Sant Jordi, pendiente del cielo, regala la vuelta de los besos
Destrozos en puestos de libros del paseo de Gr¨¤cia de Barcelona durante una granizada con fuerto viento
Hay un d¨ªa al a?o en Barcelona en el que los adolescentes se levantan a las seis de la ma?ana -sin rechistar, oiga-, para salir a vender rosas con el cau. En la avenida del portal del ?ngel ya venden rosas cuando el Zara todav¨ªa est¨¢ cerrado. En el Ayuntamiento dan desayuno a los escritores y escritoras, esa gente con la que viajamos, so?amos, pensamos y somos m¨¢s libres. Este a?o con el ministro de Cultura (y exconcejal) Joan Subirats y con la vicepresidenta Yolanda D¨ªaz. Es Sant Jordi. Y ha vuelto por fin como dios manda despu¨¦s de dos a?os de pandemia y resaca de la ¨ªdem. Con la ciudad ech¨¢ndose a la calle a por libros y rosas: el d¨ªa del encuentro entre libreros, lectores y autores. Y cuatro d¨ªas despu¨¦s de que nos hayan quitado la mascarilla, han vuelto los besos. Los espont¨¢neos, los que le plantas a quien te encuentras sin pensarlo. Que por Sant Jordi es un no parar. Y qu¨¦ sorprendente volver a tocar mejillas.
En la capital catalana, el tiempo ha respetado durante las primeras horas uno de sus d¨ªas grandes. Hab¨ªa llovido a primera hora y el tiempo ha mejorado hasta salir el sol, pero minutos antes de la 1 ha ca¨ªdo un chaparr¨®n incluso con granizo. Luego la situaci¨®n se ha complicado y con episodios de sol, lluvia, granizo e incluso unos minutos de fuerte viento ha habido destrozos en los puestos del paseo de Gr¨¤cia. Negocios como el de los libreros de viejo han resultado muy afectados; una caseta del servicio de publicaciones del Ayuntamiento ha quedado destrozada; y librer¨ªas como Karma, del Poble-Sec, han optado por marcharse. Otras, como Abacus o la editorial ?nima Llibres barajan si quedarse o marcharse. El problema, sin embargo, es que el dispositivo de desmontaje estaba previsto para las nueve de la noche y ahora la Guardia Urbana no permite la entrada de veh¨ªculos al paseo.
En el resto de Catalu?a el tiempo ha sido tambi¨¦n variable. En Girona apenas ha llovido y el palacio ferial donde se han resguardado las librer¨ªas est¨¢ que no cabe un alfiler. En Tarragona tambi¨¦n se ha puesto a llover a mediod¨ªa. En Lleida han tenido solazo durante la ma?ana. Los libreros catalanes conf¨ªan en vender un mill¨®n y medio de libros; y los floristas, cinco millones de rosas.
En Barcelona, la gran novedad de esta edici¨®n es la Superilla Literaria: el paseo de Gr¨¤cia y Rambla de Catalunya y sus calles perpendiculares cortados al tr¨¢fico y llenos de mesas con libros y rosas. Un lujo de espacio. Libros sobre el asfalto. Literal. Aunque en la Rambla, el paseo donde hist¨®ricamente se concentraban las librer¨ªas y este a?o hay poqu¨ªsimas y solo en la parte alta, andan molestos. ¡°Han vestido un santo y han desvestido otro¡±, lamenta Ferm¨ªn Villar, presidente de la entidad Amics de la Rambla. ¡°Lo han gestionado mal y pese a haber espacio, no ha habido peticiones de espacios. Y mira que es el d¨ªa que los barceloneses toman el paseo¡±, se queja.
S¨ª hay libros, en cambio, en la plaza Reial y plazas y calles peatonales de todos los barrios. Y otra cosa que ocurre siempre que Sant Jordi cae en s¨¢bado o domingo: la romer¨ªa de vecinos de otras ciudades que no se lo quieren perder. De Girona o Reus sal¨ªan de buena ma?ana familias de la estaci¨®n del paseo de Gr¨¤cia. ¡°Siempre lo vemos en la tele, en las noticias y este a?o hemos querido estar¡±, contaba Ricard junto a su mujer y sus tres hijos.
Un poco m¨¢s arriba, una cola bestial ante la caseta de la Casa del Libro. Y mucho chaval en la cola. ?Qui¨¦n firma? ¡°Un youtuber¡±. Eso tambi¨¦n es Sant Jordi. Que muchas veces las ventas se las lleven libros con la firma de autores medi¨¢ticos. ¡°Por lo menos leen¡±, se conformaba la madre de uno de los chavales de la cola. No eran ni las 10 de la ma?ana y se hab¨ªa desplazado desde Tarragona.
De m¨¢s lejos viene gente por Sant Jordi. Ali, de Madrid, con su pareja. Alucinada con el ambiente: ¡°Se nota que la gente ten¨ªa ganas de salir a la calle. Aqu¨ª estamos por amor a los libros y por tener un d¨ªa de alegr¨ªa, parece que no haya pandemia¡±, celebra y compara la jornada con la feria del libro de Madrid: ¡°All¨ª es m¨¢s concentrado, aqu¨ª empapa toda la ciudad, es mucho mejor, m¨¢s democr¨¢tico¡±.
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