Llega la derecha independentista
A lomos del ¡®proc¨¦s¡¯, Junts defendi¨® postulados socialdem¨®cratas, ahora vuelve a sus or¨ªgenes reclamando rebajas de impuestos
Junts per Catalunya desconcertaba: defend¨ªa postulados propios de la socialdemocracia siendo un partido de orden. Era como si el entrismo trotskista hubiera triunfado al fin en una formaci¨®n pol¨ªtica. Desde su conversi¨®n al independentismo, los viejos convergentes votaban a favor de leyes antidesahucios, trataban de paliar la pobreza energ¨¦tica, limitaban los precios de los alquileres. Daban luz verde a la renta garantizada de ciudadan¨ªa¡ Lo hac¨ªan con escaso entusiasmo y siempre con la secreta esperanza de que el Tribunal Constitucional frenara esas iniciativas. Lo cierto es que el deep state no sol¨ªa decepcionar.
Todo comenz¨® con el proc¨¦s. Artur Mas hab¨ªa emprendido la huida hacia adelante agitando el independentismo como bandera. Ante los ojos at¨®nitos de la sociedad catalana se produc¨ªan conversiones prodigiosas: la derecha de toda la vida abrazaba la socialdemocracia, como cuando el caudillo de francos Clodoveo ¨CSanta Clotilde y San Remigio mediante¨C se hizo cristiano cat¨®lico. Pero se trataba de trampantojos: en el primer caso para perpetuarse con escasa fortuna al frente de la Generalitat. En el de Clodoveo, la cuesti¨®n era extender dominios gracias al poder terrenal de la Iglesia. En nuestra historia particular, Mas pas¨® de encabezar un Gobierno business friendly a comportarse como un accidental leftist por exigencias del guion pol¨ªtico. Hizo el trayecto de campe¨®n del recorte de 2011, contrario al impuesto de sucesiones, a apologeta del estado del bienestar. Mucho recorrido en poco tiempo gracias a una sospechosa fe del carbonero.
Ahora las aguas vuelven a su cauce. Una de las pocas cosas claras que salieron del congreso de Junts per Catalunya del pasado fin de semana fue la determinaci¨®n de acabar con el impuesto de Sucesiones. Todo vuelve a su sitio: Xavier Trias ser¨¢ probablemente candidato a la alcald¨ªa de Barcelona y los viejos convergentes ¨Ccon el antiguo roquista Jordi Turull al frente¨C van a finiquitar, si gobiernan, el ¡°impuesto a la muerte¡±. Lo anunci¨® en el pasado congreso de Junts Dami¨¤ Calvet, otro convergente con pedigr¨ª: el partido de la ind¨®mita Laura Borr¨¤s propone eliminar el Impuesto de Patrimonio, suprimir el de sucesiones y donaciones y rebajar el tipo m¨¢ximo del actual IRPF del 50 al 45%.
En plena pandemia, la OCDE aconsejaba subir el impuesto sobre las herencias. Argumentaba que en los a?os setenta la tasa sobre sucesiones supon¨ªa un 1% del total de recaudaci¨®n en los estados de la organizaci¨®n y al iniciarse la d¨¦cada del 2020 hab¨ªa bajado al 0,53%. Paralelamente, un 1% de la poblaci¨®n acaparaba el 42% de la riqueza. Pero no hay que dejar nunca que la realidad estropee una buena bajada de impuestos. Si el PP lo hace en las comunidades donde gobierna, la derecha catalana est¨¢ en ello y recupera sus hechuras. Atr¨¢s quedan los complejos izquierdistas adquiridos durante el proc¨¦s. A este paso, las becas para ricos est¨¢n a tiro de piedra.
La vieja Converg¨¨ncia vuelve al galope. ¡°La Iglesia¡±, que era como en el partido de Pujol se conoc¨ªa al grupo gran¨ªtico del Vall¨¨s Oriental que lideraba el fiel Turull, regresa para imponer la doctrina verdadera. Y gracias a ellos la gran zarzuela del proc¨¦s ya tiene su libreto conservador. Llega la desacomplejada derecha independentista. Despu¨¦s de tanto radical jacobino ya es hora de un buen contragolpe de termidor.
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