Una alfombra de huesos y ata¨²des: la profanaci¨®n de un cementerio indigna a los vecinos de Aguilar de Segarra
El antiguo camposanto del municipio barcelon¨¦s llevaba clausurado desde 1973 y quedaba pendiente el traslado de los restos que ahora est¨¢n esparcidos por el recinto
Cr¨¢neos, huesos humanos esparcidos entre la maleza, ata¨²des profanados y arrojados en mitad de un cementerio abandonado. Esta es la imagen que presenta estos d¨ªas el camposanto viejo del peque?o municipio de Aguilar de Segarra (Barcelona). La semana pasada, el rector de la parroquia, Enric Garc¨ªa, denunci¨® ante los Mossos d¡¯Esquadra la profanaci¨®n de todos los nichos, 56 en total. La polic¨ªa catalana ha abierto una investigaci¨®n para intentar averiguar qui¨¦n o qui¨¦nes cometieron los hechos. El municipio, de 277 habitantes, permanec¨ªa el jueves consternado por lo sucedido. Algunos vecinos consideran la acci¨®n una gamberrada; otros creen que han intentado robar joyas a los difuntos. Fuese como fuese, nadie escuch¨® nada ni vio nada. El antiguo cementerio est¨¢ en una colina de dif¨ªcil acceso. Los ladrones de joyas o huesos, gamberros o participantes en un ritual macabro pudieron estar all¨ª por mucho tiempo sin ser detectados. El problema con el que se encuentra ahora el Consistorio es qu¨¦ hacer con los cad¨¢veres de sus antiguos vecinos, que llevan d¨ªas esparcidos por el suelo a pleno sol.
Solo quedan unas pocas piedras del que fuera castillo de Aguilar, construido en el siglo X. Para llegar hasta sus ruinas hay que dejar atr¨¢s el municipio, entrar por unas pistas forestales, abandonar el veh¨ªculo y caminar ¡ªcasi escalar¡ª varias pendientes. Un peque?o camino resbaladizo y casi invisible lleva directo ¡ªdespu¨¦s de sortear arbustos y maleza¡ª a la puerta del antiguo cementerio, en cuyo ¨²nico acceso hay grabada una calavera y dos tibias cruzadas junto con el a?o de construcci¨®n, 1899, y una inscripci¨®n en lat¨ªn: ¡°Beati Mortui Qui In Domino Moriuntur¡± (Bienaventurados los muertos que mueren en el Se?or). Dentro, la imagen actual es macabra. Los profanadores accedieron al interior por el tejado de los nichos y se entretuvieron en abrir una a una las tumbas para sacar los cuerpos y abandonar los huesos en mitad de la antigua infraestructura funeraria.
¡°La semana pasada me llamaron del Ayuntamiento y me ense?aron fotos de lo que hab¨ªa pasado. No s¨¦ qui¨¦n lo descubri¨®, no he ido nunca a este cementerio, pero hay muchos as¨ª en esta zona. Fui a comisar¨ªa y denunci¨¦¡±, explicaba el jueves el p¨¢rroco Enric Garc¨ªa. Es el sacerdote de este rinc¨®n de la Catalu?a vaciada y asegura que es el responsable de las iglesias de 50 municipios. ¡°El Ayuntamiento ya me ha dicho que se pondr¨¢ en contacto con los familiares de los difuntos que se puedan identificar, pero muchos est¨¢n en el suelo y mezclados unos huesos con otros. La ¨²nica opci¨®n ser¨¢ hacer una fosa com¨²n en el nuevo cementerio y llevar all¨ª todos los cuerpos¡±, asume. El sacerdote cree que se est¨¢ haciendo ¡°mucha salsa¡± con este tema. ¡°En estos pueblos de pay¨¦s pasan estas cosas. Hac¨ªa d¨¦cadas que nadie llevaba flores al cementerio. Se ten¨ªa que haber clausurado antes¡±, asegura.
El alcalde, Pere Aliaguilla, no ha querido hablar con EL PA?S, y los responsables del Consistorio han remitido a otras declaraciones del primer edil en las que afirmaba que se cre¨ªa que se trataba de profanadores de tumbas que iban buscando joyas de los cad¨¢veres. ¡°?Pero qu¨¦ joyas van a encontrar aqu¨ª si somos todos payeses?¡±, se preguntaba, incr¨¦dula, una vecina que prefer¨ªa guardar el anonimato.
Antonio Su¨¢rez tiene 85 a?os, es de Cal Camalligat y cree que es el segundo o tercer vecino ¡°m¨¢s viejo¡± de Aguilar de Segarra. Es de los pocos que recuerda a alguno de los muertos que hab¨ªa enterrados en el antiguo cementerio. ¡°Yo nac¨ª en septiembre de 1936. Esa semana, en plena guerra, quemaron la iglesia que estaba junto al cementerio. Cuando cumpl¨ª 13 a?os mi primer trabajo fue ir a buscar las piedras que quedaron de la antigua iglesia y llevarlas al pueblo para construir la iglesia nueva¡±, recuerda. Entonces todav¨ªa segu¨ªan enterrando en el cementerio viejo: ¡°Sub¨ªamos los ata¨²des entre cuatro y a hombros¡±, recuerda. Su¨¢rez desconoce, como el resto del pueblo, qui¨¦n y por qu¨¦ han profanado el camposanto. ¡°Aqu¨ª los ricos se enterraban en la izquierda y los pobres en los nichos de la derecha, pero por las fotos veo que les ha dado igual unos que otros¡±, ironiza.
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