El gerente del cine de El Masnou (Barcelona) que abus¨® de menores ingresar¨¢ al fin en prisi¨®n

¡°Por la fotograf¨ªa lo ha de conocer todo el mundo, peque?os y grandes, agradecidos por poder disfrutar en El Masnou del cine de estreno de La Calandria¡±. Con este elogioso pr¨®logo arranca una entrevista a Llu¨ªs Gros Mart¨ªn publicada en la revista local Gent del Masnou. Gros regentaba una peque?a sala en cuyas entra?as se proyectaba una pel¨ªcula de terror. La conversaci¨®n, donde se explaya sobre su pasi¨®n cinematogr¨¢fica y religiosa ¡ªfue noviciado con los franciscanos¡ª se public¨® en 2016, cuando el empresario ya hab¨ªa cometido los abusos sexuales por los que fue condenado y por los que este viernes, tras un denso periplo judicial, ingresar¨¢ en prisi¨®n.

Gros se ha resistido hasta el ¨²ltimo segundo a entrar en la c¨¢rcel. Lleg¨® a decir a su entorno que antes se quitar¨ªa la vida. No lo ha hecho. Hace una semana, la Audiencia de Barcelona se vio obligada a ordenar a la polic¨ªa su ¡°busca y captura¡± tras constatar que hab¨ªa evitado ingresar en prisi¨®n de forma voluntaria para cumplir una condena firme de casi 24 a?os de c¨¢rcel. Este jueves, los Mossos d¡¯Esquadra lo han detenido en la parte alta de Barcelona y lo han llevado a la comisar¨ªa de Les Corts. De ah¨ª ser¨¢ trasladado a la c¨¢rcel.

A sus 76 a?os, este depredador sexual que nunca ha asumido su culpa ha hecho todo lo posible por estirar los d¨ªas en libertad. La lentitud de la justicia ha remado, sin querer, a su favor.

En septiembre de 2019, Gros fue condenado a 23 a?os y ocho meses de c¨¢rcel por abusar sexualmente de tres menores e intentarlo con otro m¨¢s. Las v¨ªctimas ten¨ªan entre 13 y 17 a?os; una de ellas padec¨ªa una discapacidad intelectual. Contact¨® con ellas con el pretexto de contratarlas para repartir publicidad de La Calandria. Despu¨¦s, manten¨ªa relaciones con los chavales a cambio de una peque?a suma de dinero o de entradas para el cine. La mayor¨ªa de los abusos se produjeron dentro del local.

Los hechos ocurrieron entre 2007 y 2011, pero la sospecha en El Masnou (Maresme) es que, antes y despu¨¦s, hubo m¨¢s v¨ªctimas que a¨²n no han salido a la luz. Tal como explic¨® en la entrevista en Gent del Masnou, Gros regentaba salas de cine de peque?o tama?o que se esforzaban por estar al d¨ªa con los estrenos en media docena de localidades catalanas.

Pese a la elevada pena, que inclu¨ªa una indemnizaci¨®n para las v¨ªctimas de 46.000 euros, no se acord¨® su ingreso en prisi¨®n provisional a la espera del recurso de la defensa, que fue resuelto por el Tribunal Supremo dos a?os m¨¢s tarde, en octubre de 2021. Desde entonces hasta su detenci¨®n, han pasado siete meses en los que Gros ha solicitado reiteradamente que se suspenda la ejecuci¨®n de la pena. Ha sido en vano.

La defensa ha alegado motivos de salud. Gros padece un trastorno ansioso-depresivo y p¨¢rkinson; adem¨¢s, se ha iniciado un expediente para incapacitarlo. La Secci¨®n Sexta de la Audiencia de Barcelona ¡ªel tribunal que lo juzg¨® y que, por tanto, debe ejecutar la sentencia¡ª le ha dicho que no varias veces porque esas dolencias no son tan graves como para ¡°comprometer el derecho a la seguridad colectiva de la comunidad¡±. La realidad es que sobre el pederasta no pesaba ninguna medida cautelar, de manera que ha podido seguir haciendo su vida, siempre con el horizonte de la prisi¨®n pero con relativa tranquilidad.

No fue hasta el pasado abril cuando el tribunal orden¨® su ingreso en prisi¨®n sin m¨¢s dilaciones. Pero Gros no cumpli¨® su parte y agot¨® el plazo para entrar de forma voluntaria. Su resistencia motiv¨® la orden de detenci¨®n de hace una semana. El arresto de Gros se ha producido este jueves, despu¨¦s de que el periodista Carles Tamayo ¡ªque estaba entrevist¨¢ndole en un bar de la avenida de Vallcarca de Barcelona¡ª alertara al 112. El pederasta escap¨® entonces corriendo hasta una cl¨ªnica cercana. Una patrulla de los Mossos se acerc¨® a ese centro de salud, lo detuvo y lo traslad¨® a la comisar¨ªa de Gr¨¤cia. All¨ª, los agentes han hecho gestiones con la Audiencia de Barcelona y han constatado que la orden de detenci¨®n estaba vigente.

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