¡°No se bajaron de la bici m¨¢s que para hacer la mili¡±

Cuatro polic¨ªas locales en bicicleta acompa?aron este mi¨¦rcoles los cuerpos de Miguel Moya (67 a?os) y Jos¨¦ Mar¨ªa de la Torre (72) entre el tanatorio y la iglesia de Sant Pere de Rub¨ª (Barcelona). Moya y de la Torre murieron el domingo atropellados cuando rodaban en bicicleta a la altura de Castellbisbal por un hombre que conduc¨ªa con el carn¨¦ retirado, drogado y a mayor velocidad de la permitida. Les embisti¨® tras invadir su carril. Est¨¢ en prisi¨®n preventiva. Antes y despu¨¦s del funeral, la plaza estall¨® en aplausos. Hab¨ªa tanta gente que a la iglesia apenas entr¨® la mitad de los congregados.

Entre los presentes era f¨¢cil distinguir a decenas de aficionados al ciclismo. Compa?eros de grupeta en el Club Ciclista de Rub¨ª, destrozados. O conocidos. De varias generaciones. Porque al final, todos se conocen de pedalear por las mismas carreteras. Hacia Gelida, Sant Lloren? Savall, Sant Sadurn¨ª d¡¯Anoia¡­ Pero reconocibles: delgados, con esas piernas musculadas y depiladas que delatan a quienes ruedan a menudo. Por las marcas del sol: las gafas, las mangas. Y a algunos, por tatuajes o camisetas alusivas a bicicletas o ilustraciones y datos de puertos de monta?a. La comunidad ciclista est¨¢ indignada con este nuevo atropello y prepara una protesta para el s¨¢bado 3 de septiembre. Si no la hacen antes es porque todav¨ªa hay mucha gente de vacaciones y quieren que pueda acudir todo el mundo.

Tanto Miguel Moya como Jos¨¦ Mar¨ªa de la Torre llevaban en el club pr¨¢cticamente desde su fundaci¨®n hace 50 a?os. Moya subi¨® a la bici con 14 a?os, ¡°fue entrenador del infantil cuando ten¨ªamos infantil y hasta hace cuatro o cinco a?os todav¨ªa participaba en competiciones de veteranos de la Federaci¨®n¡±. Lo explicaba el presidente del club, Pedro Cancio: ¡°Igual que De la Torre, no se han bajado de la bici m¨¢s que para ir a la mili, los que comenzamos de chavales y tenemos una edad, esta afici¨®n no la dejamos nunca¡±. El domingo del atropello hab¨ªan quedado a las ocho de la ma?ana. Moya se durmi¨®, los compa?eros le esperaron unos minutos, pero acabaron saliendo¡­ y les alcanz¨® a la altura de Gelida. Los veteranos del club sal¨ªan los martes, jueves, s¨¢bados y domingos. ¡°La bici lo era todo para ellos¡±, aseguraban amigos y familiares.

De la Torre ¡°era el alma de la grupeta, hasta hace unos a?os fue el presidente del club¡±, contaba un compa?ero que no pudo salir con ellos por un tema personal. ¡°No estoy ah¨ª de milagro¡±, dec¨ªa se?alando la iglesia ¡°Estamos rotos¡±, se emocionaba. Otro habitual, un poco m¨¢s all¨¢, explicaba que justo el domingo no pedale¨® con ellos porque hab¨ªa quedado para salir con otra gente. De la Torre, que sub¨ªa sus salidas a Instagram, hab¨ªa practicado tambi¨¦n el atletismo. ¡°Y los d¨ªas que no sal¨ªa a rodar, sal¨ªa a caminar¡±. Este verano era especial para su familia: con su mujer hab¨ªan retrasado las vacaciones porque esperaban el nacimiento inminente de un nieto.

Moya y De la Torre hab¨ªan trabajado en f¨¢bricas de la comarca del Vall¨¨s: Industrias Eka y la antigua Condiesel, evocaban los presentes. Y si la despedida fue multitudinaria, se explica tambi¨¦n por la gran cantidad de trabajadoras de la B.Braun Medical presentes. Es una de las grandes empresas de Rub¨ª y las mujeres de los dos atropellados trabajaron all¨ª durante d¨¦cadas.

En los corrillos, nadie escond¨ªa la rabia por el atropello. ¡°Un accidente le puede pasar a cualquiera, pero de la forma que ha sido, esta barbaridad, no hay derecho¡±, comentaba un antiguo compa?ero de grupeta que durante la pandemia dej¨® de salir. ¡°Y que haya sido as¨ª...¡±: una frase muy repetida. Se consolaban con la idea de que el autor del atropello ser¨¢ juzgado. Y pensando que Moya y De la Torre han hecho lo que les gustaba hasta el ¨²ltimo momento. Era su vida. Lo cit¨® tambi¨¦n una de las hijas que tom¨® la palabra durante la ceremonia.

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