriendo por las calles del pueblo. Las celebraciones de ¡°bous a la mar¡± son menos frecuentes, y algunos municipios dejaron de organizarlas por la incomodidad que generaba, incluso entre parte de los aficionados taurinos, que el toro terminase en el agua.
La proposici¨®n para modificar la ley 34/2010 arranca con el aval de los diputados de la CUP y de En Com¨² Podem, pero har¨¢ falta sumar apoyos para que prospere en votaci¨®n parlamentaria. Junts y Esquerra tienen la llave para hacer prosperar una prohibici¨®n que contentar¨ªa a los sectores m¨¢s reacios a que se sigan celebrando fiestas con toros en la calle, pero que sin duda levantar¨ªa muchas ampollas en las Terres de l¡¯Ebre. Los republicanos cuentan con una importante presencia en ayuntamientos fuertes de las comarcas del sur. Dominan Amposta, Sant Carles de la R¨¤pita o l¡¯Ametlla de Mar. Junts tambi¨¦n est¨¢ obligado a hacer equilibrios. Sus marcas municipalistas mandan en Deltebre, l¡¯Aldea o Santa B¨¤rbara, pero en la direcci¨®n del partido, y en varios de sus estamentos, los toros son un elemento a erradicar.
¡°La legalidad de los correbous tiene su origen en una excepci¨®n de la ley de protecci¨®n de los animales de Catalu?a, del a?o 1988¡å, indica el texto consensuado por comunes y cupaires. ¡°Tras 23 a?os, no se puede negar la evoluci¨®n social que hace manifiesta la existencia de un rechazo hacia estas pr¨¢cticas que implican suftimiento de los animales¡±, abunda el documento.
Las comisiones de pe?as taurinas defienden que los correbous no son un supuesto de maltrato animal. Mantienen que los festejos se celebran bajo estricta supervisi¨®n veterinaria, con minutajes medidos y controlados para evitarle la agon¨ªa al toro. La idea de que los correbous son un elemento hist¨®rico tradicional de las fiestas populares en las Terres de l¡¯Ebre es uno de los principales argumentos que esgrimen los defensores de esta clase de festejos. Una tesis a la que se abonan los representantes territoriales de la mayor¨ªa de los partidos pol¨ªticos.
El asunto no implicar¨¢ un debate novedoso en el Parlament. En 2019, la c¨¢mara aprob¨® derogar los correbous. La iniciativa, propuesta por En Com¨² Podem, prosper¨® con 50 votos a favor, 17 en contra y 61 abstenciones. El independentismo dio libertad de voto a sus diputados. Pese al mandato parlamentario, el Govern no se ha puesto jam¨¢s manos a la obra, seg¨²n critican los comunes y las entidades animalistas que luchan por abolir los correbous desde hace a?os.
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