El fantasma de Ayuso

Un d¨ªa m¨¢s, la noticia del Parlament de este mi¨¦rcoles se produc¨ªa fuera. Y una vez m¨¢s, en los tribunales. En esta ocasi¨®n, sin embargo, no se trataba de una condena que mereciera los correspondientes rasgados de vestiduras al uso, y los gritos denunciando represi¨®n. Al contrario, se trataba de una absoluci¨®n: un tribunal, nada menos que el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a, admit¨ªa lo que tantas veces se ha dicho, que la ret¨®rica independentista es, con frecuencia, tan solo eso, ret¨®rica, sin pretensiones de ir m¨¢s all¨¢. Y criminalizar y condenar la ret¨®rica se parece mucho a atentar contra la libertad de expresi¨®n.

Eso es lo que concluye el tribunal para absolver a la anterior mesa del Parlament, la que presid¨ªa Roger Torrent y que permiti¨® un debate sobre autodeterminaci¨®n y monarqu¨ªa. El anuncio del fallo judicial ha interrumpido la sesi¨®n de control, y los diputados independentistas han prorrumpido en una standing ovation secundada con m¨¢s discreci¨®n desde los esca?os de los Comunes.... Y del PSC, aunque Salvador Illa no estaba en ese momento presente en el hemiciclo. Poco pod¨ªan replicar PP, Ciutadans o Vox a una decisi¨®n de los jueces, aunque Alejandro Fern¨¢ndez (PP), siempre ir¨®nico y a menudo brillante, se ha congratulado de que los indepes muestren entusiasmo por las sentencias judiciales: ¡°A ver si se les contagia y lo hacen siempre¡±, ha a?adido.

Al margen de este asunto, la sesi¨®n de control ha puesto de manifiesto la preocupaci¨®n general por el estado de la sanidad p¨²blica, y por las advertencias recientes de los profesionales del sector, que alegan falta de medios y de personal. En algunos hospitales ya ha habido amenaza de posible huelga, y el fantasma de Isabel D¨ªaz Ayuso ¡ªes un decir¡ª podr¨ªa asomarse. El Govern de Pere Aragon¨¦s est¨¢ muy lejos ideol¨®gicamente del PP de Madrid, liquidador entusiasta de servicios p¨²blicos (lejos queda el tiempo en que el conseller convergente Boi Ruiz, del Govern dels millors, recomendaba apuntarse a una mutua), pero la precariedad se nota, en especial en la atenci¨®n primaria. El nuevo ¡ªtambi¨¦n es un decir¡ª conseller Manuel Balcells ha recibido su primer ataque simult¨¢neo ¡ªno coordinado, por supuesto¡ª desde el flanco izquierdo y el derecho: le han interpelado CUP, Ciudadanos y Vox, con similares argumentos, aunque distinta fraseolog¨ªa. Tambi¨¦n la l¨ªder de los Comunes, Jessica Albiach, ha dedicado su pregunta al president de la Generalitat a la precariedad sanitaria. En cambio, en el PP no han tocado el tema, tal vez porque con un punto de sensatez han captado que no est¨¢n para sacar pecho como defensores de la sanidad p¨²blica.

Tampoco ha habido ninguna referencia a la situaci¨®n en las preguntas de Junts per Catalunya: no olvidemos que esta semana, algunos dirigentes del partido, entre ellos el ex vicepresidente Jordi Puigner¨®, se vanagloriaban de haber obligado a ERC a retirar una votaci¨®n sobre un plan de 376 millones de euros para Salut. Marcar territorio como prioridad n¨²mero uno.

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