ERC complica la recta final de los Presupuestos al mezclar la reforma del delito de sedici¨®n

El presidente catal¨¢n Pere Aragon¨¨s es un hombre poco dado a fijar ultim¨¢tums. De ah¨ª que sorprendiera a muchos que, durante su discurso del pasado fin de a?o, se autoimpusiera la obligaci¨®n de que la mesa de di¨¢logo con el Gobierno comenzara ¡°a dar frutos¡± en 2022. El fin del periodo de sesiones que deb¨ªa contener esos frutos se acerca y, en los ¨²ltimos d¨ªas, diversas voces republicanas no han parado de insistir en que el Gobierno ha de ¡°cumplir¡± sus compromisos. Esta semana ERC tiene que tomar una decisi¨®n clave: el plazo para presentar las enmiendas a la totalidad a los Presupuestos acaba este viernes. Los republicanos est¨¢n aumentando la presi¨®n y ahora aseguran p¨²blicamente que la aprobaci¨®n de esas Cuentas depende de que se lleve adelante la reforma del delito de sedici¨®n. Desde el Gobierno se?alan que siempre han estado abiertos a esa reforma, pero en ning¨²n caso aceptar¨ªan que se condicione a los Presupuestos, y est¨¢n convencidos de que ERC finalmente no lo har¨¢. De hecho, fuentes del Ejecutivo se?alan que los republicanos no lo est¨¢n planteando as¨ª en la mesa de negociaci¨®n. Si lo hiciera, el Gobierno no lo asumir¨ªa en ning¨²n caso, se?alan estas fuentes.

Si se quiere plantear un proyecto en serio y discutir un texto que no elimine el delito, como ped¨ªa ERC al principio, pero s¨ª homologue las penas a otros pa¨ªses europeos -lo que implicar¨ªa reducirlas a la mitad y podr¨ªa ayudar a algunos pol¨ªticos independentistas fugados a volver a Espa?a sin riesgo a cumplir largas condenas- el Ejecutivo parece dispuesto a intercambiar papeles. Pero si es una exigencia para los Presupuestos, ser¨¢ inviable, se?alan fuentes del Gobierno, porque en las negociaciones entre el Ejecutivo y ERC antes del verano qued¨® muy claro que para las Cuentas se negociar¨ªan cuestiones presupuestarias, como inversiones y dem¨¢s asuntos cl¨¢sicos. En el Ejecutivo dicen que siempre qued¨® muy claro que una cosa son los Presupuestos y otra la mesa de di¨¢logo, y que mezclarlos no es lo que estaba pactado. No lo van a aceptar.

El portavoz republicano Gabriel Rufi¨¢n, el pasado jueves en el Congreso, insisti¨® en las condiciones para aprobar las cuentas. ¡°Solo tiene que hacer tres cosas, cumplir con lo incumplido, mejorar lo prometido y fomentar un clima de confianza, es decir, que su palabra valgo algo. En Catalu?a hoy hay siete personas a¨²n exiliadas y perseguidas por el Supremo por un refer¨¦ndum. ?Creen que as¨ª se puede negociar algo? ?De qu¨¦ vale su palabra? No hagan esto por contentar al pueblo de Catalu?a. Hagan esto por su democracia¡±, le dijo a S¨¢nchez. ¡°Ser¨ªa un gran error, que ERC no va a cometer, aprobar los Presupuestos si en paralelo no se hace la reforma del C¨®digo Penal por la sedici¨®n¡±, remat¨® este s¨¢bado Joan Tard¨¤ en 8TV. Una idea que sintetiza los llamamientos de los ¨²ltimos d¨ªas de las principales espadas republicanas a que S¨¢nchez no vea en la nueva situaci¨®n en el Parlament una manera de zafarse de sus compromisos y lograr los votos de ERC en las Cortes a un menor precio.

La reforma en el delito de sedici¨®n es un cambio espinoso, que tanto los dos socios del Ejecutivo central como ERC ven necesaria pero que no deja de ser problem¨¢tica y m¨¢s en un contexto abiertamente preelectoral. Ocho de los 11 exmiembros del Govern de Carles Puigdemont condenados en el juicio del proc¨¦s lo fueron pero ese delito, que tipifica el alzamiento ¡°p¨²blico y tumultuario¡± para impedir la aplicaci¨®n de la ley. Un eventual regreso a Espa?a del expresidente Puigdemont o de la secretaria general de ERC, Marta Rovira (ambos huidos de la justicia en B¨¦lgica y Suiza, respectivamente) podr¨ªa depender de un cambio de ese tipo legal que les evitara un inmediato ingreso en prisi¨®n preventiva.

En su discurso de investidura, S¨¢nchez se mostr¨® partidario de reformas en el C¨®digo Penal, para armonizarlo con el de pa¨ªses del entorno. ERC, muy esc¨¦ptico al principio con la reforma (lo que defiende es una amnist¨ªa contra todos los encausados relacionados con el proc¨¦s) ahora se muestra cada vez m¨¢s abierta. Incluso el propio Aragon¨¨s se ha referido a que lo que es necesario es que haya reformas que tengan ¡°el efecto de la amnist¨ªa¡±, dejando entrever que pueden haber otros caminos.

