El desconcierto catalanista

El atribulado ir y venir de las ¨²ltimas semanas de los partidos catalanistas acerca de c¨®mo afrontar el fin de la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica en catal¨¢n en las escuelas indica que andan buscando algo, pero no lo encuentran. El frenes¨ª negociador se debe a que ha llegado el d¨ªa en que, impuesto por los jueces, se materializa lo que Rudolf Ortega defin¨ªa el domingo en este diario como ¡°el final del paradigma¡± que ha regido durante casi 40 a?os en la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica aplicada por los gobiernos de la Generalitat. Y lo que se muestra en el escenario pol¨ªtico es un enorme desconcierto, una fenomenal desorientaci¨®n.

No es para sorprenderse, habida cuenta de que venimos directamente de otras zozobras, de las que esta imposici¨®n pol¨ªtica por v¨ªa judicial es una m¨¢s. Entre los naufragios de los ¨²ltimos a?os se cuentan hechos tan relevantes como que Catalu?a se gobierne desde 2010 por un Estatuto que no es el que votaron los ciudadanos. Y, posteriormente, una revuelta encabezada en 2017 por el propio presidente de la Generalitat de aquel momento, Carles Puigdemont, que se sald¨® con su destituci¨®n por el Gobierno central, la c¨¢rcel y/o el exilio de los protagonistas del intento y una larga estela de persecuciones judiciales que todav¨ªa dura.

Un veterano pol¨ªtico catalanista, Raimon Obiols, uno de los fundadores del PSC, ha descrito recientemente as¨ª la situaci¨®n actual de Catalu?a, tras la larga experiencia de gobiernos nacionalistas y su revuelta independentista: ¡°Hoy tenemos un pa¨ªs dislocado, agrietado, y podr¨ªamos llegar a una Catalu?a definitivamente escindida por razones de lengua, cultura y emociones; partida en comunidades etnoling¨¹¨ªsticas separadas por sentimientos impermeables de identidad¡±.

Obiols fue el l¨ªder de la oposici¨®n parlamentaria a los gobiernos de Jordi Pujol desde 1984 hasta 1995 y ha dedicado una parte de su ¨²ltimo libro, El temps esquerp, a analizar la g¨¦nesis del estallido de 2017. Las d¨¦cadas de dominio del pujolismo en Catalu?a se basan, explica Obiols, en que logr¨® aplicar lo que uno de los dirigentes de Converg¨¨ncia, David Mad¨ª, calificaba en 2007 como la receta del ¨¦xito, el equivalente en pol¨ªtica de la f¨®rmula qu¨ªmica secreta de la Coca Cola. Es esta: ¡°Catalunya = Pujol = CiU = catalanismo = Generalitat = prestigio de gesti¨®n = todos los catalanes¡±.

El presunto secreto es una versi¨®n adaptada de la vieja y conocida f¨®rmula de todos los nacionalismos, el ¡°nosotros¡± contra ¡°ellos¡± difundida en el caso de Pujol con una reiterada advertencia de que se trata de una lucha por la supervivencia de la naci¨®n como tal. Es una v¨ªa maniquea, que lleva inexorablemente a la exclusi¨®n de una parte de la sociedad, a la que se considera enemiga. Y es una idea ag¨®nica de la existencia de Catalu?a que a la postre ha sido asumida por sus seguidores. Tras la fallida revuelta de 2017, Obiols apunta que al final, sin embargo, el resultado conseguido por los nacionalistas es el contrario al de la salvaci¨®n y la plenitud prometidas. La situaci¨®n que describe Obiols responde a una ecuaci¨®n muy distinta a la que entusiasmaba a Mad¨ª. Es esta: ¡±Catalu?a = divisiones pol¨ªticas a ultranza = grietas sociales y culturales = disputas partidistas sobre las lenguas = autogobierno debilitado¡±. Y desconcierto, mucho desconcierto.

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