Corrupci¨®n postpujolista
Cuando los padres de los autodenominados hijos del 1-O aplicaban pol¨ªticas de austeridad, la Generalitat y algunas administraciones trabajaban como una suerte de f¨¢brica de moneda y timbre convergente
El pasado 8 de noviembre, la Audiencia Nacional dict¨® la apertura de juicio oral del ¡®caso 3%¡¯ con una treintena de implicados: desde cargos de Converg¨¨ncia hasta empresarios que engrasaron entre 2008 y 2015 la maquinaria del partido gracias a adjudicaciones supuestamente ama?adas a sus compa?¨ªas. Todo un ejercicio de tiro con p¨®lvora del rey, que paga a escote el pueblo llano y soberano con sus impuestos.
Si en el juicio por el caso Palau ya qued¨® acreditado que CDC cobr¨® comisiones a cambio de obra p¨²blica, la segunda parte ¡ªla del caso 3%¡ª promete ser m¨¢s coral y ecum¨¦nica, pues engloba a m¨¢s empresas. Y tiene secuelas pol¨ªticas. Por mucho que se esfuercen en presentarse sin m¨¢cula, la corrupci¨®n del viejo mundo convergente persigue a sus herederos soberanistas. El PDeCAT y Junts per Catalunya se ven en mayor o menor medida salpicados por ese pasado com¨²n que buena parte de ellos compartieron en la Converg¨¨ncia Democr¨¤tica (CDC) de Jordi Pujol y Artur Mas.
Como en tantos casos, tambi¨¦n en el del 3%, la gran mayor¨ªa de los sacrificados son personal de la sala de m¨¢quinas. Algunos muy cualificados. El agua, sin embargo, no suele mojar los tobillos a los viajeros de primera clase, que tienen prioridad y m¨¢s f¨¢cil acceso a los botes salvavidas. En este pa¨ªs estamos condenados a no saber qui¨¦n era el se?or X de los GAL o el M. Rajoy que aparece en los papeles de B¨¢rcenas. La misma regla es aplicable a un Artur Mas que no estaba al corriente de las maquinaciones para financiar al partido que dirig¨ªa, o a un Jordi Pujol que desconoc¨ªa las haza?as financieras de sus hijos, amparadas por la generosa sombra de su poder.
Los remedos de la vieja Converg¨¨ncia arrastran una pesada tramoya. Las operetas supuestamente soberanistas montadas por Artur Mas con los cambios de nombre del partido que hered¨® de Pujol ten¨ªan entre sus objetivos que el p¨²blico pasara un buen rato pensando en la independencia y se olvidara del caso Palau o del caso 3%. Y a fe que lo consigui¨®, logrando incluso a arrastrar a Esquerra a una relaci¨®n t¨®xica que ten¨ªa como objetivo amortiguar o retrasar al m¨¢ximo la ca¨ªda al abismo.
Para quienes tengan algo de memoria, hay im¨¢genes del denostado mundo autonomista que persiguen a insignes soberanistas. Ah¨ª estaba Jordi Turull, actual secretario general de Junts per Catalunya, formando parte junto a Oriol Pujol Ferrusola, de la guardia de honor que acompa?aba a Daniel Os¨¤car ¡ªtesorero de CDC¡ª a declarar ante el juez por el caso Palau. O Xavier Trias, candidato in pectore de Junts a la alcald¨ªa de Barcelona, poniendo la mano en el fuego por Antoni Vives, que fue su teniente de alcalde de Urbanismo, antes de que fuera condenado a dos a?os de c¨¢rcel por simular un contrato, y que ahora reincide y se halla entre los implicados en el caso 3% para quien el fiscal solicita seis a?os de prisi¨®n y cinco de inhabilitaci¨®n.
La polic¨ªa patri¨®tica, con su labor de creaci¨®n de pruebas falsas contra dirigentes soberanistas ¡ªcomo Xavier Trias¡ª, ha contribuido a generar confusi¨®n y dar una p¨¢tina de persecuci¨®n pol¨ªtica a delitos meramente econ¨®micos. Ah¨ª est¨¢ Laura Borr¨¤s utilizando sin rubor el recurso al lawfare para encubrir contratos supuestamente troceados a amigos. Nadie, no obstante, debe pasar por alto que durante a?os ¡ªcuando los padres de los autodenominados hijos del 1-O predicaban y aplicaban con entusiasmo pol¨ªticas de austeridad¡ª diputaciones, ayuntamientos y Generalitat trabajaban como una suerte de f¨¢brica de moneda y timbre convergente.
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