Seis a?os del hackeo al Sindicato de Mossos: ?D¨®nde est¨¢ Phineas Fisher?
El juez deja a un paso del banquillo a tres personas por la difusi¨®n de los datos personales de m¨¢s de 5.400 polic¨ªas catalanes
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El hackeo pill¨® por sorpresa a todo el mundo. Eran las once de la noche del 17 de mayo de 2016. Y de repente, el perfil de Twitter del Sindicato de los Mossos d¡¯Esquadra (SME) empez¨® a escribir cosas sorprendentes. ¡°?Mossos en huelga! Estamos cansados de servir a los poderosos y luchar contra el pueblo¡±, rezaba el primer tuit. Le siguieron varios del mismo estilo, con un comunicado de ¡°refundaci¨®n¡± del sindicato. A las 23.23 se culmin¨® la peor parte del ataque inform¨¢tico: la difusi¨®n de los datos personales de m¨¢s de 5.400 mossos d¡¯esquadra. Se hicieron p¨²blicos nombres, direcciones, tel¨¦fonos e incluso n¨²meros bancarios. Seis a?os despu¨¦s, la investigaci¨®n del caso ha terminado. Tres personas, entre ellos dos ingenieros, un hombre y una mujer, que entonces eran pareja, est¨¢n a un paso del banquillo. De Phineas Fisher, el hacker que reivindic¨® el ataque, sigue sin haber rastro.
¡°Lo ¨²nico que se ha podido probar es que ten¨ªan un proxy¡± (un servidor que permite anonimizar las navegaciones por internet), critica el abogado Carlos S¨¢nchez Almeida, especializado en este tipo de casos, que defiende a los ingenieros. Estos estaban instalados en Barcelona y ten¨ªan en casa el proxy p¨²blico, de manera que cualquiera pod¨ªa usarlo para conectarse a la red. En la compleja causa, los Mossos han acreditado al menos dos incursiones en el servidor del SME el 8 y el 16 de mayo desde ese proxy, antes del hackeo, producido el 17. ¡°Condenamos el ataque y lo que ha supuesto, pero nuestros clientes son inocentes¡±, repite S¨¢nchez Almeida, que a?ade que despu¨¦s de intervenirles el tel¨¦fono, detenerlos y acceder a todos sus dispositivos inform¨¢ticos, no se encontr¨® ¡°ninguna prueba de que se comunicasen con Phineas Fisher¡±, ni ning¨²n otro dato que les incrimine directamente.
Bajo el pseud¨®nimo de Phineas Fisher se han reivindicado diversos ciberataques. El que llev¨® al estrellato al pirata inform¨¢tico hab¨ªa sido el de la compa?¨ªa italiana Hacking Team, un a?o antes. Entonces se dedicaba a la venta de programas de seguridad a gobiernos y empresas. Phineas Fisher tambi¨¦n reivindic¨® el ataque al sindicato de los Mossos, y dijo que lo hizo despu¨¦s de ver el documental de Ciutat Morta, sobre una supuesta mala praxis de la Guardia Urbana de Barcelona en la detenci¨®n de unos j¨®venes despu¨¦s que un polic¨ªa local quedase tetrapl¨¦jico al caerle un objeto contundente en la cabeza tras un desalojo. El pirata inform¨¢tico tambi¨¦n mencion¨® otros casos pol¨¦micos, como el de Ester Quintana, mutilada de un ojo por un pelotazo de Mossos, o el del empresario Juan Andr¨¦s Ben¨ªtez, muerto tras ser reducido por la polic¨ªa catalana. Tras las detenciones de los tres acusados, el 31 de enero de 2017, Phineas Fisher escribi¨® a varios medios dejando claro que ¨¦l segu¨ªa libre. Y desde entonces, se han vuelto a cometer varios ataques bajo su marca.
¡°Desconocemos si son Phineas Fisher o no, pero tuvieron una participaci¨®n activa y con conocimiento de los hechos¡±, asegura el abogado del SME, Josep Llu¨ªs Ribera. Despu¨¦s de los polic¨ªas que se vieron expuestos con la filtraci¨®n, el sindicato fue la principal v¨ªctima del hackeo. ¡°Supuso un golpe a la afiliaci¨®n, al prestigio del sindicato y tambi¨¦n gastos para restaurar la seguridad inform¨¢tica¡±, indica Ribera. M¨¢s de 200 agentes est¨¢n personados en la causa como acusaci¨®n particular, y algunos exigen que el sindicato sea responsable civil subsidiariamente de la violaci¨®n de sus datos personales si por fin no hay condenados por el caso. ¡°El nivel del hacker era alt¨ªsimo¡±, asegura Ribera, que sostiene que el sindicato reaccion¨® todo lo bien que pudo. El pirata inform¨¢tico no accedi¨® al servidor por completo, sino a una parte dedicada al campus de los cursos que ofrec¨ªan. Y defiende que ten¨ªan las defensas ¡°adecuadas¡±. ¡°En pocos minutos se retom¨® el control del servidor, de donde no sacaron datos¡±, alega.
¡°Los dos perdieron el trabajo¡±, lamenta la abogada Simone Ordinas, tambi¨¦n implicada en la defensa de los ingenieros. Las detenciones y la acusaci¨®n pusieron sus vidas patas arriba. Y a ello se sum¨® la incertidumbre de una investigaci¨®n que se ha alargado durante seis a?os. ¡°Ella ni siquiera ten¨ªa conocimiento de que estaba instalado en su domicilio un proxy¡±, lamenta la letrada, que recuerda que la tenencia de un proxy no es un delito. ¡°Es un poco rid¨ªculo y una barbaridad sentar en el banquillo a dos ingenieros por tener en su casa un proxy¡±, lamenta. La abogada a?ade adem¨¢s otra queja, sobre el tercer procesado: un hombre catal¨¢n instalado en Salamanca. La investigaci¨®n de los Mossos sostiene que desde su cuenta de Twitter, y a trav¨¦s de la IP de su casa, se hizo una redifusi¨®n de los datos de los Mossos. En este caso, en el registro de sus aparatos inform¨¢ticos, la Polic¨ªa encontr¨® pornograf¨ªa infantil. Ordinas critica que la acusaci¨®n por ese delito se mezcle con lo dem¨¢s. ¡°Pretende degradar la imagen de nuestros clientes¡±, a?ade S¨¢nchez Almeida.
La Fiscal¨ªa todav¨ªa est¨¢ pendiente de presentar su escrito de acusaci¨®n, as¨ª como el propio SME que est¨¢ ultim¨¢ndolo. Tambi¨¦n hay otras acusaciones en la causa, como la del sindicato USPAC, que lo hizo como acusaci¨®n popular. Y tambi¨¦n la de decenas de mossos que exigen a t¨ªtulo individual una indemnizaci¨®n.
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