La lengua rusa, v¨ªctima de la guerra
Una de las repercusiones de la guerra en Ucrania puede ser una err¨®nea instrumentalizaci¨®n del idioma de Chejov y Pushkin
El prop¨®sito es destruir Ucrania, pero la destrucci¨®n tambi¨¦n alcanza a Rusia. Conocemos y de cerca los perversos resultados de las grandes estrategias: las de Bush con su democratizaci¨®n de Oriente Pr¨®ximo por la fuerza o las de Artur Mas para dotar a Catalu?a de un Estado independiente por el milagroso efecto del deseo democr¨¢tico.
Nuestra ¨¦poca es f¨¦rtil en liderazgos delirantes, con dificultades para comprender la realidad y todav¨ªa m¨¢s para transformarla razonablemente. Bush abri¨® las puertas al desorden mundial y debilit¨® a Estados Unidos al igual que Mas las abri¨® a la destrucci¨®n del catalanismo y a la irrelevancia del autogobierno catal¨¢n. Estamos horrorizados ahora por el delirio de la estrategia de Putin. Tanto por la atrocidad de sus inmediatas consecuencias y el incendio de una guerra mundial con el que nos amenaza, como por la perversidad de sus consecuencias inesperadas, que van m¨¢s all¨¢ del error de c¨¢lculo en la evaluaci¨®n de las fortalezas propias y ajenas.
Putin ha liquidado cualquier atisbo de prestigio que pudiera mantener la actual Federaci¨®n Rusa. Situada ahora en la pendiente, hacia el modelo aislacionista de Corea del Norte, gracias a las sanciones y el boicot de las empresas occidentales ha retrocedido medio siglo. Su giro autoritario ha derivado hasta el asentamiento de un Estado totalitario controlado por los servicios secretos, con el crimen organizado y el asesinato como herramientas de gobierno.
El balance de muerte y de destrucci¨®n es devastador, a la altura de los peores tiranos y genocidas de la historia. Alcanza al prestigio y a la imagen de Rusia, su cultura, su lengua y su literatura, gracias sobre todo a su identificaci¨®n con la dominaci¨®n violenta e imperial que contiene el concepto putinista de Mundo Ruso. Identificar la lengua rusa con una naci¨®n ¨¦tnica e imperial que tiene derecho a intervenir militarmente para proteger a sus hablantes all¨ª donde se encuentren es una idea suicida. Seg¨²n Ivan Krastev, ¡°el papel de la lengua rusa en la vida cultural europea puede convertirse en otra v¨ªctima de la invasi¨®n de Putin¡± (Financial Times, 16 de junio).
Los nombres de Anton Chejov o de Alexander Pushkin est¨¢n siendo borrados del callejero de las ciudades ucranias. Y no tiene que ver exactamente con la rusofobia, como afirma el Kremlin, sino con la reacci¨®n a la patrimonializaci¨®n imperial y al uso b¨¦lico de la lengua, la cultura y la identidad rusas. Una reacci¨®n similar suscit¨® la apropiaci¨®n de la lengua alemana por el nacionalsocialismo, pero despu¨¦s de 1945 todo fue regresando a sus cauces, como cabe esperar que suceda tambi¨¦n con Rusia, una naci¨®n tan europea como Ucrania. Quienes convierten las lenguas en instrumentos de combates pol¨ªticos, unos y otros, como sucede tambi¨¦n aqu¨ª, debieran tomar buena nota de los perversos efectos ling¨¹¨ªsticos y culturales del putinismo.
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