El exalcalde de Sabadell Manuel Bustos pierde el tercer grado penitenciario

El exalcalde socialista de Sabadell (Barcelona) Manuel Bustos ha perdido su semilibertad despu¨¦s de que el pasado mes de julio el juez de vigilancia penitenciaria le revocara el tercer grado que se le concedi¨® pocos meses despu¨¦s de ingresar a la prisi¨®n barcelonesa de Lledoners. El Ministerio P¨²blico recurri¨® la decisi¨®n del tercer grado el pasado mes de abril, cuando el exdirigente del PSC, condenado en el marco del caso Mercurio por haber retirado multas a familiares suyos, sali¨® de la c¨¢rcel, al asegurar que Bustos ¡°minimizaba¡± los delitos de corrupci¨®n y solo los reconoc¨ªa ¡°parcialmente¡±.

La concesi¨®n del tercer grado, que ha permitido al exalcalde entrar y salir de la c¨¢rcel, ya gener¨® controversia, puesto que la junta de tratamiento de Lledoners propuso por mayor¨ªa que siguiera en r¨¦gimen cerrado, y fue la Direcci¨®n General de Asuntos Penitenciarios de la Generalitat la que le concedi¨® la semilibertad. La direcci¨®n general asumi¨® los criterios del equipo t¨¦cnico encargado de la clasificaci¨®n que, entre otras cuestiones, argumentaba que no exist¨ªa riesgo de reincidencia por parte de Bustos puesto que dej¨® la pol¨ªtica de forma definitiva en julio de 2014 y que ingres¨® a la c¨¢rcel voluntariamente.

El exdirigente socialista entr¨® en la prisi¨®n para cumplir tres a?os de c¨¢rcel por dos delitos de tr¨¢fico de influencias, despu¨¦s de que el Tribunal Supremo lo ratificara en marzo de 2021. Bustos, que tiene otra sentencia condenatoria con pena de c¨¢rcel por el nombramiento irregular de un alto cargo en el Ayuntamiento de Montcada i Reixac (Barcelona), todav¨ªa est¨¢ pendiente de otros juicios enmarcados dentro de la macrocausa de Mercurio.

Las juntas de tratamiento son ¨®rganos que se re¨²nen cada semana para decidir sobre la vida de los presos; por ejemplo, si deben disfrutar o no de permisos de salida. La integran profesionales de perfil t¨¦cnico (psic¨®logos, educadores, juristas y trabajadores sociales). Tambi¨¦n suele estar el subdirector de tratamiento de la c¨¢rcel y, ocasionalmente, el director. Cuando llega un nuevo interno, disponen de un m¨¢ximo de dos meses para lanzar una propuesta inicial de clasificaci¨®n, que debe ser luego examinada por la Secretar¨ªa de Medidas Penales, Reinserci¨®n y Atenci¨®n a la V¨ªctima del Departamento de Justicia, que dirige Lourdes Ciur¨®. En la inmensa mayor¨ªa de ocasiones (en torno al 95%), la Generalitat ratifica lo que proponen las juntas.

En el caso de Bustos, la junta propuso ¡ªpor mayor¨ªa y no por unanimidad¡ª su clasificaci¨®n en segundo grado. Con dos argumentos de peso: el exalcalde afronta otras cuatro causas en fase de instrucci¨®n por los mismos delitos y debe reconocer los hechos ¡°sin minimizaciones ni justificaciones¡±. Justicia sopes¨® argumentos a favor del tercer grado: que la condena es corta (tres a?os), que ingres¨® voluntariamente, que ha pagado la responsabilidad civil, que los hechos son antiguos (se remontan a 2012), que tiene un medio acogedor (su familia) y que la posibilidad de que reincida es ¡°baja¡±.

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