El Corredor Mediterr¨¢neo: tomar el tren de la elecci¨®n correcta
Durante el siglo XX el ferrocarril y la mayor¨ªa de lo que ahora conocemos como transportes sostenibles fueron convertidos en el enemigo a batir
Hace poco m¨¢s de 150 a?os nac¨ªa y crec¨ªa la red ferroviaria en la que actualmente se enmarca el Corredor Mediterr¨¢neo. El eje de comunicaciones que se desarrolla desde el Estrecho de Gibraltar hasta la frontera francesa creci¨® a mediados del siglo XIX, al comp¨¢s de la Revoluci¨®n Industrial, comunicando los principales n¨²cleos de poblaci¨®n y producci¨®n con los puntos de exportaci¨®n. Pero para entender el actual Corredor Mediterr¨¢neo debemos superar el siglo XX: un siglo donde el ferrocarril y la amplia mayor¨ªa de lo que ahora conocemos como transportes sostenibles fueron convertidos por las administraciones y los poderes econ¨®micos en el enemigo a batir. Gran parte de las conexiones ferroviarias fueron clausuradas, el transporte de viajeros fue relegado a los nuevos servicios de alta velocidad y el transporte de mercanc¨ªas fue traspasado de forma evidente a la carretera.
Actualmente, el Corredor Mediterr¨¢neo y, especialmente, las infraestructuras ferroviarias del Camp de Tarragona narran la cr¨®nica de un desastre anunciado. La falta de planificaci¨®n en la construcci¨®n de la red ferroviaria durante los ¨²ltimos 40 a?os, con el ¨²nico desarrollo de las l¨ªneas de alta velocidad, nos ha llevado a la construcci¨®n descoordinada de una serie de l¨ªneas que se alejan cada vez m¨¢s de los potenciales viajeros, al tiempo que no ganan nuevos. En el ¨¢mbito de las mercanc¨ªas se repite la misma historia, a¨²n m¨¢s acentuada, con las cifras de transporte de mercanc¨ªas por ferrocarril m¨¢s bajas de toda Europa. Consecuencia: una p¨¦rdida constante de industrias que transportan por ferrocarril, el colapso de autopistas como la AP-7, la construcci¨®n de una l¨ªnea entre Vila-seca y Castellbisbal con tercer hilo que solo traer¨¢ un listado cotidiano de incidencias a los viajeros durante los pr¨®ximos a?os.
La actual emergencia clim¨¢tica, los elevados precios de los carburantes, el colapso de la red viaria de autopistas y carreteras nos anuncian las crisis de los pr¨®ximos meses y a?os. Pero esos problemas tienen una soluci¨®n, y pasa por empezar actuaciones de urgencia, a corto y medio plazo, en la gesti¨®n de nuestra movilidad, especialmente en lo referente a la red ferroviaria. Y tanto en el transporte de viajeros como en las cadenas log¨ªsticas. En nuestro libro Transporte multimodal y autopista ferroviaria, publicado hace pocos meses, explicamos de forma clara c¨®mo por toda Europa los camiones est¨¢n desapareciendo de las principales autopistas gracias al concepto de la autopista ferroviaria: la carga directa de remolques de camiones, o camiones enteros, con el conductor descansando en un coche restaurante, sobre vagones de tren.
A estas alturas, y ya vamos tarde, es necesario actuar en la red de ADIF, poner en marcha proyectos como el tranv¨ªa del Camp de Tarragona o la estaci¨®n intermodal de Vila-seca, reabrir la l¨ªnea Reus-Roda, establecer nuevas terminales multimodales tanto en los principales hubs industriales (Pened¨¨s, La Llagosta, Vilamalla, etc.) como en los puertos de Tarragona y Barcelona, y hacer llegar el ancho de v¨ªa europeo a lo largo de todo el corredor. Solo una buena planificaci¨®n de las pr¨®ximas actuaciones en infraestructuras, evitando los errores del pasado, nos marcar¨¢ un mejor camino a seguir, sobre todo si lo que queremos es construir una sociedad menos dependiente de los mercados exteriores, m¨¢s sostenible y productiva, y con menos carencia de servicios.
Joan Carles Salmer¨®n es director de Terminus, Centro de Estudios del Transporte.
Puedes seguir a EL PA?S Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.