El verano marc¨® un punto de inflexi¨®n en la relaci¨®n entre el Gobierno y el Ejecutivo de la Generalitat. Despu¨¦s de que, en septiembre de 2021, se pusiera de nuevo en marcha la mesa de di¨¢logo entre ambas Administraciones, el foro con el que se busca dar una salida al conflicto pol¨ªtico ha chocado con toda clase de obst¨¢culos. El m¨¢s complicado, el esc¨¢ndalo desatado por el espionaje a independentistas, Aragon¨¨s incluido, mediante el software Pegasus. Los seguimientos en ese caso s¨ª ten¨ªan autorizaci¨®n judicial. No fue hasta junio cuando el president y S¨¢nchez se volvieron a reunir y, a la semana, la mesa de di¨¢logo se volvi¨® a encontrar en Madrid. Y de ah¨ª sali¨® el compromiso de que, si hab¨ªa acuerdos sobre reformas legales, estas deber¨ªan ser aprobadas ¡°antes de que termine¡± el periodo de sesiones. Ah¨ª entrar¨ªa la del C¨®digo Penal.

El Gobierno y ERC hacen una lectura muy diferente de ese acuerdo. Para el primero es m¨¢s una expresi¨®n de una voluntad (si no se ha llevado nada a la C¨¢mara eso quiere decir que no hay acuerdo) pero para los republicanos se trata de un compromiso di¨¢fano. Aragon¨¨s defendi¨® en su entrevista del pasado jueves en TV3, la primera desde la ruptura con Junts en el Govern, que hay ¡°intercambio de papeles¡± sobre c¨®mo deber¨ªa ser la reforma del delito, en concordancia tambi¨¦n con recomendaciones hechas por algunos organismos multilaterales.

En su d¨ªa, el exministro de Justicia, Juan Carlos Campo, hizo una propuesta de reforma pero que termin¨® en un caj¨®n despu¨¦s de la concesi¨®n de los indultos. En sus l¨ªneas generales, que comparte ERC, se tratar¨ªa de que la sedici¨®n fuera rebajada casi a una ¡°desobediencia¡± agravada y se impidiera que se pudieran hacer en un futuro interpretaciones como la de ¡°violencia ambiental¡± con la que se justific¨® la prisi¨®n a los condenados por el proc¨¦s. S¨¢nchez y el m¨¢ximo responsable de esta negociaci¨®n, el ministro de Presidencia, F¨¦lix Bola?os, no se han cerrado en ning¨²n momento a esta reforma pero insisten en que es un asunto complejo que puede no tener suficientes apoyos en el Congreso. Y sobre todo el Ejecutivo defiende que no puede ser una condici¨®n para los Presupuestos. De hecho en el Ejecutivo est¨¢n convencidos de que ERC finalmente no lo pondr¨¢ como una condici¨®n y el acuerdo al que habr¨¢ que llegar antes del viernes, cuando se acaba el plazo para las enmiendas a la totalidad, no incluir¨¢ m¨¢s que asuntos puramente presupuestarios.

La vicepresidenta segunda, Yolanda D¨ªaz, dijo este viernes en Catalunya R¨¤dio que la reforma no tiene fechas. ¡°Desde el punto de vista jur¨ªdico, mi pa¨ªs necesita una reforma en t¨¦rmino de alguno tipos penales, no solamente en estos, sino en muchos otros y seguramente avanzaremos¡±, asegur¨®.

El l¨ªder de los socialista catalanes, Salvador Illa, se apart¨® el pasado fin de semana del argumento del PSOE respecto a la falta de mayor¨ªa y dej¨® entrever que num¨¦ricamente el cambio s¨ª es posible. ¡°El presidente del Gobierno es un hombre que cumple sus compromisos y en su discurso de investidura en 2020 dijo que era partidario de actualizar el C¨®digo Penal en vistas de lo que hab¨ªa pasado en Europa. A partir de ah¨ª, esto depende del Congreso¡±, dijo en una entrevista a este diario.

El l¨ªder de ERC, Oriol Junqueras, dej¨® claro el pasado fin de semana que el PSC no est¨¢ en su posible lista de socios por compartir la ¡°represi¨®n contra el independentismo¡± pero dej¨® claro que ¡°pronto¡± habr¨ªa oportunidades para demostrar lo contrario, apuntando as¨ª a la reforma de la sedici¨®n. A¨²n as¨ª, en el Gobierno sigue convencidos de que la sedici¨®n y los Presupuestos ir¨¢n por carriles diferentes, y aseguran que eso se ver¨¢ esta misma semana, cuando se tendr¨¢ que cerrar alg¨²n principio de acuerdo para evitar las enmiendas a la totalidad.

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